Paso decisivo

El acuerdo presupuestario firmado por el Gobierno y Podemos tiene un valor pol¨ªtico innegable. El pacto fija l¨ªneas de actuaci¨®n que en parte superan los l¨ªmites de los Presupuestos Generales del Estado para 2019, de forma que pueden fructificar en acuerdos espec¨ªficos posteriores. Adem¨¢s, marca el camino para que otras fuerzas se decidan a votar en favor del Presupuesto, la llave para la gobernabilidad durante el pr¨®ximo ejercicio. Sin Presupuestos, todo ser¨ªa mucho m¨¢s dif¨ªcil para el Gobierno el a?o que viene. Pedro S¨¢nchez queda ahora a la espera de lo que decidan los partidos nacionalistas, aunque el acuerdo mejora las opciones del Ejecutivo, y de c¨®mo pueda resolverse la cuesti¨®n del bloqueo parlamentario de la oposici¨®n en el Senado. A la vista de los logros reales y potenciales del acuerdo, la posici¨®n obstruccionista del PP contra el nuevo techo de gasto aparece ante los ciudadanos como un castigo caprichoso.

El contenido econ¨®mico del pacto persigue el objetivo de frenar los efectos econ¨®micos y sociales de siete ejercicios de austeridad a ultranza, recortes de gasto social y congelaci¨®n dr¨¢stica de la inversi¨®n. La correcci¨®n de la austeridad tiene que ser moderada a la fuerza, debido al compromiso de d¨¦ficit. Esa preocupaci¨®n se nota en el aumento de dotaci¨®n para el plan nacional de vivienda, en la recuperaci¨®n del subsidio por desempleo a los mayores de 52 a?os, en la garant¨ªa de remuneraci¨®n para los permisos de paternidad y maternidad, en la dotaci¨®n de 180 millones para combatir la pobreza infantil, en el crecimiento de la partida para I+D+i y en la dotaci¨®n para las pol¨ªticas de dependencia.

El acuerdo incluye adem¨¢s tres v¨ªas de negociaci¨®n social que ratifican la idea del Gobierno de corregir las leyes sociales del Ejecutivo anterior. La subida del salario m¨ªnimo es un mensaje de que el ajuste salarial ya no es el principal instrumento que considera el Gobierno para impulsar la recuperaci¨®n de la econom¨ªa. Se admite adem¨¢s el compromiso de retocar la reforma laboral, de entrada en una l¨ªnea muy concreta: privilegiar de nuevo la negociaci¨®n sectorial en perjucio de la negociaci¨®n empresa a empresa. Este es quiz¨¢ el acuerdo de m¨¢s recorrido, pero as¨ª como otros puntos pueden incluirse directamente en las cuentas p¨²blicas, la "rectificaci¨®n de la reforma laboral" exige un acuerdo m¨¢s pausado con las fuerzas sociales.

El pacto Gobierno-Podemos tiene un coste superior a los 5.000 millones. Para financiarlo no habr¨¢ m¨¢s remedio que subir los impuestos. Ni siquiera con un margen superior de d¨¦ficit de cinco d¨¦cimas de PIB, que Bruselas analizar¨¢ el lunes, podr¨ªan pagarse las obligaciones del acuerdo, sobre todo si se tiene en cuenta el coste de la revalorizaci¨®n de las pensiones. La subida tributaria del 1% a los grandes patrimonios no resulta suficiente. Pero el incremento impositivo ha de ordenarse en el marco de una reforma fiscal estructurada y que aporte seguridad jur¨ªdica. Hasta ahora, el Gobierno ha multiplicado las sugerencias de subidas de impuestos, desde el 0,2% a las transacciones financieras hasta la tasa Google o un pago m¨ªnimo del 15% por sociedades, que o no se concretan o son contradictorias entre s¨ª. El Gobierno ha de aclarar sus prioridades y la pol¨ªtica fiscal que pretende, y dejarse de globos sonda perjudiciales para su credibilidad. Esta es la principal debilidad del pacto.