Operaci¨®n Bikini en el currr¨ªculum de Albert Rivera

En una prehistoria lejana, en el universo previo al de estos d¨ªas, sol¨ªa ser un honor poder a?adir m¨¢sters y otros t¨ªtulos al curr¨ªculum de cualquiera que se preciara de formarse. Pero el hurac¨¢n que ha tumbado ya a Cristina Cifuentes, a Carmen Mont¨®n y que amenaza a Pablo Casado se ha enredado ahora sobre otro protagonista sorpresa, Albert Rivera, obligado de pronto a adelgazar el suyo. Si el l¨ªder de Ciudadanos hab¨ªa aprovechado la corriente para abrir la puerta mientras el Gobierno intentaba cerrarla y protegerse, ahora es ¨¦l a quien le ha pillado el portazo. Los dedos duelen.

Cuesta creer que solo hayan pasado tres d¨ªas desde que Carmen Mont¨®n dimiti¨®. Pero los tiempos pol¨ªticos se han acelerado y el Florence parece haber tocado tierra no en Carolina del Norte, sino en Madrid. Mont¨®n se vio obligada a dimitir el mi¨¦rcoles tras hacerse p¨²blicos los privilegios con las que obtuvo el m¨¢ster en la Universidad Rey Juan Carlos. Haciendo de la necesidad virtud, el Gobierno intentaba el jueves levantar cabeza y exhibir al menos su intolerancia cero contra las irregularidades frente al modelo de Pablo Casado, que se aferra al cargo y al m¨¢ster que la justicia investiga. Pero no hubo oportunidad. El l¨ªder de Ciudadanos cambi¨® el foco y lo situ¨® sobre la tesis de Pedro S¨¢nchez y las sospechas de un plagio que nadie autorizado ha sostenido.

Pero la pol¨ªtica espa?ola adquiere en ocasiones rasgos de novela de suspense (?o de risa!) y el ¨²ltimo giro se?al¨® este viernes al propio Rivera: su curr¨ªculum inicial ya hab¨ªa pasado de ¡°doctor¡± (en la biograf¨ªa ofrecida por el C¨ªrculo de Econom¨ªa) a ¡°doctorando¡± y ayer la Aut¨®noma de Barcelona le afe¨® incluso este t¨¦rmino: Rivera curs¨® all¨ª estudios de doctorado entre 2002 y 2004, s¨ª, pero eso no significa que siga siendo ¡°doctorando¡±, puesto que no est¨¢ matriculado. El cachondeo en redes fue m¨¢s vigoroso que los ¨²ltimos cap¨ªtulos de la pol¨ªtica nacional.

Rivera ha tenido que empezar, as¨ª, su particular Operaci¨®n Bikini en el curr¨ªculum, y todos los l¨ªderes empiezan a mirar de reojo su historial, por si acaso. La nueva ministra de Sanidad, Mar¨ªa Luisa Carcedo, respondi¨® aliviada a la cadena Ser cuando ?ngels Barcel¨® le pregunt¨® si tiene un m¨¢ster: ¡°?No!¡±, dijo entre carcajadas, ¡°?no!¡±. Paradojas de la historia: ser licenciado raso empieza a tener ventajas.