Heart Ibiza, latidos de m¨²sica y alta cocina
Integraci¨®n del men¨² de los hermanos Adri¨¤, en un espect¨¢culo generoso en tecnolog¨ªas
![LA TERRAZA DE HEART / CAPEL](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/36SXJHM7Q2RATK366SPQ43MWYQ.jpg?auth=f74efc3f872c1840824ef16b04de372b31d0bfe3e60c14228374937bdd5c9731&width=414)
Ibiza 17 de julio 2018
La Bienvenida, primer acto
![RAFA ZAFRA / CAPEL](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TZ5GQFEAAQFCFFRVQBGGDVX4LM.jpg?auth=07b9bdeb5731159a23f2d95247ca0ab6a24ddf79039c04630ec9b1ca640ab5b0&width=414)
Ten¨ªamos reservada mesa a las 21,15 y no faltamos a la cita. Detr¨¢s de la puerta de Heart Ibiza nos aguardaban estancias extra?as, medio vac¨ªas, ambientadas con decorados on¨ªricos. En el interior algunos personajes con atuendos carnavalescos adem¨¢s de ciertos cocineros que nos ofrec¨ªan bocaditos y mini c¨®cteles bajo el efecto de medias luces rojizas: nube de coco; margarita de nube de tequila; esencia de verm¨²; ¨¢mbar de mezcal; fresa marinada y cerezas a la gelatina de sake. Al paso, casi al final, alguien tambi¨¦n disfrazado dispuso una cucharadita de caviar en el anverso de nuestras manos a modo de despedida.
La Terraza, segundo acto
Una vez en La Terraza, casi sin tomar acomodo, prosiguieron las sorpresas. Saludamos a Pol Perell¨®, jefe de sala y director de operaciones; a Albert Adri¨¤, que deambulaba vigilante, y luego a Ferran, que ocasionalmente se encontraba en la isla. Sus comentarios nos ilustraron en cifras y curiosidades. Todo al hilo de una interminable degustaci¨®n de tapas que se intercalaban entre medias actuaciones que intentaban parecer espont¨¢neas. Me incorpor¨¦ para observar a un equilibrista que balbuceaba sobre una soga, y despu¨¦s a una atleta que se zambull¨ªa en el azul de una gigantesca copa en el extremo opuesto de La Terraza. En el pasillo anexo, un mercadillo de ropa con una extravagante echadora de cartas, y sin descanso, el desfile de bocaditos: melocot¨®n a la sangr¨ªa blanca; atadito y tofu de aguacate; coca con stracciatella helada; cubo de patata con tartar de wagyu; croqueta l¨ªquida de jam¨®n ib¨¦rico (r¨¦plica de la famosa de El Bulli); mollete de mozzarella y trufa; air baguette de rubia gallega; caipiri?a helada; cornete de cangrejo real y polo de mel¨®n con verm¨². De forma s¨²bita se aproxim¨® Rafa Zafra, todo ufano, cocinero jefe de Heart, con un cubo de et¨¦reas alitas de pollo, Kentucky Heart Chicken. Los sobresaltos nos acechaban desde todos los ¨¢ngulos, mientras el tiempo volaba en aquella vor¨¢gine. Hab¨ªa transcurrido m¨¢s de una hora y cuarto y los clientes ¨¦ramos invitados a descender a la sala donde nos aguardaba el siguiente acto.
La Mesa, tercer acto
![LA TERRAZA / CAPEL](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5FVUKUJ5E3SNO5JNYTFFSRJ2GE.jpg?auth=40feedf1d60e42c17ae78e8efd8fc0e14dfa9bca8ce8b0022972ffe5a4739515&width=414)
Cuando penetramos en el comedor frente al escenario gran parte de los comensales se hallaban acomodados en una penumbra azulada. Lo primero que descubr¨ª en el centro de cada mesa fueron unas patas ficticias de jam¨®n ib¨¦rico, cromadas en oro, a modo de soporte de lascas de 5J reci¨¦n cortadas. Nos ofrecieron olivas, queso feta elaborado en Heart y ostras Amelie al vinagre de estrag¨®n. La degustaci¨®n continuaba al tiempo que el espect¨¢culo sub¨ªa de pulsaciones. Los atletas y artistas del Circo del Sol encadenaban sus intervenciones con una escenograf¨ªa restallante, suma de creatividad y perfeccionismo. Nada nuevo, aunque siempre emocionante. El sumiller Goran Krstanovic se acerc¨® a sugerirnos un riesling para los dos platos que seguir¨ªan, king krab con tacos de causa lime?a a la mayonesa acevichada, y bogavante en caldereta.
