Las mejores intenciones de Andy y Lucas

La semana pasada, en uno de sus conciertos, el grupo musical Andy y Lucas sac¨® al escenario un cartel con las fotos de varios ni?os y j¨®venes asesinados o desaparecidos con un lema, el de Justicia Ya. Estaban los hijos de Ruth Ortiz, asesinados por Jos¨¦ Bret¨®n, condenado a 40 a?os de c¨¢rcel. Estaba Mari Luz Cort¨¦s, asesinada por Santiago del Valle, condenado a 22 a?os de prisi¨®n. Miguel Carca?o, asesino de Marta del Castillo, cuyo cuerpo sigue sin aparecer, fue condenado a 21 a?os de c¨¢rcel. Por el asesinato de Anabel Segura, Emilio Mu?oz Guadix y C¨¢ndido Ortiz fueron condenados a 40 a?os de c¨¢rcel (Mu?oz sali¨® de prisi¨®n tras cumplir 18 a?os; Ortiz muri¨® de un infarto cuando llevaba 14 a?os en la c¨¢rcel). Sandra Palo fue violada, atropellada varias veces y quemada viva en 2003; s¨®lo sigue en la c¨¢rcel Francisco Javier Astorga Luque, el ¨²nico mayor de edad (el resto cumpli¨® condena en centros de menores). Estaba Diana Quer, cuyo asesino confeso permanece encarcelado a la espera de juicio, como la asesina de Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada.

Todos ellos, salvo los desaparecidos Yeremi Vargas y Madeleine McCann, han tenido o tendr¨¢n justicia. Es conocido, porque lo han recordado ellos, que Andy y Lucas no hacen pol¨ªtica; no porque sean ¨¢ngeles sin sexo, sino por dinero: Lucas aclar¨® que los contratan todos los Ayuntamientos. Hacer cosas por dinero est¨¢ muy bien ¡ªyo mismo estoy haciendo ahora una¡ª, pero hasta eso tiene sus l¨ªmites. Como disfrazar de apoyo a los ni?os asesinados una reforma del C¨®digo Penal para no mojarse mucho. Si todos los ni?os de su cartel han tenido o tendr¨¢n justicia, la petici¨®n de Andy y Lucas s¨®lo puede referirse a que se han encarcelado a inocentes, o que la actual justicia no vale y deber¨ªa implantarse la cadena perpetua, que ya desearon en su momento para los asesinos de Marta del Castillo. El cartel era una propuesta pol¨ªtica para la que ni siquiera hubo coraje de defenderla por su nombre; propuesta que muchos padres apoyan y otros quiz¨¢s no, y para la que algunos, como los de Gabriel, prefieren ser consultados.

M¨¢s all¨¢ de la respuesta y posteriores disculpas del d¨²o, detr¨¢s de todo est¨¢ una mezcla explosiva habitual en el negocio de los buenos sentimientos; a veces uno se pone a esquivar charcos mientras se va metiendo en el mar. Y las buenas intenciones, tambi¨¦n cuando provienen de buenas personas, no se subcontratan a terceros. Al menos sin permiso.