Imagina

Imagina que el 14 de abril de 1931 se instituy¨® en un extra?o pa¨ªs una Rep¨²blica con una Constituci¨®n democr¨¢tica. Imagina que, en julio de 1936, un general golpista se proclam¨® a s¨ª mismo salvador de la patria y derrib¨® a sangre y fuego ese r¨¦gimen legalmente constituido, provocando una guerra civil con medio mill¨®n de muertos y otros tantos desterrados. Imagina que, despu¨¦s de su victoria, este general sumi¨® a ese extra?o pa¨ªs en una dictadura f¨¦rrea de 40 a?os sin dejar de fusilar a miles de ciudadanos bajo juicios sumar¨ªsimos y mientras manten¨ªa las c¨¢rceles llenas de presos pol¨ªticos se sirvi¨® de ellos como esclavos para construir un mausoleo fara¨®nico perforando una monta?a bajo una desmesurada cruz de granito. Imagina que ese pante¨®n situado a las afueras de la capital del Estado le sirvi¨® de propia sepultura y que all¨ª permanecen sus despojos todav¨ªa, pero, antes de morir, este general golpista nombr¨® a su sucesor a t¨ªtulo de rey, quien despu¨¦s de verse envuelto en varios esc¨¢ndalos de corrupci¨®n tuvo que abdicar en su hijo. Imagina que uno de los ministros de este dictador fund¨® una formaci¨®n pol¨ªtica de derechas con el nombre de Partido Popular, que ha gobernado en ese extra?o pa¨ªs gracias a una Transici¨®n democr¨¢tica cuyos aciertos han permitido a los ciudadanos, no sin ciertos riesgos, vivir en libertad bajo una Constituci¨®n, que parte del territorio no acata. Imagina que un juez alem¨¢n muy escrupuloso ha recibido una euroorden para que entregue a ese extra?o pa¨ªs a uno de sus pol¨ªticos pr¨®fugo de la justicia. Pensando en lo que ser¨ªa Alemania si tuviera a Hitler en un gran mausoleo cerca de Berl¨ªn, tal vez ese juez no consiga desprenderse de ciertos prejuicios al sospechar, aunque sea de forma difusa y muy confusa, que, en ese extra?o pa¨ªs, la democracia parece estar tutelada a¨²n por ese dictador desde su tumba.