En mi papel de espectador era incapaz de entender la milim¨¦trica sincronizaci¨®n que se palpaba entre los desfiles de comida y el trepidante ritmo de los artistas. M¨¢s a¨²n, cuando los juegos de luces y la fuerza expresiva de algunos n¨²meros de El Circo de El Sol tend¨ªan a romper la armon¨ªa. ¡°Lo que cada d¨ªa nos resulta m¨¢s dif¨ªcil es lograr el equilibrio, conseguir que ni la comida ni las actuaciones se desfiguren rec¨ªprocamente¡± me coment¨® m¨¢s tarde Jos¨¦ Corraliza, director general, antiguo jefe de operaciones del Circo del Sol en Europa. ¡°No nos basta con sincronizar los movimientos de los atletas y los artistas de pasillo, hay que conjuntar sus actuaciones con los desfiles de cocina. Nos regimos por guiones integrados, una metodolog¨ªa muy rigurosa¡±, me dijo Albert. ¡°Cada noche en la cocina nos atenemos al programa de actuaciones acrob¨¢ticas y musicales. Corraliza nos pasa la escaleta al jefe de cocina y a m¨ª, y al responsable de sala para que conozcamos el orden. Algunas se acompa?an de luces que desfiguran la comida y debemos evitarlo. El espect¨¢culo sufre modificaciones diarias en cuanto a duraci¨®n y contenido¡±
La catarata de postres que siguieron, ligeros y bajos en az¨²car, todav¨ªa me result¨® m¨¢s apabullante: cereza de chocolate al licor de cereza; nube de fresa con yogur de frambuesa; disco de mango y crema de vainilla; tartaleta de chocolate y albaricoque, y merengue de caf¨¦ y frambuesa. Por si no fuera suficiente, aun llegar¨ªa un nuevo carrusel de dulces casi imposibles de degustar al ritmo fren¨¦tico al que se suced¨ªan: flan de naranja y mandarina; coco loco; tarrina de helado de hierbas ibicencas; galleta helada struoop wafel; flor de coco y chocolate; eclair de chocolate y pralin¨¦ de avellanas; madame crocambuche; globo de algod¨®n de az¨²car con polvo de menta y la piruleta de Heart.
La discoteca, cuarto y ¨²ltimo acto
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BMANUDHZD5VSNYEYXWTY3JH7GA.jpg?auth=b9039bb46b688c2ddb6ed282c1fb7289cefd4e600921a27c13720b045f629f2f&width=414)
A medida que la cena y el espect¨¢culo conclu¨ªan, la m¨²sica y los decibelios sub¨ªan de temperatura. De una forma natural, algunos de los actores invitaban a la pista a los comensales. Aquellos que se levantaban jam¨¢s volv¨ªan a sentarse. Con una celeridad indescriptible el personal de sala iba levantando las mesas hasta que el comedor, ya vac¨ªo, acab¨® convertido en discoteca. Nunca he asistido a una mutaci¨®n semejante.
La m¨²sica electr¨®nica me aturd¨ªa al tiempo que la pista se atiborraba con gente que desde minutos antes hac¨ªan cola para entrar en la puerta. Ascendimos hasta la planta alta y a la vista del nuevo escenario Albert Adri¨¤ nos esboz¨® el juego especulativo que implica a los DJ y condiciona el ¨¦xito de las fiestas nocturnas ibicencas. ¡°Despu¨¦s de varios a?os aun no sabemos como se manejan¡±, me coment¨®. ¡°Cada noche el programa musical var¨ªa. Hoy contamos con TheMartinezBrothers (@themartinezbros) como invitados¡±. Desde cualquier perspectiva, un territorio ajeno a mis comentarios. El reloj marcaba las 1,30 de la madrugada cuando nos retir¨¢bamos tan aturdidos como impresionados, la noche comenzaba en la isla.
