Ascensor

Hay quien dice que algunos sitios est¨¢n como pensados para que de ellos salga lo peor del ser humano, que yo creo que son las obviedades. Ese sitio maldito es para m¨ª el ascensor. Quiz¨¢s alg¨²n antrop¨®logo me pueda demostrar con datos que no. Pero lo dudo.

Veamos y analicemos con frialdad. Y tomemos una frase:

¡ªEl tiempo est¨¢ loco.

Yo siempre me quedo sin argumentos cuando oigo que alguien dice la frase. Lo suele hacer, adem¨¢s, mirando al techo del aparato y sin esperar respuesta.

Acostumbra a ser el final de una perorata, o de una discusi¨®n llevada sin aparente agresividad por sus part¨ªcipes. Y suele estar relacionado con alguna proposici¨®n tan interesante como:

¡ªYa estamos en septiembre y no ha ca¨ªdo una gota.

Es fuerte. Pero es as¨ª. Ante tama?a muestra de arrojo en el di¨¢logo, algunos tienden a mostrar un m¨¢s que razonable deseo de utilizar las estad¨ªsticas que probar¨ªan que es muy frecuente que hacia el 6 de septiembre haya llovido poco en Espa?a. Otros se quedan pensativos y se preguntan si esa es una prueba m¨¢s de lo que ya es m¨¢s que indudable: el cambio clim¨¢tico.

Yo veo m¨¢s prueba de ello en la frase de un campesino de Bustarviejo:

¡ªHay que ver el sol, que ten¨ªa que ofender y consuela.

Pero eso no lo dice nadie en el ascensor, porque no nos conduce m¨¢s que a una observaci¨®n cotidiana.

La gente que dice lo de que el tiempo est¨¢ loco suele ser la misma que suelta de sopet¨®n cosas como:

¡ªA Willi Toledo le van a meter en la c¨¢rcel por poner en cuesti¨®n el sistema.

De la respuesta a semejante afirmaci¨®n van a depender muchas cosas importantes.

Desde luego, la cordura de la v¨ªctima. Porque es una v¨ªctima, sin duda, de esa perversa estrategia que no busca la discrepancia sino soltar una frase y dejarla ah¨ª, desvalida, a ver si la quiere alguien.

Pero hay mucho m¨¢s en juego. La cordura de alguien es un asunto individual, al fin y al cabo. Lo peor es si la proposici¨®n tiene eco, es decir, si sale del ascensor y es repetida por m¨¢s gente cada vez:

¡ªEspa?a no es una democracia. Willy Toledo y Quim Torra lo prueban.

El ascensor es igual d¨®nde est¨¦. Pero no sabemos si sus ocupantes est¨¢n preparados para digerir el aserto.

Yo creo que no tendr¨ªa los arrestos necesarios para discutir una frase tan terminante. Y entonces guardar¨ªa silencio, como siempre. Eso s¨ª, dejar¨ªa para el ascensor lo escuchado ah¨ª adentro¡­

¡ªEl tiempo est¨¢ loco.