Casado no es Salvini
Cada uno tendr¨¢ que escoger qu¨¦ prefiere perder: votantes, mensaje o principios
No, Pablo Casado no es el Salvini ni el Le Pen espa?ol. No lo es porque no lidera un partido nacido al calor del discurso antiestablishment, sino que preside precisamente al que mejor representa la idea de ¨¦lite atada al poder. Corresponsable, entre otras cosas, de la pol¨ªtica migratoria y de integraci¨®n europea que ha seguido Espa?a en las ¨²ltimas d¨¦cadas. ?Ha sopesado esto Casado detenidamente, antes de lanzarse al ruedo de la inmigraci¨®n, de las cr¨ªticas a la UE?
Probablemente, s¨ª. Como tambi¨¦n lo hicieron los partidos hom¨®logos del PP en Francia, en Italia, en Holanda o en Hungr¨ªa. Esperando recoger as¨ª los beneficios de los que parece disfrutar la nueva extrema derecha europea. So?ando, quiz¨¢s, que mimetizando parte de su discurso podr¨ªan cortar su avance.
Pero cuando un partido conservador tradicional adquiere mensajes propios de la derecha antiestablishment corre el riesgo de legitimarlos para que luego el votante interesado escoja al original antes que la copia. Sobre todo porque resulta dif¨ªcil desligar el car¨¢cter anti de la posici¨®n en el asunto concreto. Y claro, una formaci¨®n con pasado establecido no puede venderse de manera cre¨ªble como cambio radical.
Lo cual le plantea un dilema aparentemente irresoluble al conservadurismo europeo: si no alzamos la voz contra la inmigraci¨®n, llegar¨¢ un emprendedor pol¨ªtico que lo haga por nosotros. Si lo hacemos, seremos nosotros quienes le estemos abriendo la puerta. Uno del que tambi¨¦n participa la socialdemocracia, por cierto: no son pocos los antiguos votantes de centro-izquierda que ahora exploran otros horizontes pol¨ªticos.
?Qu¨¦ hacer, pues? ?Callar o quejarse? La tercera opci¨®n, colocarse en el extremo opuesto a la nueva derecha y abogar por sociedades abiertas, con criterios de justicia social, encaminadas a superar la idea de naci¨®n como sujeto ¨²nico de inter¨¦s y toma de decisiones, se entiende como una renuncia a ciertos segmentos del electorado que solo est¨¢n dispuestos a aceptar posiciones de corte nacionalista. As¨ª que cada uno tendr¨¢ que escoger qu¨¦ prefiere perder: votantes, mensaje o principios. @jorgegalindo
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