?Cu¨¢l es el problema?
Existe un malestar estructural. Hay una fractura en la opini¨®n p¨²blica nacional sobre la descentralizaci¨®n
En el conflicto catal¨¢n nos sobran las soluciones y nos falta la definici¨®n del problema. Tras varios lustros discutiendo remedios, tenemos sobre la mesa borradores para todo tipo de consultas populares y reformas constitucionales. Pero las iniciativas m¨¢s audaces no funcionar¨¢n si no sabemos cu¨¢l es la causa de la crisis.
El problema no es la deriva independentista. Pues el refer¨¦ndum unilateral de autodeterminaci¨®n fue vendido precisamente como una soluci¨®n a un problema. Tampoco el Estatut de 2006, que tambi¨¦n era una salida a una inquietud de fondo. ?Cu¨¢l?
?Por qu¨¦, en un momento dado, tantos catalanes quisieron aumentar tanto su nivel de autogobierno? Y ?por qu¨¦ tantos ciudadanos del resto de Espa?a reaccionaron de forma tan negativa (recordemos la recogida de firmas del PP contra el Estatut)? ?Fueron todos v¨ªctimas de pol¨ªticos manipuladores?
Sin exculpar a unos l¨ªderes entre mesi¨¢nicos y fr¨ªvolos, existe un malestar estructural. Hay una fractura en la opini¨®n p¨²blica nacional sobre la descentralizaci¨®n. El problema no es que los catalanes prefieran un Estado m¨¢s descentralizado que otros espa?oles. Si, en promedio, los catalanes quisieran un nivel de autonom¨ªa de 8 (sobre 10) y el resto de 4, podr¨ªamos pactar un 6. As¨ª, en cualquier propuesta de soluci¨®n todos ganar¨ªamos algo.
La dificultad no viene porque tengamos metas distintas, sino porque nos creemos en puntos de partida distintos. Los catalanes creen que el poder est¨¢ muy centralizado. Argumentan que, a trav¨¦s de leyes generales, el Estado lamina competencias auton¨®micas, eliminando el margen de discreci¨®n para hacer pol¨ªticas propias. Al contrario, el resto de espa?oles cree vivir en uno de los pa¨ªses m¨¢s descentralizados del mundo, porque las autonom¨ªas gestionan pol¨ªticas tan potentes como sanidad o educaci¨®n. Si a un lado del Ebro sienten una sequ¨ªa y al otro un diluvio, ninguna soluci¨®n puede ser aceptada por todos.
Pol¨ªticos e intelectuales de ambos lados, en lugar de buscar soluciones valientes (y est¨¦riles), debemos encontrar una definici¨®n com¨²n del problema. Antes de persuadirnos, tenemos que informarnos. @VictorLapuente
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