Va por Terelu
Ayer le extirparon otro tumor despu¨¦s de que nos lo contara ella misma previo pago. Puede no ser elegante. Puede parecer obsceno. Pero es humano
Esta mujer tiene algo. Con ella no bostezo como con otros payasos de la tele. Con ella me muero de risa o me mato de verg¨¹enza. Me indigna o me fascina. Me irrita o me conmueve. Pero no me deja indiferente. Ser¨¢ su sonrisa falsa de locutora de la vieja escuela. O su altivez de princesa ofendida cuando alg¨²n advenedizo la pone en su sitio. O su suficiencia de jueza suprema cuando perora sobre vidas ajenas. O su soberbia y fragilidad a la vez cuando cuenta la suya propia. Eso es lo que tiene la do?a. Una cara a la galer¨ªa y una cruz a cuestas, como todo el mundo. Solo que a ella se le ve todo bajo los siete velos del maquillaje.
Esta mujer ha vivido en siete a?os varios lustros y se le atisban en las ojeras. Dos meses despu¨¦s de epatar al pa¨ªs posando desnuda como el mito de la mujer madura en persona, le diagnosticaron un c¨¢ncer y, desde entonces, hemos asistido en vivo a su monta?a rusa. Sus altos y bajos. Sus picos y pozos. Sus polvos y lodos. ?ltimamente, parec¨ªa desfondada. Vi¨¦ndola, sent¨ªa una esa comez¨®n de muslos roz¨¢ndose al andar, esa tortura de cinturillas clav¨¢ndose en el vientre, ese querer y no saber volver a ser quien se fue en los buenos tiempos. Ese fuego h¨²medo al sur y ese hielo seco al norte. Ese hast¨ªo de no poder con la vida y, a la vez, ese ansia de vivir lo que no llega. Esas tripas en el coraz¨®n y ese est¨®mago en la boca desde que te levantas hasta que te acuestas. Ese miedo que nunca te deja y esa esperanza que nunca se pierde. Terelu Campos no es, no solo, otra payasa de la tele. Es, parece, una mujer como yo, como tantas, como todas. Ayer le extirparon otro tumor despu¨¦s de que nos lo contara ella misma previo pago. Puede no ser elegante. Puede parecer obsceno. Pero es humano. Ese es el algo que tiene Terelu. Que nos llama por nuestro nombre. Puede que est¨¦ en nuestras ant¨ªpodas. Pero, a veces, las ant¨ªpodas somos nosotros. Y nosotras. Va por ella.
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