¡®El internado¡¯| Cuando tu hija empieza P3 o lo que universalmente se conoce como ¡®cole de mayores¡¯
El cambio de ciclo implica un cambio vital importante para todos. Nuevos espacios, nuevos m¨¦todos... y nuevas gentes
Hay esperas que se hacen eternas, como sabr¨¢ cualquier fan de Juego de tronos ansioso por la nueva novela de George R.R. Martin o, si nos ponemos m¨¢s prosaicos y menos dragoniles, como cualquiera que espera la devoluci¨®n de la renta. Pero los padres sabemos que hay una espera a¨²n m¨¢s dilatada: en verano, el espacio-tiempo se desacelera y se expande hasta el infinito mientras no llega el principio de curso.
Porque la paradoja nos afecta a (casi) todos: nos pasamos el a?o esperando las vacaciones para disfrutar de nuestros hijos full time y luego a la mitad de agosto ya contamos los d¨ªas para que vuelvan al cole y su energ¨ªa se regule.
As¨ª que aqu¨ª estamos otra vez, insert coin en la nueva partida escolar (y ya puedes tener monedas, porque seg¨²n colegio y curso, llegan de golpe los libros, el material, el uniforme si es que lo usan, las extraescolares...). En nuestro caso, la ni?a empieza P3, lo que en nomenclatura infantil se conoce universalmente como colegio de mayores.
En este curso, ella no tendr¨¢ deberes, pero nosotros s¨ª. Con todos los informes, fichas y autorizaciones que hemos tenido que rellenar, si alg¨²n d¨ªa se dedica a la pol¨ªtica y los periodistas le piden documentaci¨®n, podr¨¢ demostrar tranquilamente que ha cursado P3.
El cambio de ciclo implica un cambio vital importante para todos. Nuevos espacios, nuevos m¨¦todos... y nuevas gentes.
Porque los cr¨ªos se tienen que adaptar a nuevos cr¨ªos, pero a nosotros tambi¨¦n nos tocan nuevos adultos. En la t¨ªpica reuni¨®n de padres de pretemporada, sentados en sillas infantiles, mir¨¦ a las otras personas, intentando adivinar el futuro. De todos estos, ?qui¨¦nes ser¨¢n nuestros mejores amigos escolares? ?A qui¨¦n criticaremos despu¨¦s en el parque? ?C¨®mo lo resolveremos si los padres de un supuesto ni?o-broncas no reconocen el lado oscuro de su peque?o mat¨®n? ?Podremos continuar manteniendo las amistades creadas en la escuela infantil o les seremos infieles con estos reci¨¦n llegados? Y la pregunta vital: ?cu¨¢ndo abandonamos el WhatsApp de padres del a?o pasado y montamos uno nuevo con estos, para poder quejarnos del grupo de WhatsApp?
Por lo menos, todas las profesoras parecen encantadoras y nos transmiten que, chorradas aparte, hemos llegado a un buen centro, donde nuestra criatura se formar¨¢ como una persona feliz y equilibrada.
Y eso es justo lo que necesitamos todos para compensar emocionalmente la vuelta al bullicio, a no olvidarse nada preparando la mochila, a los pasillos llenos de padres que van lentos y de ni?os que caminan en plan kamikaze en una direcci¨®n que solo ellos entienden, a las clases llenas de ni?os llorando... y a la segunda parte de la paradoja paternal. Porque es salir por la puerta y empezar a echar de menos a tu peque, pas¨¢ndote medio d¨ªa pensando: ¡°?qu¨¦ estar¨¢ haciendo ahora?¡±
Os deseo a todos una adaptaci¨®n r¨¢pida (las profesoras siempre dicen que a los cinco minutos se les pasa), y sobre todo, un buen curso.
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