#MeToo del clima
Al lanzarse a la l¨ªnea del frente, muchas l¨ªderes se encuentran con un temor que los hombres no suelen enfrentar: el miedo a que las violen como forma de silenciar su acci¨®n pol¨ªtica
Al lanzar el movimiento Mothers of Invention (Madres del ingenio), Mary Robinson hizo una afirmaci¨®n provocativa: ¡°El cambio clim¨¢tico es un problema originado por el hombre que requiere una soluci¨®n feminista¡±. Seg¨²n Robinson, expresidenta de Irlanda, las mujeres son las m¨¢s afectadas por los da?os producidos por el calentamiento global. ¡°El cambio clim¨¢tico no es neutro en t¨¦rminos de g¨¦nero, afecta mucho m¨¢s a las mujeres¡±, dijo. Creada junto con la comediante Maeve Higgins, la iniciativa empieza con una serie de podcasts donde hablan con mujeres que lideran las luchas.
La propuesta es especialmente aguda al percibir que las mujeres han asumido el protagonismo en los movimientos de base en defensa de la tierra y del medio ambiente. Por eso, un n¨²mero cada vez mayor est¨¢ en el punto de mira de sicarios y milicias en las regiones m¨¢s alejadas del planeta. Muchas han asumido el puesto tras la ejecuci¨®n de sus padres y hermanos. Otras se han puesto al frente de la lucha al percibir que los grandes emprendimientos captaban o corromp¨ªan a los l¨ªderes masculinos. Para muchas, ha sido solo una cuesti¨®n de supervivencia, porque ten¨ªan que proteger las fuentes de agua y alimentaci¨®n para la comunidad. Al lanzarse a la l¨ªnea del frente, estas l¨ªderes se encuentran en su d¨ªa a d¨ªa con un tipo de temor que los hombres no suelen enfrentar: el miedo a que las violen como forma de silenciar su acci¨®n pol¨ªtica.
Esta versi¨®n #MeToo del Clima trae al centro del debate desaf¨ªos que se traban en las periferias del planeta, pero que tienen que conectarse como una batalla com¨²n de la humanidad. Que estas experiencias con protagonismo femenino puedan ser el tema de un podcast con visibilidad en la parte del mundo que m¨¢s trastornos crea al clima, pero que menos afectada se ve por sus cambios, es excelente. Sin embargo, un desaf¨ªo que enfrenta el movimiento es indicar cu¨¢l puede ser la contribuci¨®n concreta del feminismo en la lucha por la justicia clim¨¢tica, ya que una l¨ªder femenina no garantiza necesariamente una acci¨®n feminista.
Entre las marcas del feminismo estar¨ªa, seg¨²n las idealizadoras, un tratamiento m¨¢s leve y distendido, que contrastara con el peso que impone la comunicaci¨®n del tema. Parece una buena idea y puede funcionar. Sin embargo, llama la atenci¨®n que esta levedad est¨¦ asociada al g¨¦nero, sin contar la controvertida asociaci¨®n con la maternidad que se hace en el nombre.
En mi experiencia siguiendo los movimientos en la selva amaz¨®nica, la expectativa es exactamente la contraria. Cuando una mujer coge el micr¨®fono o se sienta a la mesa de negociaci¨®n, todos saben ya que el tono va a subir y el tiempo para tergiversar ha terminado. La experiencia que las mujeres de las diferentes periferias llevan al centro es que la ¨¦poca de las charlas de sal¨®n, marca de las ¨¦lites blancas y colonizadoras, ha terminado. El feminismo de las oprimidas es directo.
Traducci¨®n: Meritxell Almarza
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