Mal¨²: ¡°Por fin me he domado¡±

Acaba de ofrecer un recital ante un peque?o auditorio de fans en el s¨®tano del Hard Rock Caf¨¦ de Madrid y se ha dejado, adem¨¢s de cuerdas, bastantes pelos en la gatera. Tanto, que la est¨¢n repeinando para la entrevista mientras un enjambre de asistentes se desvive para atenderla. De cerca, a¨²n no s¨¦, pero de lejos se ve que Mal¨² impone lo suyo. Por fin, recibe, se quita la chupa de cuero negro, se baja de los taconazos de suela roja y se presenta: ¡°Hola, soy Mal¨²¡±, como si hiciera falta. Ojazos, pelazo, pielaza, todo parece superlativo hasta que empieza a hablar y se le notan las carencias en la mirada. Al pedirle respuestas cortas, replica, c¨®mplice: ¡°Eso no s¨¦ yo. Ya me cortas t¨² si me paso: es que a veces me pongo muy intensa¡±

?Mal¨², intensa? No me diga.?

A ver, s¨ª, soy muy intensa y la gran mayor¨ªa de mis canciones los son. Hay otra parte m¨ªa fresca y divertida, pero s¨ª, vivo la vida con mucha intensidad y as¨ª me gusta cantarla y contarla.

?Tras la subida viene la bajona?

S¨ª. Arriba soy la fuerte, la que tira del carro, la que levanta el tinglado. Y la que se baja es la que ves, la que se hace peque?a, la que se hunde si alguien a quien quiere le hace da?o, la que lo vive todo intensamente, y es horrible.

?Cu¨¢nto se quiere a s¨ª misma?

No me quiero nada. Esa es la lucha que tengo conmigo misma, y ese es un gran problema, cr¨¦eme.

?Nada de nada?

Nada, cuido much¨ªsimo los discos, los shows. Soy tan exigente que a veces se me va la salud. Y he visto que ni me cuido ni me quiero ni me doy tiempo para m¨ª.

?Desde cu¨¢ndo estamos as¨ª?

Siempre he tenido esa tendencia. Pero de repente mi cuerpo me pidi¨® parar. He vuelto loca a la discogr¨¢fica tardando tanto en sacar este disco, pero despu¨¦s de 20 a?os de dejarme llevar por la marea sabiendo que el cuerpo me ped¨ªa ir para otro lado, decid¨ª hacerme caso.

?Qu¨¦ le ped¨ªa el cuerpo?

Componer tranquilamente, masticar las canciones, contar lo que llevo dentro, lo que soy. Me he sentido esclava de m¨ª misma mucho tiempo. De m¨ª y de mi exceso de exigencia, y eso es muy dif¨ªcil de llevar.

As¨ª no habr¨¢ quien la sufra.

Lo peor de todo es que lo sufres t¨². Toda esa esclavitud que te marcas y te metes a ti misma, no se lo come nadie m¨¢s que t¨².

?Y a qu¨¦ sabe eso?

?A ansiedad, miedo, inseguridad.

?Miedo a qu¨¦?

Miedo a todo. A no dar lo que sabes que puedes dar, lo que sientes que se espera de ti, a estar dos a?os sin disco y que cuando vuelvas se hayan olvidado.

?Entiende a Sabina, que dio abandon¨® su ¨²ltimo concierto por no encontrarse al 100%?

Por supuesto. ?l es un pedazo de artista. Lo m¨¢s frustrante que te puede pasar es no poder darle a tu gente lo que se merece. Soy de todo o nada. No s¨¦ hacer las cosas a medias. Ahora estoy aprendiendo a relativizar.

?Con ayuda profesional??

Yo solita, hija m¨ªa. Paso mucho tiempo sola y a solas.

Pero es una estrella, estar¨¢ rodeada de gente que la alaba.

Los piropos me dan mucha verg¨¹enza. T¨² me dices que te encanta c¨®mo canto, te digo gracias y miro al suelo, me paralizo.

Lo dice la diva del escenario.

Supongo que hay una parte de m¨ª que le gusta sentirse fuerte. Ah¨ª arriba me sale solo. Hay algo que se mete dentro de ti y te hace erguirte, sentirte grandiosa. Pero m¨ªrame ahora, mira mis hombros ca¨ªdos hablando contigo. Esa soy sobre todo yo.

¡°Soy dolor, soy tormenta de esperanza y destrucci¨®n¡±, canta.

S¨ª, soy todo eso. Y quer¨ªa cantarlo as¨ª, porque eso es lo que hay.

Suena a aviso a incautos.

Exacto, lo escribo en ese sentido. Si vienes, te aviso de que esto es lo que te vas a encontrar. Puedo estar contigo y a la vez en un mundo paralelo. Soy dolor, soy un nudo en la garganta, siento cosas muy fuertes. Y si estoy con alguien, mejor que lo sepa.

?De d¨®nde le viene tanto dolor: tan mal la ha tratado la vida?

No, hija, creo que es mi forma de vivirla. Pero igual que soy dolor, soy una cachonda mental.

Superlativa para todo.

S¨ª. Cuando sales del colegio directamente para trabajar a los 16 a?os te acabas creando una personalidad determinada.

?Le robaron la infancia?

Nadie me ha robado nada, pero me he perdido esa irresponsabilidad justificada que se tiene a esa edad. Jam¨¢s la pude tener, y nunca m¨¢s la he tenido.

?Y la a?ora?

No, porque no la he tenido. Yo no puedo llegar tarde a un sitio, por ejemplo. Mis circunstancias me han hecho como soy.

Empez¨® con 16 a?os y tiene 36. ?Se siente vieja rockera?

No, me sent¨ªa m¨¢s vieja entonces. Era una ni?a repelente en las entrevistas. Ahora empiezo a tener el control de la situaci¨®n. M¨¢s que mayor, me siento m¨¢s templada, m¨¢s asentada, m¨¢s yo.

Dentro de su propia tormenta.

S¨ª, dentro de ese hurac¨¢n que parece mucho y luego no es tanto. Sigue ah¨ª, pero digamos que ya la s¨¦ llevar. Me he domado y s¨¦ d¨®nde est¨¢n mis puntos flacos.