Sin Lula, el voto vale todav¨ªa menos

Al impedir que Luiz In¨¢cio Lula da Silva pueda presentarse a las elecciones de octubre, el Tribunal Superior Electoral ha a?adido otra capa a la frase del compositor Tom Jobim: ¡°Brasil no es para principiantes¡±. Pero si no es para principiantes, tampoco es para profesionales. Solo con esta alerta se puede intentar entender que una ley nacida del deseo de la poblaci¨®n y apoyada por la izquierda haya bloqueado la candidatura del pol¨ªtico que encabeza los sondeos. En prisi¨®n desde abril, Lula tiene casi el 40% de la intenci¨®n de voto. Sacarlo de la disputa se ha convertido en la mayor intervenci¨®n del poder Judicial en unas elecciones desde que el pa¨ªs volvi¨® formalmente a la democracia. Y a?ade un cap¨ªtulo decisivo a la progresiva instalaci¨®n de una democracia sin pueblo.

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Editorial | El legado de Lula

La justicia brasile?a anula la candidatura presidencial de Lula

Por la Ley de Ficha Limpia una persona no puede ser candidata si ha sido condenada por un colegio de jueces, aunque todav¨ªa pueda recurrir. Quienes participaron activamente para aprobar la ley entend¨ªan que la medida bastar¨ªa para proteger a los ciudadanos de la venganza personal de un juez o de acuerdos ajenos a la justicia. Sin embargo, el Brasil actual y el comportamiento del grupo que conden¨® a Lula han mostrado que los militantes por la moralizaci¨®n de la pol¨ªtica pueden haber sido ingenuos. Lula fue condenado en segunda instancia a una velocidad anormal para la conocida lentitud de la justicia brasile?a y con pruebas demasiado fr¨¢giles. Quiz¨¢ no exista una instancia que garantice justicia en el panorama judicial brasile?o, en el que hasta magistrados de la Suprema Corte comentan casos antes del juicio y confraternizan con los investigados.

Esta escisi¨®n entre ley y justicia agrava el momento brutal de Brasil. Formalmente todo parece suceder dentro de la ley, como apartar a la presidenta Dilma Rousseff del poder al que lleg¨® por votaci¨®n e impedir que Lula vuelva al poder por votaci¨®n. Para una parte de los brasile?os, sin embargo, estos movimientos dentro de la ley no suenan a justicia. Al contrario. Hacen que su voto valga todav¨ªa menos y la crisis de la democracia se ampl¨ªe. Con Lula fuera de la disputa, el favorito es el candidato de extrema derecha, Jair Bolsonaro, que muestra en cada declaraci¨®n cu¨¢nto desprecia la democracia y proclama que su h¨¦roe es uno de los peores torturadores de la dictadura. No es casualidad ni coincidencia que el beneficiado por la democracia sin pueblo sea quien representa el autoritarismo sin disimulo.

Como Brasil no es ni para principiantes ni para profesionales, el d¨ªa en que impidieron la candidatura de Lula, su posible sustituto del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad, ped¨ªa votos en compa?¨ªa de pol¨ªticos que tuvieron un papel decisivo en la destituci¨®n de Rousseff. Algunos a quienes d¨ªas atr¨¢s el partido denominaba ¡°golpistas¡± hoy son de nuevo ¡°aliados¡±. Si es dif¨ªcil ser candidato en Brasil, mucho m¨¢s dif¨ªcil es ser elector. Pero cuando ¡°el pueblo vota mal¡±, lo llaman ¡°ignorante¡±.

Traducci¨®n de Meritxell Almarza.