El di¨¢logo como primer pelda?o
Reactivar la comisi¨®n bilateral Estado-Generalitat y situar el problema catal¨¢n en el plano pol¨ªtico son los dos principales acuerdos
El di¨¢logo siempre da aire a los nacionalistas. Ocurri¨® en el Pa¨ªs Vasco, ocurre ahora en Catalu?a. Entre otras cosas por una raz¨®n: para que el Gobierno central lo inicie hay que dejar primero que los nacionalistas impongan sus reglas y para ello el Gobierno debe pasar por una etapa de apaciguamiento y sumisi¨®n. En este caso, primero fue el desprecio al Rey en Tarragona y Girona y, segundo, el discurso de Quim Torra en Washington. Pedro Moren¨¦s y Josep Borrell se comportaron, pero nada dijo Pedro S¨¢nchez. Se qued¨® callado, ten¨ªa que entrevistarse con Torra. Hay que aplacar a la fiera para tenerla contenta y pueda excusarse ante los suyos: ¡°Voy a Madrid para decir lo que siempre he dicho¡±. El jueves pasado, Torra explicaba en el Parlament de Catalu?a que iba a entrevistarse con el presidente porque quer¨ªa saber ¡°si S¨¢nchez tiene respuestas a c¨®mo ejercer y culminar nuestro proceso de independencia. ?Tiene alguna propuesta sobre c¨®mo hacemos efectiva esta rep¨²blica?¡±. A dialogar sobre esto dijo Torra que iba a Madrid.
Desde los viejos tiempos de Jordi Pujol y Miquel Roca, para el nacionalismo catal¨¢n el sentido del t¨¦rmino dialogar siempre ha sido el mismo: sacar tajada y quedarse con ella. Es decir: a ver qu¨¦ obtenemos de este raro momento en que nos necesitan en Madrid. Se le llam¨® tambi¨¦n pol¨ªtica del peix al cove que traducido al castellano significa ¡°m¨¢s vale p¨¢jaro en mano¡¡±. No nos dar¨¢n la independencia, ni el refer¨¦ndum, pero algo nos dar¨¢n: aprovech¨¦moslo.
No es mala idea, es muy pr¨¢ctica, pero los Gobiernos espa?oles ya deber¨ªan haber aprendido la lecci¨®n: cuando se les da una cosa van a por otra. Son desleales o, visto desde otro prisma, s¨®lo son leales con ellos mismos.
Reactivar la comisi¨®n bilateral Estado-Generalitat (esto gusta mucho al nacionalismo, una relaci¨®n de Gobierno a Gobierno, un trato especial a Catalu?a respecto de las dem¨¢s comunidades) y situar el problema catal¨¢n en el plano pol¨ªtico, alej¨¢ndolo del judicial, son los dos principales acuerdos. Ambos parecen razonables. Pero ser¨¢n instrumento de nuevos conflictos; es como arrojar gasolina al fuego: los pol¨ªticos procesados ayer fueron suspendidos como parlamentarios, deber¨¢n dejar sus cargos, m¨¢s adelante ser¨¢n previsiblemente condenados, tiempos de prisi¨®n, multas elevadas, etc¨¦tera, etc¨¦tera. Ya dijo Torra a la salida que ¡°cualquier soluci¨®n pol¨ªtica pasa por el derecho a la autodeterminaci¨®n¡±.
En conclusi¨®n, todo servir¨¢ para decir que el Gobierno central ha incumplido los acuerdos y, ya de inmediato, preparar unos buenos 11 de septiembre y conmemorar los aniversarios del 1 de octubre, aquella gran masacre sin nadie hospitalizado. El di¨¢logo siempre es el primer pelda?o para preparar el siguiente conflicto. Y antes, peix al cove.
?Qu¨¦ ingenuos son los que gobiernan en Madrid!
Francesc de Carreras es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional y fundador de Ciudadanos.
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