Mont¨®n dimite por las irregularidades de su m¨¢ster pese al apoyo de S¨¢nchez

A la tercera fue la vencida. Primero, tras la noticia del eldiario.es?sobre las irregularidades de su m¨¢ster, ella aguant¨®. Despu¨¦s, cuando el mismo medio revel¨® que se hab¨ªan alterado las notas, algo a¨²n m¨¢s grave, ella tambi¨¦n decidi¨® resistir. Y contaba para ello con el apoyo del presidente. Pero el remate del plagio de su trabajo ¡ªun texto que ella se hab¨ªa negado a entregar a la prensa, precisamente para que no lo pudiera analizar¡ª ha llevado a Mont¨®n a rendirse.

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¡°He sido transparente y honesta. No he cometido ninguna irregularidad. Lo he defendido con toda convicci¨®n y la conciencia muy tranquila¡±, insisti¨® la ya exministra en su despedida, este martes por la noche, despu¨¦s de alabar a Pedro S¨¢nchez y asegurar que dimit¨ªa para no perjudicar al presidente. Mont¨®n hizo una breve comparecencia sin preguntas en la que reivindic¨® su gesti¨®n en estos 100 d¨ªas. ¡°Hemos recuperado la asistencia sanitaria universal. Hemos sentado bases para la aprobaci¨®n de una ley de protecci¨®n integral contra la violencia en la infancia. Es un buen balance para los primeros 100 d¨ªas¡±.

Crisis para el Gobierno

La dimisi¨®n ha provocado una crisis de Gobierno y ha abierto un nuevo flanco d¨¦bil en un Ejecutivo que cuenta con el apoyo parlamentario directo m¨¢s peque?o de la reciente historia democr¨¢tica. ¡°Estoy orgullosa y agradecida porque el presidente haya contado conmigo en el Gobierno. He sentido su calidad humana, su apoyo y afecto. Los espa?oles tienen un magn¨ªfico presidente y, para que esta situaci¨®n no influya, le he comunicado mi dimisi¨®n¡±, insisti¨® Mont¨®n este martes por la noche.

El resultado supone un quebradero de cabeza para S¨¢nchez muy superior al que provoc¨® M¨¤xim Huerta, que dimiti¨® por antiguos problemas con Hacienda a la semana de ser nombrado. Mont¨®n era una ministra importante y la imagen de dos miembros del Gobierno dimitidos en poco m¨¢s de 100 d¨ªas es especialmente dura para un Ejecutivo que solo cuenta con 84 diputados. De rebote, eso s¨ª, la crisis tiene un efecto secundario positivo para el PSOE: pone en una situaci¨®n dif¨ªcil a Pablo Casado, l¨ªder del PP, que tiene problemas similares con su m¨¢ster ¡ªy un proceso legal en marcha¡ª y tambi¨¦n se ha negado a mostrar su trabajo de fin de carrera, que ahora se convierte en m¨¢s sospechoso todav¨ªa. Aunque esa es, en todo caso, una segunda derivada: la renuncia de Mont¨®n abre una crisis de Gobierno inesperada para un Ejecutivo que afronta en los pr¨®ximos d¨ªas votaciones clave que pondr¨¢n a prueba ¡ªde nuevo¡ª su resistencia parlamentaria.

Para cuando lleg¨® la dimisi¨®n, varios dirigentes del PSOE y algunos ministros estaban muy inquietos por la decisi¨®n de S¨¢nchez. Ya no solo la apoyaba de forma discreta, como hizo el lunes, sino que decidi¨® mojarse expresamente en el Senado y comprometer as¨ª su imagen. El presidente se cuid¨® de no hablar en ning¨²n momento del m¨¢ster, solo de la gesti¨®n de Mont¨®n al frente de Sanidad. Pero a esas horas daba igual: nadie entend¨ªa por qu¨¦ se arriesgaba as¨ª cuando todos ve¨ªan claro que el final era inevitable.

S¨¢nchez escuch¨® desde el lunes muchas voces que le ped¨ªan que dejara caer a la ministra de Sanidad por la pol¨¦mica de su curso de posgrado, pero decidi¨® respaldarla p¨²blicamente ¡ª ¡°ha hecho un trabajo extraordinario y lo va a seguir haciendo¡±¡ª y orden¨® al PSOE que frenara la presi¨®n.

Sin embargo, lejos de lograrlo, fue creciendo y explot¨® cuando se supo que, adem¨¢s de todas las irregularidades que estaban encima de la mesa, el trabajo de fin de carrera, al que ella se aferraba como prueba de su esfuerzo, hab¨ªa sido plagiado en buena parte, lo que demuestra que hizo muy poco para obtener un t¨ªtulo que otros estudiantes debieron trabajarse con mucha m¨¢s rigidez.

