El acuerdo como victoria
Ya no son aplicables las l¨®gicas binarias, el bueno-malo, el contigo o contra ti
El rechazo a la senda de estabilidad presupuestaria en el Congreso de los Diputados no s¨®lo es un signo de debilidad del Gobierno, sino que pone de manifiesto otros problemas.
Las sociedades diversas, plurales y en intenso periodo de cambio, como las actuales, est¨¢n alumbrando Parlamentos m¨¢s plurales que exigen reglas del juego diferentes a las que rigen cuando existen mayor¨ªas absolutas o acuerdos estables que permiten Gobiernos c¨®modos. En estas situaciones la negociaci¨®n y el pacto cobran el mayor protagonismo, hasta el punto de que el ¨¦xito que supone conseguir que Bruselas acepte flexibilizar los planes de d¨¦ficit se puede ver empa?ado si no lo avala aqu¨ª una mayor¨ªa parlamentaria.
El Gobierno es m¨¢s d¨¦bil y debe negociar m¨¢s y mejor, pero la oposici¨®n tampoco lo tiene f¨¢cil. Ya no son aplicables las l¨®gicas binarias, el bueno-malo, el contigo o contra ti, las adhesiones inquebrantables o los odios viscerales. Podr¨ªa darse el caso de que, a fuerza de querer diferenciarte y distanciarte del otro, tengas que acabar explicando a tus votantes, a quienes llevas a?os advirti¨¦ndoles de los peligros del austericidio, c¨®mo y por qu¨¦ te opones al incremento de la inversi¨®n p¨²blica en asuntos clave del Estado de bienestar. O hasta d¨®nde est¨¢s dispuesto a poner en riesgo un Gobierno que te est¨¢ ofreciendo, cuando menos, los gestos de di¨¢logo que ven¨ªas reclamando frente al inmovilismo del Ejecutivo anterior.
En pol¨ªtica, por encima de la diferenciaci¨®n est¨¢ la utilidad de la transformaci¨®n social que cada formaci¨®n es capaz de conseguir. En sociedades plurales eso pasa por entender el acuerdo como sin¨®nimo de victoria y no como una claudicaci¨®n o una traici¨®n. Entender que un ¡°ganar-ganar¡± para todas las partes es la ¨²nica manera de que los resultados permanezcan.
Para ello se necesitan negociadores laicos que no se muevan por actos de fe inquebrantables, adhesiones incontestables o miedos at¨¢vicos, sino que sean expertos en la aplicaci¨®n de la geometr¨ªa variable con la inteligencia de quien sabe lo que le conviene. De lo contrario, como dir¨ªa S¨¦neca: ¡°Ning¨²n viento es favorable para quien no sabe d¨®nde va¡±. @tinamonge
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