Londres celebra su diversidad
El carnaval de Notting Hill, que ha sobrevivido a la gentrificaci¨®n y la violencia, refleja una urbe mestiza y vital
Mucho antes de la pel¨ªcula de Hugh Grant y Julia Roberts que populariz¨® el barrio londinense en todo el mundo, Notting Hill ya hab¨ªa padecido los efectos de una gentrificaci¨®n galopante. De hecho, la BBC se preguntaba hace unos a?os si Portland Road, una de las arterias del barrio, "era la calle m¨¢s gentrificada de todo Reino Unido". Contaba la historia de una pareja que compr¨® una casa en 1968 por 11.750 libras ¡ªante el esc¨¢ndalo de sus familiares que pensaban que se hab¨ªan vuelto majaretas por ir a vivir ah¨ª¡ª y que 44 a?os m¨¢s tarde estaba valorada en dos millones.
Notting Hill era donde se instalaban los perdedores de la Revoluci¨®n Industrial ¡ªen el siglo XIX, dos de cada tres habitantes eran pobres¡ª y despu¨¦s los inmigrantes que llegaban con lo m¨ªnimo a la gran ciudad. Ahora, paseando por sus calles inmaculadas entre jardines privados y coches de lujo, nadie dir¨ªa que una vez fue una de las peores zonas de Londres. Pero, dos d¨ªas cada a?o desde 1966, ese pasado resurge en forma del carnaval caribe?o de Notting Hill, uno de los grandes festivales callejeros europeos, al que asiste en torno a un mill¨®n de personas. Ha logrado sobrevivir a la gentrificaci¨®n, a la violencia (ha habido cinco muertos en incidentes desde 1987 y este a?o se presentaba especialmente tenso por temor a los ataques con cuchillos) y a la presencia masiva de turistas, que se resisten a dejarse llevar por la paranoia que se encargan de difundir los tabloides cada a?o.
Ya no es el barrio caribe?o que fue, pero el carnaval es un espect¨¢culo descomunal, incluso para aquellos que se mueven como peces fuera del agua entre las masas, los pubs llenos hasta la bandera y el rugido atronador de los camiones cargados hasta los topes de altavoces, que marcan el ritmo a los cortejos que les siguen. El carnaval se ha convertido en uno de los s¨ªmbolos de la pujante diversidad de una urbe mestiza, que han construido personas provenientes de todo el planeta. Sirve tambi¨¦n para recordar ¡ªalgo necesario en los tiempos del Brexit y del UKIP¡ª que la riqueza de una sociedad se basa en su capacidad para construir y crear desde la mezcla (y tambi¨¦n para divertirse).
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