?ltima oportunidad
Los plazos para luchar contra el cambio clim¨¢tico son cada vez m¨¢s cortos
Los efectos del cambio clim¨¢tico son cada vez m¨¢s claros y las previsiones, m¨¢s contundentes. A estas alturas, nadie puede decir que no estaba avisado. La publicaci¨®n ayer del informe del Panel Intergubernamental deber¨ªa servir de aldabonazo sobre la gravedad de la situaci¨®n a Gobiernos y ciudadanos. El informe, fruto del trabajo de 91 investigadores de 40 pa¨ªses que han examinado 6.000 estudios, concluye que incluso si se cumple el compromiso de reducci¨®n de gases contaminantes del Acuerdo de Par¨ªs de 2015, la transformaci¨®n del planeta ser¨¢ profunda.
Si la temperatura sube 1,5 grados con respecto a los niveles preindustriales, lo que prev¨¦ Par¨ªs, los efectos ser¨¢n graves. Si la temperatura global sube 2 grados, ser¨¢n devastadores y afectar¨¢n a millones de personas, entre ellas las que viven en la cuenca del Mediterr¨¢neo, una de las regiones m¨¢s afectada por las sequ¨ªas, lo que implicar¨ªa un aumento de la inseguridad alimentaria. Los autores del informe insisten en que no se trata solo del mundo que quedar¨¢ para las pr¨®ximas generaciones: en 2040, los efectos ser¨¢n ya contundentes. Si se cumple Par¨ªs, el 14% de los habitantes del planeta podr¨ªan verse expuestos a olas de calor mortales; si sube 2 grados, ese porcentaje alcanzar¨ªa el 37% (con el efecto enorme que esto tendr¨¢ sobre las migraciones). Los costes financieros son tambi¨¦n gigantescos. De hecho, uno de los dos ganadores del Premio Nobel de Econom¨ªa anunciado ayer es un experto en la influencia del cambio clim¨¢tico en la econom¨ªa.
La conclusi¨®n m¨¢s inquietante de este trabajo es que los plazos para actuar son cada vez m¨¢s cortos y requieren una transformaci¨®n econ¨®mica in¨¦dita, que obliga adem¨¢s a una cooperaci¨®n global para reducir las emisiones dentro de un umbral grave, pero tolerable. El hecho de que el presidente de EE?UU, Donald Trump, ponga palos en las ruedas de la lucha contra el calentamiento global no ayuda, pero aun as¨ª el margen para evitar el futuro apocal¨ªptico que describe este trabajo es amplio. Ser¨¢ necesario cambiar radicalmente la forma en que producimos energ¨ªa y la forma en que nos desplazamos, incluso la forma en que consumimos: la relaci¨®n de la humanidad con el planeta en el que vive debe transformarse en un plazo demasiado breve si quiere conservarlo. Y no queda tiempo para seguir dando vueltas. Por ejemplo, Espa?a no cuenta todav¨ªa con una ley de cambio clim¨¢tico, que el Gobierno ha anunciado pero no presentado. Sin embargo, no es un asunto que pueda quedar solo en manos de las diferentes Administraciones y organismos internacionales: la lucha contra el calentamiento global es tambi¨¦n una cuesti¨®n de responsabilidad individual, un combate que nos implica a todos.
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