![PATA DE JAM?N 5J, EN EL COMEDOR / CAPEL](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HMDTRHPR5NS2NLXV6VL7OELUCE.jpg?auth=9005d3443df7b48cefbc6b05f1721bd344081fc37acce6769d9a94b804ecad5e&width=414)
Heart Ibiza no es un restaurante con espect¨¢culo, ni tampoco un circo del siglo XXI ilustrado con tapas de dise?o. Desde mi punto de vista constituye un ejercicio de creatividad apabullante que une la cocina de los hermanos Adri¨¤ con el espect¨¢culo del Circo del Sol y la complicidad interactiva de los comensales. O, dicho de otra manera, representa la integraci¨®n de un men¨² de alta cocina, largo y estrecho, abundante en sensaciones gastron¨®micas, dentro de una deslumbrante coreograf¨ªa, generosa en tecnolog¨ªas de imagen y sonido. ?Acaso no existe un paralelismo entre la plataforma Netflix, fusi¨®n de las tecnolog¨ªas digitales con el arte del cine, y Heart Ibiza que vincula la alta cocina con un escenograf¨ªa que pod¨ªamos denominar high-concept? Hace dos a?os asist¨ª al mismo espect¨¢culo. Lo que recuerdo de entonces no tiene nada que ver con la versi¨®n muy mejorada de 2018, un relato, musical, gastron¨®mico y participativo.
Heart Ibiza es fruto de la amistad y colaboraci¨®n entre Albert y Ferr¨¢n Adri¨¤ y Guy Lalibert¨¦, fundador del Cirque du Soleil. Cada noche alberga a 200 comensales al precio de 220 euros, por persona. Para poner a punto el entramado se requieren 38 cocineros y otros tantos camareros, aparte de los 40 artistas que intervienen cada semana. Un laberinto terriblemente complejo y costoso. S¨ªgueme enTwitter: @JCCapel y en Instagram: jccapel
![LA SALA COMEDOR / CAPEL](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/O3IY34FOCV7G7DC6NQATQPOE7U.jpg?auth=d9b05d033d1d95c80563e790362ce1a44d488ab7afbc405b4a7c8a67cc3075b4&width=414)
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SZNPER4G5GJADCLHFPUHZHQRFY.jpg?auth=7786138d24e546e732d4c13c382978449b2b2a332c40f83047402c6ec2310c7a&width=414)
![CANGREJO REAL / CAPEL](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/R2SGJVLEMCNJI74ESDXZ74U6WY.jpg?auth=889cc442e6826927f17eddf66316e3a692d16dfce9958d82e2cb90feab4d187c&width=414)
![CALDERETA DE BOGAVANTE / CAPEL](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JXXU3BUAXXMDNA4JFSTHDLKTVU.jpg?auth=e1f4171cdaddd3b9d287c768798e5bf7a6de9e6d89e2fe5ff0c043b5b0306f15&width=414)
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BZXP2PP36PFFB6PNO32OD2MBZU.jpg?auth=451af8b8ff5ca52bfd6e4fc6c7d6c73193eab2fc418ed63968d602dd2aa8f24a&width=414)
![JOS? CORRALIZA, POL PERELL? Y ALBERT ADRI? / CAPEL](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6HU6PSELYG5N2AW2MI366N2JTI.jpg?auth=b3b44eda7cc20eb37770a956c8973fe3fb38de45d55e7e2e034593f46ea13615&width=414)
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Sobre la firma
![Jos¨¦ Carlos Capel](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F3dc5a265-7adc-43ad-803a-933046901a9f.png?auth=7076d5c6fcc36a343b1c6b3331bf40f03629b2fe112b0adaf1719aab761877e9&width=100&height=100&smart=true)