Aprendiendo a ser humano
La filosof¨ªa es, cuando menos, patrimonio potencial de toda la humanidad
El lunes 13 de agosto, en el mismo Palacio del Pueblo de Pek¨ªn que el pasado octubre reun¨ªa a 2.300 delegados del XIX congreso del partido comunista, se inaugur¨® el XXIV Congreso Mundial de Filosof¨ªa, que se celebra con periodicidad quinquenal desde hace m¨¢s de un siglo, y en esta ocasi¨®n con participaci¨®n de casi 9.000 ponentes de todo el mundo. La pen¨²ltima edici¨®n (2008) tuvo lugar en Se¨²l, y la ¨²ltima (2013) en Atenas, inmersa entonces en una tremenda crisis econ¨®mica social y humanitaria. Regreso pues a Asia desde la ciudad que encarna paradigm¨¢ticamente la filosof¨ªa con arranque en Tales de Mileto, aceptando as¨ª que el peso del gran pensamiento griego en la aventura de la humanidad se mide por su capacidad de ser incorporado por culturas marcadas por otras formas de simbolizaci¨®n y de conocimiento.
El t¨ªtulo general del congreso es Aprendiendo a ser humano, un gui?o a la concepci¨®n del objetivo final de la filosof¨ªa, que no consistir¨ªa en aprender a morir (como suele decirse evocando a S¨®crates), sino en aprender a vivir en conformidad a la enorme riqueza potencial que encierran las facultades de raz¨®n y de lenguaje, de las cuales la filosof¨ªa ser¨ªa (junto al arte y la ciencia) expresi¨®n mayor. En este congreso de Pek¨ªn hay numerosas secciones dedicadas al pensamiento con ra¨ªz en India, el Islam o la propia China. Y obviamente se plantean tambi¨¦n todos los problemas que, desde las hip¨®tesis sobre el fundamento del orden natural avanzadas por la f¨ªsica embrionaria de los j¨®nicos, hasta las subversivas conjeturas de la ciencia actual, pasando por los grandes interrogantes sobre los principios de la moralidad y la pol¨ªtica, han atravesado la reflexi¨®n de Occidente.
Dada tal diversidad, el lector tiene todo el derecho a preguntarse: ?qu¨¦ unifica a todos esos miles de participantes de tan diferentes or¨ªgenes, lenguas y culturas? ?Hablan realmente de lo mismo? Y en tal caso, ?qu¨¦ es eso de lo que hablan? La respuesta es desde luego ardua y posiblemente no hay acuerdo en el seno mismo de los que proyectaron el congreso.
Para unos, la filosof¨ªa es una disposici¨®n universal del esp¨ªritu, cuyo fondo invariante toma forma diferente en cada gran civilizaci¨®n, de tal manera que cabr¨ªa hablar de una filosof¨ªa china o hind¨² frente a una filosof¨ªa propia a las culturas de ra¨ªz griega.
Para otros la filosof¨ªa propiamente dicha tiene arranque en las costas de Jonia y en la lengua griega, y aparece como resultado de interrogantes surgidos de la reflexi¨®n sobre la naturaleza, pero que no tienen respuesta posible ateni¨¦ndose a la ciencia natural, pues partiendo del ser de las cosas acaba surgiendo la cuesti¨®n del ser del hombre. As¨ª, aunque todas las civilizaciones se interroguen sobre el ser humano, su origen y su destino, la singularidad griega residir¨ªa en este hecho de que tal interrogaci¨®n surja como resultado de una reflexi¨®n sobre el orden natural, de manera que la filosof¨ªa se sit¨²a de inmediato como reflexi¨®n posterior: viene tras la f¨ªsica. Pero esta disciplina con origen geogr¨¢fico, temporal y ling¨¹¨ªstico, ha demostrado (desde el aristotelismo ¨¢rabe a este mismo congreso de Pek¨ªn) que efectivamente arraiga all¨ª d¨®nde simplemente hay otra civilizaci¨®n y otra lengua que la acogen. Por ello, aunque s¨®lo una parte de los presentes en Pek¨ªn identifica la filosof¨ªa a lo que surge de los pensadores griegos, cabe decir que para todos ellos la filosof¨ªa es, cuando menos, patrimonio potencial de la entera humanidad.
Que esta riqueza potencial pase a ser riqueza en acto, depender¨¢ en gran parte de circunstancias sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas. Pero, testimonio de la resistencia del esp¨ªritu, la filosof¨ªa surge a veces all¨ª d¨®nde ni siquiera se cumple la exigencia que Arist¨®teles pon¨ªa para la pr¨¢ctica de las actividades cabalmente humanas, a saber: la libertad, como expresi¨®n de que est¨¢ ya resuelto todo lo relativo, no ya a la subsistencia, sino a la pulcritud y hasta belleza del entorno.
Y as¨ª de Pek¨ªn a Santo Domingo y de Atenas a Malabo o Puerto Pr¨ªncipe (d¨®nde Yves Dorestal y equipo mantienen su admirable empe?o filos¨®fico en la Escuela Normal Superior), la reivindicaci¨®n de la filosof¨ªa forma parte de la reivindicaci¨®n esencial de una comunidad humana. Pues las dificultades en el combate por la dignidad pol¨ªtica y econ¨®mica no deben servir de coartada para renunciar a una de las pr¨¢cticas en las que el hombre se reconoce como ese animal singular que no se halla exclusivamente determinado por el instinto de supervivencia. A veces la filosof¨ªa se asemeja a la flora parietaria, hiedra (escrib¨ªa Marcel Proust) ¡°a la que basta un rayo de luz para nacer¡±.
V¨ªctor G¨®mez Pin es catedr¨¢tico em¨¦rito de la UAB.
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