Poco antes de este final que muchos auguraban para los pr¨®ximos d¨ªas y que finalmente se precipit¨®, una pregunta sin respuesta clara, m¨¢s all¨¢ de las hip¨®tesis, se hicieron durante toda la jornada del martes el PSOE y el Gobierno. ?Por qu¨¦ se empe?aba S¨¢nchez, un hombre con fama de fr¨ªo y que suele tomar decisiones radicales de forma r¨¢pida, en mantener a la ministra de Sanidad despu¨¦s de que se confirmara que las notas de su m¨¢ster fueron manipuladas? Nadie lo acababa de entender bien. Las especulaciones iban desde el compromiso personal con ella ¡ªMont¨®n se neg¨® a dimitir de la ejecutiva del partido en 2016, cuando se organiz¨® una operaci¨®n para destituir a S¨¢nchez, y se enfrent¨® por ello a Ximo Puig, l¨ªder de su federaci¨®n¡ª, a la complicaci¨®n pol¨ªtica de ver dos dimisiones de ministros en los primeros 100 d¨ªas o la estrategia de no querer meter ahora toda la presi¨®n sobre Casado, al que S¨¢nchez est¨¢ cuidando como un l¨ªder de la oposici¨®n que puede beneficiar al PSOE indirectamente por su batalla con Ciudadanos.

El presidente dej¨® pasar el lunes con un apoyo t¨ªmido, trasladado por sus portavoces pero sin mojarse. S¨¢nchez habl¨® varias veces con la ministra, con quien le une ese v¨ªnculo de lealtad. Le traslad¨® su respaldo y le mand¨® ¨¢nimos, pero no la apoy¨® en p¨²blico. Lleg¨® el martes y las cosas empeoraron con la confirmaci¨®n de que las notas fueron manipuladas a posteriori. El PSOE era un aut¨¦ntico clamor a favor de la dimisi¨®n.

Los ministros eran m¨¢s discretos y, en muchos casos, solidarios con su compa?era, de la que todos valoran la gesti¨®n, aunque varios tem¨ªan que las cosas acabar¨ªan mal. Incluso Pablo Iglesias, l¨ªder de Podemos y socio principal de S¨¢nchez, dijo que le produc¨ªa ¡°mucho pesar¡± la situaci¨®n porque Mont¨®n ¡°es una defensora de la sanidad p¨²blica muy competente¡±. Pero al igual que Iglesias, que en p¨²blico dijo que si no explicaba todos los agujeros que ha dejado su historia deb¨ªa dimitir, muchos dirigentes del PSOE y del Gobierno conclu¨ªan en privado que a Mont¨®n no le quedaba mucha m¨¢s salida que la dimisi¨®n.

"Va a seguir"

Sin embargo, cuando el silencio oficial empezaba a desatar los rumores, S¨¢nchez orden¨® a dos personas de su m¨¢xima confianza, primero Adriana Lastra, portavoz parlamentaria, y despu¨¦s Jos¨¦ Luis ?balos, secretario de Organizaci¨®n del partido y ministro de Fomento, que salieran a mostrar p¨²blicamente un claro respaldo a la ministra. Ambos cumplieron disciplinadamente. Pero como no era suficiente, porque las especulaciones y la presi¨®n segu¨ªan, el propio S¨¢nchez habl¨® a media tarde, tras la sesi¨®n de control del Senado.

¡°Lo ¨²nico que puedo decir como presidente es que la ministra est¨¢ haciendo un trabajo extraordinario y lo va a seguir haciendo. He sido bastante claro¡±, traslad¨® el presidente del Gobierno a los periodistas en los pasillos de la C¨¢mara alta, en una brev¨ªsima declaraci¨®n.

No fue as¨ª: apenas cuatro horas despu¨¦s, Mont¨®n dimiti¨® forzada por las revelaciones de plagio. ¡°En 100 d¨ªas has recuperado la sanidad universal en nuestro pa¨ªs, has trabajado sin descanso para devolver y ampliar derechos. Gracias, Carmen Mont¨®n, por tu compromiso con la igualdad y la justicia social. Tu decisi¨®n, valiente, te honra¡±, escribi¨® S¨¢nchez en Twitter, tras la salida de su ministra.

Solo un miembro de la ejecutiva del PSOE, Od¨®n Elorza, se pronunci¨® la noche del martes. Y lo hizo de forma cr¨ªtica con Mont¨®n: ¡°El ejercicio de dimitir tiene un gran valor ¨¦tico cuando es voluntario y se hace a tiempo. Cuando es forzado por otros te deja muy mal cuerpo y resta confianza al Gobierno y al partido¡±, dijo el exalcalde de San Sebasti¨¢n.

Podemos pidi¨® finalmente la dimisi¨®n cuando corri¨® como la p¨®lvora el plagio de la tesis, y apunt¨® directamente a Pablo Casado por la misma raz¨®n: el l¨ªder del PP no ha permitido ver sus trabajos del m¨¢ster. ¡°?Qu¨¦ oculta el presidente del PP?¡±, se pregunt¨® el secretario de Organizaci¨®n de la formaci¨®n morada, Pablo Echenique. Esa es una de las inc¨®gnitas por resolver del pen¨²ltimo sainete que ha sacudido la pol¨ªtica espa?ola.