El s¨ªndrome de las clases medias menguantes
Los agujeros del sistema fiscal y la precariedad laboral reducen la franja de rentas medias
Clase media precaria o clase media empobrecida. Esta es la nueva categor¨ªa llamada a ocupar cada vez m¨¢s espacio en las ciencias sociales. En realidad es un eufemismo para designar a quienes han sido apeados por la fuerza de lo que hace muy poco constitu¨ªa el mayor grupo social de las econom¨ªas avanzadas. En el caso de Espa?a define tanto a quienes han tenido la mala suerte de verse expulsados del sistema productivo por la crisis, como a las nuevas generaciones que no han podido acceder a ¨¦l o si lo han hecho, ha sido en condiciones de tal precariedad que no pueden hacer proyectos de vida ni siquiera a corto plazo.
En esta nueva realidad figuran colectivos muy diferentes que tienen en com¨²n algo que los hermana: la invisibilidad. Los trabajadores de los museos de Barcelona, la mayor¨ªa de ellos licenciados y muchos con estudios de posgrado, han protagonizado en las ¨²ltimas semanas una huelga que apenas ha tenido eco medi¨¢tico. Atomizados, dispersos en empresas y concesiones diferentes, el esfuerzo de unirse les ha deparado un magro avance: muchos, en lugar de cobrar cinco euros por hora trabajada, a partir de ahora cobrar¨¢n siete. Como otros colectivos, estos empleados cualificados son v¨ªctimas de un sistema de externalizaci¨®n que ha permitido subcontratar servicios a empresas que obtienen el concurso a base de rebajar el presupuesto. Al final, tanto la rebaja, disfrazada de falsa eficiencia, como los beneficios acaban saliendo del mismo sitio: el salario de los empleados. Mientras el ¨ªndice de paro sea tan alto y haya tantos j¨®venes dispuestos a trabajar por menos, este sistema garantiza la reposici¨®n.
Pero todo esto, ?ad¨®nde nos conduce? En Squeezed: Why Our Families Can¡¯t Afford America (¡°Exprimidos, por qu¨¦ nuestras familias no pueden permitirse Am¨¦rica¡±), la poeta y escritora norteamericana Alissa Quart explica que la clase media se ha reducido tanto en EE UU que ya no constituye el grupo social m¨¢s amplio. El pluriempleo ha vuelto a la sociedad americana y pagar las facturas es un nuevo factor de estr¨¦s para millones de familias que han visto c¨®mo los salarios se estancaban mientras los servicios b¨¢sicos se encarec¨ªan un 30% en dos d¨¦cadas. Entre los pa¨ªses de la OCDE, solo Estados Unidos tiene un porcentaje menor de clase media que Espa?a. La cuesti¨®n es por qu¨¦ los pa¨ªses n¨®rdicos han resistido mejor la crisis y han podido preservar el tama?o de sus clases medias. En casi todos ellos esta representa m¨¢s del 70% de la poblaci¨®n, cuando en Espa?a est¨¢ por debajo del 60%.
La clave est¨¢ en un sistema fiscal progresivo y un robusto sistema de prestaciones sociales. Es un pez que se muerde la cola. Sin extensas clases medias, es decir, sin amplias rentas medias capaces de sostener el consumo y el dinamismo econ¨®mico, es dif¨ªcil lograr los ingresos necesarios para sostener el Estado de bienestar; y sin Estado de bienestar es dif¨ªcil mantener la redistribuci¨®n econ¨®mica que garantiza la pervivencia de las clases medias. Fiscalidad y legislaci¨®n laboral son los dos instrumentos de intervenci¨®n m¨¢s importantes. De eso se hablaba, aunque no lo pareciera, cuando el presidente Pedro S¨¢nchez anunciaba hace unos d¨ªas cambios laborales para combatir la precariedad, reformas impositivas para evitar los agujeros negros del sistema impositivo o la modificaci¨®n de la legislaci¨®n sobre alquileres para impedir la escalada de los precios: del tama?o de las clases medias y del Estado de bienestar.
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