La vida no tan ¡°fant¨¢stica¡± de Ana Obreg¨®n
Actriz, presentadora, madre, parlanchina y trabajadora..., detr¨¢s de su sonrisa tambi¨¦n hay dolor: relaciones amorosas fallidas y ahora la grave enfermedad de su ¨²nico hijo
El gran secreto de Ana Garc¨ªa Obreg¨®n no han sido sus relaciones amorosas, ni la fortuna de su familia, ni los famosos amigos americanos, ni los ¨¦xitos y fracasos espa?oles... El gran enigma es saber cu¨¢ntos a?os tiene la mujer que con sus posados en biquini o triquini ha marcado durante a?os el inicio no oficial del verano en Espa?a desde la portada de una revista del coraz¨®n. Quienes la conocieron de joven y la han tratado cuando ya no lo es tanto, coinciden en que es inteligente, muy sociable y graciosa, pero discrepan en la fecha de su nacimiento. Alguna compa?era de pupitre en el colegio ha dado fe de que la actriz siempre sacaba sobresalientes, pero tambi¨¦n ha puesto la mano en el fuego sobre su edad: 66 a?os. Ana Obreg¨®n, sin embargo, en alg¨²n momento se olvid¨® de tres de ellos y su biograf¨ªa oficial afirma que de 63 no pasa.
Sean 66 o 63, las d¨¦cadas de vida de quien comenz¨® a asomar en la prensa como la jovenc¨ªsima novia de un Miguel Bos¨¦ casi barbilampi?o, se retrata con una sonrisa de oreja a oreja de puertas afuera y con dramas peque?os y no tanto de puertas adentro. El ¨²ltimo, la grave enfermedad de su ¨²nico hijo, Alex Lequio Obreg¨®n,?a quien ha acompa?ado durante seis meses en Estados Unidos, donde ha recibido tratamiento contra el raro tipo de c¨¢ncer que padece.
Obreg¨®n se licenci¨® en Biolog¨ªa, estudi¨® tres a?os de Veterinaria, 10 a?os de ballet cl¨¢sico en el conservatorio y varios cursos de danza moderna y jazz en Inglaterra y Estados Unidos. Era cuando se vest¨ªa con vaqueros y camisa blanca y todav¨ªa no se hab¨ªa aficionado a esos estilismos dignos de Donatella Versace que han conseguido dar nombre a la forma de vestir de algunas mujeres que no se resignan a dejar de ense?ar escote y pierna cuando el paso de los a?os lo recomienda con urgencia. Con decir ¡°es una Anita Obreg¨®n¡± se entiende de qu¨¦ va el atuendo.
Su simp¨¢tica verborrea tambi¨¦n ha dado pie a otra expresi¨®n que refleja el lado feliz y tendente a la exageraci¨®n de esta mujer a quien no se le puede negar su empe?o por triunfar y seguir a pie de obra: ¡°eres como Anita La Fant¨¢stica¡±. Una expresi¨®n que tiene que ver con algunas an¨¦cdotas contadas por ella misma que han alcanzado nivel de trola m¨¢xima por mucho que hayan sido reales: la paella que prepar¨® al director Steven Spielberg en Los ?ngeles (hay pruebas gr¨¢ficas), cuando vivi¨® durante dos a?os en la casa de Miami de Julio Iglesias despu¨¦s ser atracada en su piso, o cuando Victoria Beckham se li¨® a gritos con ella en un gimnasio porque estaba celosa por su relaci¨®n (?amistosa?) con su marido David Beckham, entonces jugador del Real Madrid.
