Sin visitas en el legendario zool¨®gico de Buenos Aires
La muerte de una jirafa y una rinoceronte aviva las cr¨ªticas al proyecto de reforma del recinto
Ruth, la rinoceronta blanca de 24 a?os del zool¨®gico de Buenos Aires, iba a volver a Sud¨¢frica, el pa¨ªs donde naci¨®. Las autoridades del centro planeaban trasladarla al santuario de vida silvestre SanWild, pero nunca lleg¨® a realizar el viaje: muri¨® hace dos semanas por una causa a¨²n por determinar. Diez d¨ªas despu¨¦s, muri¨® otro de los animales africanos, Shaki,una jirafa nacida en cautiverio en la capital argentina en el a?o 2000. Las dos muertes han reavivado las cr¨ªticas sobre esta centenaria instituci¨®n, que lleva casi un a?o con las puertas cerradas para ser reconvertida en un ecoparque.
Para los veterinarios del parque las dos muertes no est¨¢n relacionadas. La jirafa muri¨® por una peritonitis aguda, mientras que la rinoceronta sufri¨® una infecci¨®n que fue tratada, pero falleci¨® en plena convalecencia. La necropsia no fue concluyente y est¨¢n a la espera de estudios complementarios, se?ala la veterinaria del Ecoparque Ivana Iaquinta. Sin embargo, organizaciones ecologistas consideran los decesos un reflejo de la situaci¨®n de emergencia que atraviesa esta instituci¨®n, fundada en 1888 y que fue un referente en Am¨¦rica Latina y a nivel mundial.
Su ocaso comenz¨® en los a?os noventa, cuando sucesivas malas administraciones privadas hundieron el parque y provocaron la apertura de causas judiciales por el mal estado del recinto y de los animales que resid¨ªan all¨ª. En 2014, la justicia orden¨® la liberaci¨®n de la orangutana Sandra al considerarla persona no humana, pero la orden sigue sin acatarse. Dos a?os antes, hab¨ªa fallecido Winner, el oso polar, despu¨¦s de una calurosa noche de verano con pirotecnia, y en 2015 muri¨® una cr¨ªa de jirafa.
Cuando el zool¨®gico anunci¨® su transformaci¨®n en ecoparque ten¨ªa cerca de 1.500 ejemplares en un predio de 18 hect¨¢reas. El Gobierno planea reducir hasta 350 su poblaci¨®n para 2023 y trasladar a los animales a santuarios. Los cr¨ªticos objetan que la transformaci¨®n no consiste en exhibir menos especies sino en convertir el espacio en un centro de educaci¨®n, conservaci¨®n e investigaci¨®n que vuelva a ser mod¨¦lico.
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