Nuevos milagros de P. Tinto
La comparecencia parlamentaria de Aznar fue la primera de la historia de Espa?a en que un 'runner' acude exclusivamente en calidad de 'runner'
Los d¨ªas previos a mi divorcio, ocurrido hace tantos a?os que no me he vuelto a casar no por falta de ganas, sino porque no me acuerdo de c¨®mo se hace, los pas¨¦ leyendo las cr¨®nicas de la boda de Alejandro Agag y Ana Aznar, que en casa empezaban a tener el aroma de Dorian Gray: por cada invitado suyo detenido ellos rejuvenec¨ªan su amor, y el nuestro empeoraba de manera irreversible. Solo al final consegu¨ª que uno de mis invitados acabase yendo al juzgado, si bien como testigo; est¨¢bamos sentenciados.
Nosotros hoy sobrevivimos como soldados de fortuna y ellos siguen juntos, 16 a?os despu¨¦s; como no hay rumores de crisis ni siquiera tienen la obligaci¨®n de estar diciendo que se quieren todo el rato en Instagram, primera causa de separaci¨®n en Espa?a. Por eso en su comparecencia parlamentaria de ayer, la primera de la historia de Espa?a en que un runner acude exclusivamente en calidad de runner, lo que m¨¢s ech¨¦ de menos fue el orgullo de padre de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cuando Rafael Simancas le dijo que en la boda de su hija hab¨ªa m¨¢s delincuentes por metro cuadrado que en la boda de Corleone:
¡ªPero a¨²n se quieren, se?or diputado. Podr¨ªa haber invitado a los Peaky Blinders.
Tambi¨¦n pas¨® por alto, Aznar, el hecho de que en la boda de los Corleone quiz¨¢s hab¨ªa menos delincuentes como invitados, pero la novia fue v¨ªctima de violencia machista, el novio vendi¨® a su cu?ado, asesinado, y el hermano peque?o de la novia orden¨® ahorcarlo en un coche; por si fuera poco, hubo que cambiar la luna del veh¨ªculo. Una diferencia m¨¢s, esta sustancial, es que en la boda de los Corleone la polic¨ªa va a tomar nota de las matr¨ªculas y en la de los Aznar, a protegerlos a todos.
Aznar pas¨® por alto estas cuestiones, concentrado en la tarea heroica de presentar sus memorias de runner: ni guerra, ni caja B, solo una envidiable forma f¨ªsica que no concede, implacable, ni una cana. Hay que hacer mucho ejercicio para levantar todo lo que dijo ayer; Aguirre ni siquiera evitaba re¨ªrse, tal era el calado de las trolas, pero Aznar ha aprendido el arte de la circunspecci¨®n: suelta medias verdades por la mesa y las mueve hasta conseguir que ninguna pegue con su otra mitad, dando lugar a un disparate sin precedentes que es acogido con euforia por sus fans.
En este tiempo ha rejuvenecido mientras los dem¨¢s nos estrope¨¢bamos sin remedio. No solo ¨¦l, tambi¨¦n sus ideas, en plena forma, y su relaci¨®n con los micr¨®fonos, que ha consistido siempre en presentarse como un cham¨¢n de las sombras, eligiendo los peores ¨¢ngulos, que en ¨¦l siempre son los mejores. Ha desarrollado un rictus que deber¨ªa de patentar: por momentos parece que va a sorber su propia barbilla. Y hoy, con los jefes de su partido entregados a su culto, acudiendo en masa al Congreso para ¡°arroparlo¡±, que es una acci¨®n que en Aznar congela a quien lo intente, el expresidente ejecuta el ¨²ltimo n¨²mero de su particular tour de force con el tiempo: empezar a ocupar el cuerpo de Pablo Casado para mandarlo a ¨¦l a los 60 a?os y quedarse Aznar con la treintena, margen suficiente para organizar nuevas bodas e intentar otra vez el milagro econ¨®mico, la abstenci¨®n de Espa?a en la guerra de Irak y la reconocida honestidad financiera del Partido Popular.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.