Lady Gaga, camino de un Oscar
La prensa cinematogr¨¢fica americana est¨¢ convencida de que ha nacido una nueva estrella del celuloide y dan por hecho que estar¨¢ nominada
Pocas veces un t¨ªtulo es tan apropiado, tan literal. Ha nacido una estrella, la nueva versi¨®n de la pel¨ªcula que protagonizaron Janet Gaynor en 1937, Judy Garland en 1954 y Barbra Streisand en 1976, y que marc¨® la carrera de las tres actrices, es ahora la carta de presentaci¨®n de la cantante Lady Gaga en Hollywood. Despu¨¦s de su paso por Venecia y con su estreno en el Festival de Toronto, la prensa cinematogr¨¢fica estadounidense est¨¢ convencida de que es as¨ª, de que ha nacido una nueva estrella del celuloide y dan por hecho que estar¨¢ nominada al Oscar.
Comienza un nuevo cap¨ªtulo en la historia de la artista que no ha dejado de transformarse en la ¨²ltima d¨¦cada. ¡°Todo el mundo sabe que tiene un talento divino como cantante, y fue capaz de usarlo para la interpretaci¨®n. Si quiere seguir por este camino, yo habr¨¦ tenido la suerte de ser parte de su historia como actriz¡±, dice en una entrevista reciente en Los Angeles Times su compa?ero de reparto, el actor Bradley Cooper.
El int¨¦rprete, que tambi¨¦n debuta como director en Ha nacido una estrella, no solo ser¨¢ parte de su carrera en el cine, sino culpable de que la cantante cumpla un sue?o que, dice, ten¨ªa desde ni?a. De hecho, creci¨® obsesionada con Judy Garland, y ensay¨® mil veces su discurso de agradecimiento al Oscar envuelta en una manta como si fuera un vestido de gala.
Con 17 a?os entr¨® la escuela de Lee Strasberg y despu¨¦s en la universidad de Nueva York. La m¨²sica era su mundo, pero se imaginaba compagin¨¢ndola con la interpretaci¨®n, en teatro. Lo intent¨® y, sin embargo, no consegu¨ªa ni siquiera audiciones. Abandon¨® y fue cuando empez¨® su carrera personal, de bar en bar, arrastrando su piano y sus letras.
Casi como le pasa a esta Ally que interpreta en Ha nacido una estrella. Un papel para el que tambi¨¦n tuvo que pasar por una prueba de casting. Cooper estaba convencido, pero algunos ejecutivos del estudio, no. La citaron, cant¨®, actu¨® delante de todos y tardaron segundos en decidirlo. Las cr¨ªticas ahora les dan la raz¨®n y Gaga sonr¨ªe y llora ante la prensa.
Un escenario muy distinto el que se le plantea a la cantante ahora comparado con el que ve¨ªa justo hace un a?o. Entonces, tambi¨¦n en el Festival de Toronto, presentaba el documental en el que abri¨® al mundo su dolor, sin m¨¢scara, sin maquillaje, vulnerable. Marcaba con aquella pel¨ªcula un nuevo cap¨ªtulo en su vida, dijo, y daba el adi¨®s definitivo a los disfraces y las excentricidades. Semanas despu¨¦s cancelaba su gira, confesando que sufr¨ªa fibromialgia. Estaba agotada. Pero ya hab¨ªa rodado la pel¨ªcula y ahora nace, renace, convertida en estrella de cine.
Una estrella de hoy, que habla abiertamente de sus inseguridades y de c¨®mo agradece que Bradley Cooper le hiciera quitarse el maquillaje ante su c¨¢mara para mostrarse tal y como es. ¡°Me puso en el lugar en el que necesitaba estar, porque cuando mi personaje habla de lo fea que se siente, es real para m¨ª¡±, ha dicho recientemente.
¡°?La Lady Gaga que la gente conoce? No la ver¨¢n [en la pel¨ªcula]¡±, dice Susan Beaton, su profesora de interpretaci¨®n, que tambi¨¦n trabaja con Nicole Kidman o Juliette Binoche.
Sus inseguridades siguen, el dolor tambi¨¦n, pero Gaga ha decidido reorientarlo en este nuevo camino. En diciembre vuelve a los escenarios con una residencia en Las Vegas y est¨¢ m¨¢s que abierta a seguir en el cine. Pero no lo har¨¢ por salir en pantalla sin m¨¢s. ¡°Quiero contar grandes historias que salgan de dentro de m¨ª, del dolor de verdad, de emociones reales, de mi vida real¡±.
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