El modelo sueco
Obsesionados con ignorar a la ultraderecha, los partidos tradicionales han ignorado tambi¨¦n a los potenciales votantes de esta
Se desnudaron en nuestras playas antes que nosotros. Rompieron estereotipos est¨¦ticos en literatura, decoraci¨®n o m¨²sica, quitando vestimentas y buscando la belleza simple. Tambi¨¦n en pol¨ªtica. Mientras el mundo se perd¨ªa en enfrentamientos ideol¨®gicos est¨¦riles, los suecos abrieron una v¨ªa intermedia entre el socialismo y el capitalismo.
Los suecos crearon el Estado de bienestar que los dem¨¢s so?amos tener un d¨ªa. Por ejemplo, con educaci¨®n gratis de los cero a?os a la Universidad y bajas de paternidad de 480 d¨ªas por hijo ¡ªa repartir de forma paritaria entre padres y madres¡ª.
Pero, tras el ascenso de la ultraderecha en las elecciones del domingo, el modelo sueco se ha resquebrajado. ?C¨®mo es posible que, en el pa¨ªs donde los trabajadores gozan de mayores niveles de protecci¨®n se vean seducidos por los cantos de sirena de pol¨ªticos antiglobalizaci¨®n, euroesc¨¦pticos y xen¨®fobos?
La respuesta no hay que buscarla en Internet. La ultraderecha no ha crecido gracias a la propagaci¨®n del ideario populista global en las redes sociales. A Suecia han llegado las posverdades del Brexit y Trump. Y en sus cavernas online reverberan las fake news ligando inmigraci¨®n y criminalidad. Pero los Dem¨®cratas Suecos se han beneficiado m¨¢s de la acci¨®n de gobierno de los partidos tradicionales que de su propio activismo.
Los socialistas, verdes, conservadores, liberales, centristas y democristianos han gestionado la crisis econ¨®mica de forma efectiva, recibiendo el aplauso internacional. Desde 2009, la econom¨ªa sueca ha crecido a un ritmo medio de casi el 3%. Y el paro es del 6%.
Pero las distintas coaliciones que han gobernado el pa¨ªs no han sabido hacer frente a dos amenazas que, reales o ficticias, perciben muchos trabajadores suecos, sobre todo varones. Primero, el cambio tecnol¨®gico y la consecuente automatizaci¨®n de puestos de trabajo. Segundo, la llegada de inmigrantes. S¨®lo en 2015, Suecia, con 10 millones de habitantes, dio acogida a 163.000 refugiados. Imaginemos que Espa?a hubiera dado asilo a 700.000 en un a?o. ?Cu¨¢l habr¨ªa sido la reacci¨®n de nuestros pol¨ªticos y comentaristas a tal ¡°avalancha¡±?
Hist¨®ricamente, la tecnolog¨ªa y la inmigraci¨®n han sido esenciales para el ¨¦xito del modelo sueco. Pero hay que explicarlo. Y, obsesionados con ignorar a la ultraderecha, los partidos tradicionales han ignorado tambi¨¦n a los potenciales votantes de esta. @VictorLapuente
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