Una misi¨®n dif¨ªcil pero vital

En el pasado julio, la Comisi¨®n Mixta de Control de RTVE, a propuesta de los grupos parlamentarios, nos nombr¨® a 17 personas ¡ªprofesionales y acad¨¦micos de larga trayectoria en la comunicaci¨®n¡ª como comit¨¦ de expertos para la renovaci¨®n del consejo de administraci¨®n de RTVE y su presidente, de acuerdo con la Ley 5/2017 de 29 de septiembre, aprobada con casi unanimidad parlamentaria para ¡°recuperar¡± la independencia y el pluralismo del servicio p¨²blico estatal.

Desde agosto, hemos intentado trabajar discretamente, sin remuneraci¨®n alguna, sin apenas apoyo administrativo salvando el trabajo de una eficiente letrada del Congreso, para desarrollar la labor de regeneraci¨®n, responsabilidad y rigor del servicio p¨²blico de RTVE encomendada. Y nuestros debates han sido educados, llegando sin muchas dificultades a acuerdos un¨¢nimes o generales sobre el baremo a aplicar para ayudar a seleccionar de entre el casi centenar de candidatos.

Para entender la novedad de nuestra labor, es preciso recordar que desde el Estatuto de 1980 hasta la ley de 2006, los partidos se repartieron el consejo de administraci¨®n por cuotas pol¨ªticas y los Gobiernos, de UCD, el PSOE o el PP, nombraron a dedo a los directores generales, primando a los militantes fieles, aunque no tuvieran formaci¨®n ni experiencia en el audiovisual. El resultado no fue solo la manipulaci¨®n y la censura sistem¨¢ticas sino tambi¨¦n etapas nefastas de gesti¨®n que deterioraron el servicio p¨²blico, en su imagen p¨²blica y en su eficacia de gesti¨®n y su situaci¨®n financiera. Con el corto par¨¦ntesis del Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero (2006-2011) en que la exigencia de dos tercios de los votos oblig¨® al consenso entre Gobierno y oposici¨®n, aunque las cuotas partidistas continuaran, la contrarreforma del Gobierno de Rajoy al permitir otra vez los nombramientos por mayor¨ªa gubernamental propici¨® un nuevo per¨ªodo de manipulaci¨®n y deterioro de la autonom¨ªa y prestigio de RTVE.

Nuestra tarea se est¨¢ viendo entorpecida por una campa?a que trasluce m¨²ltiples intereses para impedir la reforma democr¨¢tica de la corporaci¨®n

El comit¨¦ de expertos para RTVE constituye un notable precedente para solucionar esa enfermedad end¨¦mica. Aunque propuestos por los grupos parlamentarios, muchos de nosotros no militamos en ning¨²n partido, y entendemos que nuestra funci¨®n no es primar a los candidatos preferidos por ninguno de ellos sino elegir a los mejores, a los m¨¢s capacitados ¡ªde todo el abanico ideol¨®gico¡ª, para la gesti¨®n del servicio p¨²blico y su control.

Sin embargo, nuestra labor est¨¢ siendo dificultada por acontecimientos que no podemos ni debemos silenciar. Contra toda doctrina del concurso p¨²blico, se han dado nuevos plazos de subsanaci¨®n de los curr¨ªculos de los candidatos e incluso de los proyectos de gesti¨®n que deb¨ªan presentar cuando ya se hab¨ªa publicado el baremo. Y, sobre todo, la Mesa del Congreso y del Senado ha aceptado contradictoriamente la reclamaci¨®n de tres candidatos que no cumpl¨ªan la condici¨®n esencial del concurso, estar en posesi¨®n de un t¨ªtulo universitario, lo que, adem¨¢s de retrasar nuestro trabajo, puede propiciar una avalancha de recursos e impugnaciones. Pero el Parlamento que nos nombr¨® tampoco nos ha brindado apoyo jur¨ªdico y moral ante los ataques a la ¡°plena autonom¨ªa¡± que nuestro mandato legal promete.

Nuestra tarea se est¨¢ viendo entorpecida por una campa?a de cierta prensa, digital y anal¨®gica, que deja traslucir m¨²ltiples intereses para impedir esta reforma democr¨¢tica de RTVE. Se agitan supuestas fracturas en el comit¨¦, se levantan incre¨ªbles acusaciones de incompatibilidad de algunos de sus miembros, se propugnan teor¨ªas conspiratorias que pretenden paralizar nuestra labor. En particular, se ha desarrollado un aluvi¨®n de falsas noticias contra Carmen Caffarel por aceptar un ¡°cargo pol¨ªtico¡± e incluso por evaluar a sus compa?eros del consejo de administraci¨®n de RTVE-Madrid. La inmediata reacci¨®n en esta entidad, por desorientaci¨®n o mala fe, parece peregrina desde una radiotelevisi¨®n p¨²blica auton¨®mica que deber¨ªa intentar superar una larga historia de gubernamentalizaci¨®n, de partidismo y manipulaci¨®n.

M¨¢s all¨¢ de los antecedentes internacionales del servicio p¨²blico, nuestro precedente fundamental es el c¨®digo de buenas pr¨¢cticas de los museos y centros de arte, que exige patronatos de expertos y miembros de la sociedad civil y directores elegidos por expertos en concurso p¨²blico, condiciones que, aun con resistencias, se est¨¢n aplicando ya generalizadamente al mundo del arte. Pero el servicio p¨²blico de comunicaci¨®n es tan delicado y socialmente trascendental como la cultura. El ¨¦xito de nuestro comit¨¦ abrir¨ªa un camino in¨¦dito de independencia y regeneraci¨®n para todas las actividades del servicio p¨²blico.

Es justamente este valor el que parece molestar a algunos intereses inconfesables, pol¨ªticos y econ¨®micos, que prefieren con mucho el antiguo r¨¦gimen de designaciones gubernamentales y partidistas. Quiz¨¢s para poder seguir acusando al servicio p¨²blico de falta de independencia, mientras esperan su vuelta al poder.

Enrique Bustamante es catedr¨¢tico de Comunicaci¨®n Audiovisual y miembro del comit¨¦ de expertos de RTVE.