Es verdad que en los a?os ochenta le sobraban los sue?os y no dud¨® en desplazarse para estudiar Arte Dram¨¢tico en el prestigioso Lee Strasberg Theater Institute de Nueva York o probar suerte en Los ?ngeles, donde consigui¨® un papelito en la pel¨ªcula Bolero, protagonizada por Bo Derek y un gran ¨¦xito de taquilla en 1983. Tambi¨¦n es cierto que ha probado como actriz, como presentadora e incluso como bailarina y que vivi¨® momentos de estrella presentando Qu¨¦ apostamos, siendo pareja de Ram¨®n Garc¨ªa en las campanadas de varias noches de Fin de A?o o dando vida a una dulce stripper que cuidada de la numerosa prole de un atareado viudo en Ana y los siete. O que en 1990 hizo m¨¢ster en Direcci¨®n de Empresas Inmobiliarias y de la Construcci¨®n porque siempre que no estaba rodando ayudaba en la constructora de la familia, Jotsa, un imperio inmobiliario que se tambale¨® con la crisis econ¨®mica y que tuvo sus cimientos en el padre del clan, Antonio Garc¨ªa Fern¨¢ndez, que actualmente tiene 92 a?os y fue uno de los fundadores de la exclusiva urbanizaci¨®n madrile?a de La Moraleja.
La cara B de Ana Garc¨ªa Obreg¨®n no ha sido solo su ¨¦xito moderado como actriz. De adolescente sufri¨® un tumor en el duodeno que la retuvo mucho tiempo en la cama y fue la mecha que, seg¨²n ha confesado ella misma, encendi¨® su imaginaci¨®n desbordante. A los 28 a?os la enfermedad volvi¨® a presentarse con un tumor de ¨²tero. Ana Obreg¨®n, fant¨¢stica o no, sigui¨® con esa vida que tantos han desmenuzado sin atender a valores o infortunios. Su vida sentimental refleja la noria de momentos brillantes y ¨¦pocas de ausencias. Los amores reales de la actriz conforman un rosario de nombres de variopinta procedencia: desde Miguel Bos¨¦ al jugador de baloncesto Fernando Mart¨ªn, el futbolista Davor Suker, el modelo Darek (actualmente concursante de Gran Hermano Vip), el actor Miki Molina y el padre de su hijo, Alessandro Lequio. Con otros, los que se han quedado en nivel de rumor, se podr¨ªa crear el gui¨®n de una telenovela de larga duraci¨®n. Pero entre los importantes la fidelidad no ha sido una caracter¨ªstica y ese otro sue?o de familia, que roz¨® con Lequio, se qued¨® por el camino en m¨¢s de una ocasi¨®n.
El pasado mes de junio, parec¨ªa que Ana Obreg¨®n volv¨ªa a la carga. Ya hab¨ªa pasado su ¨¦poca de madre coraje ¡ª¡°He renunciado mucho a mi vida privada por ser una buena madre¡±, dijo en una entrevista hace unos meses¡ª y se mostraba exultante con sus proyectos teatrales y su participaci¨®n en la segunda temporada de la serie Paquita Salas, el ¨¦xito televisivo de Los Javis que se present¨® el 29 de junio. Pero tres meses antes, el 23 de marzo, lleg¨® ¡°la oscuridad¡±. ¡°Fue como si hubiera bajado el tel¨®n de mi vida¡±: su ¨²nico hijo, Alex, 26 a?os, recib¨ªa el diagn¨®stico de un tipo de c¨¢ncer raro del que hasta ahora no han querido facilitar m¨¢s detalles. Ana Obreg¨®n volvi¨® a coger una maleta y a dejarlo todo para acompa?arle al Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York ¡°donde hab¨ªan identificado este tipo de c¨¢ncer y exist¨ªa un tratamiento¡±.
Seis meses despu¨¦s madre e hijo han regresado a Espa?a. Queda camino por recorrer pero la vida de la actriz est¨¢ en par¨¦ntesis porque solo tiene un objetivo ¡ª¡°Mi hijo se va a curar¡±¨C¡ª y un prop¨®sito: ¡°Me voy a dejar la vida por esas fundaciones que ayudan a familias sin recursos para que puedan costearse los tratamientos contra el c¨¢ncer¡±. Ana Obreg¨®n ha bajado de golpe al suelo y no le importa decir que la hero¨ªna no es ella sino su hijo que es ¡°una buena persona y un guerrero incre¨ªble¡±.
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