Borrascas

La rueda dentada del tiempo, que empieza a rodar en septiembre, une el destino de las personas y animales al ciclo agrario de las semillas, los frutos y las cosechas. Aunque el oto?o es una estaci¨®n melanc¨®lica llena de colores delicados, no obstante, suele regalar al planeta una cadena de tifones, huracanes y otros cataclismos, pero estas convulsiones de la naturaleza, a la hora de producir terribles da?os, no son nada si se comparan con las que causan las borrascas desencadenadas en el cerebro de algunos l¨ªderes mundiales. Las tormentas m¨¢s peligrosas no son las que produce la atm¨®sfera, sino las que se generan dentro del cr¨¢neo de Donald Trump, de Kim Jong-un o de Vlad¨ªmir Putin, puesto que sus nefastas consecuencias pueden ser planetarias e irreversibles. A veces este meteoro cerebral tambi¨¦n se da en pol¨ªticos de poca monta. Ah¨ª est¨¢n Quim Torra y Carles Puigdemont, l¨ªderes de tercera regional, cuyo cerebro inane, precisamente por su mediocridad, es capaz de desencadenar una gran tragedia en su peque?o pa¨ªs debido a la emoci¨®n incontrolada de un ideal que bulle bajo su cuero cabelludo. El oto?o tambi¨¦n es una estaci¨®n en la que junto al ciclo agrario comienza el curso pol¨ªtico y cultural. En plena vendimia se producir¨¢ la Diada de Catalu?a y, sobre su multitudinaria manifestaci¨®n de estilo coreano exigiendo la independencia, pasar¨¢n las bandadas de tordos, garzas y torcaces hacia el sur cuyos gritos en el aire se sumar¨¢n al que producen los alumnos en los patios de los colegios e institutos con el reencuentro despu¨¦s de las vacaciones. Los a?os se miden por cosechas. A las uvas doradas de la vendimia seguir¨¢ la sementera; luego germinar¨¢ el trigo, que se segar¨¢ en verano, pero el ciclo de la naturaleza entre el vino y el pan podr¨ªa quedar arrasado por la borrasca cerebral de algunos pol¨ªticos inestables.