S¨¢nchez: pol¨ªticas contra el progreso
Un gobernante valiente y progresista sabr¨ªa que para luchar contra la pobreza laboral, medidas como el complemento salarial suelen ser m¨¢s efectivas que el SMI
S¨¢nchez se presenta como un l¨ªder progresista. Sin embargo, una buena parte de las pol¨ªticas p¨²blicas que propone, incluidas las ¡°pol¨ªticas estrella¡± en el reciente acuerdo presupuestario con Podemos, se parecen m¨¢s a las de una izquierda antigua, anclada en el siglo XX y cargada de prejuicios, que a las de un proyecto moderno y de progreso para el siglo XXI. En muchos casos, adem¨¢s, esas propuestas son contraproducentes; perjudican, en vez de ayudar, a las personas ¨Cparados, precarios, j¨®venes, etc¨¦tera¨C que dice querer defender.
Comencemos con dos de las ¡°pol¨ªticas estrella¡± del acuerdo con Iglesias. La primera es el compromiso de subir el SMI un 22% el a?o que viene. De primeras puede parecer una pol¨ªtica progresista, pero lo cierto es que en el mejor de los casos no reducir¨¢ la precariedad y en el peor generar¨¢ desempleo. En un pa¨ªs con m¨¢s de un 15% de paro, encarecer de forma tan abrupta la contrataci¨®n lleva a las empresas a dejar de contratar un buen n¨²mero de trabajadores (en particular j¨®venes con baja formaci¨®n, mujeres y mayores de 55 a?os).
Tampoco es una medida efectiva para reducir la precariedad, puesto que el problema en Espa?a no est¨¢ en que tengamos un bajo SMI, sino en que tenemos una p¨¦sima regulaci¨®n laboral que promociona la ultra-temporalidad. Los trabajadores pobres de nuestro pa¨ªs lo son porque se pasan el d¨ªa entrando y saliendo del mercado laboral y una buena parte del a?o sin ingresar nada.
Un gobernante valiente y progresista sabr¨ªa que para luchar contra la pobreza laboral, medidas como el complemento salarial (o impuesto negativo) suelen ser mucho m¨¢s efectivas que el SMI, puesto que no suben el coste de la contrataci¨®n y se aplican a la renta familiar anual. El camino hacia un mercado laboral moderno e inclusivo, no es derogar reformas laborales (p¨¢gina 20 del acuerdo) para volver hacia no se qu¨¦ modelo laboral fracasado del pasado, sino avanzar hacia modelos de flexiseguridad, reduciendo la desigualdad contractual que bloquea el acceso a la estabilidad laboral a millones de trabajadores precarios.
Un l¨ªder valiente y progresista, antepondr¨ªa los intereses de los ciudadanos a los de los grupos de presi¨®n
La segunda ¡°propuesta estrella¡± consiste en intervenir el mercado del alquiler para regular los precios (p¨¢gina 15 del acuerdo). La experiencia nos ense?a que ese tipo de regulaciones suelen conseguir el efecto opuesto al deseado. Obligar al propietario a alquilar por un tiempo demasiado largo (5 a?os por ejemplo) o poner coto los precios del alquiler (como hac¨ªa Franco, por cierto), suele tener dos efectos. El primero es que a muchos propietarios, les deja de compensar poner su piso en alquiler, reduciendo la oferta de mercado y haciendo subir m¨¢s los precios. El segundo es el fraude: la gente que realmente desea vivir en esos lugares caros puede acabar pagando de m¨¢s en B (como sucedi¨® en Suecia durante a?os). Dec¨ªa Assar Lindbeck, economista y referente de la social-democracia escandinava, que limitar los precios del alquiler es la medida m¨¢s eficaz a corto plazo para destruir una ciudad, a parte de bombardearla.
La tercera propuesta estrella, anunciada tambi¨¦n esta semana, es fragmentar m¨¢s la unidad de mercado y pasarle la patata caliente de la regulaci¨®n a Ayuntamientos y CCAA. En estos momentos, en Espa?a, el Taxi funciona en una situaci¨®n de cuasi monopolio, que se refleja en el alt¨ªsimo coste de las licencias. ?Qui¨¦n las comprar¨ªa a 200.000 euros si no ofrecieran un retorno rentable? De hecho, la irrupci¨®n de las VTC no ha hecho que se reduzcan los m¨¢rgenes porque hay una situaci¨®n evidente de falta de oferta en el mercado (en Catalu?a, por ejemplo, hay menos licencias de taxi ahora que hace 25 a?os).
Buena parte de las pol¨ªticas p¨²blicas que propone S¨¢nchez se parecen a las de una izquierda antigua
Un l¨ªder valiente y progresista, antepondr¨ªa los intereses de los ciudadanos a los de los grupos de presi¨®n y sabr¨ªa que la competencia permite mejoras en el servicio, menor contaminaci¨®n y¡ ?creaci¨®n de empleo! Y en vez de tratar de escurrir el bulto, liderar¨ªa una integraci¨®n ordenada del sector, asegurando los derechos laborales y compensando, cuando correspondiera, a los taxistas que honradamente compraron sus licencias, como se ha hecho en otros pa¨ªses.
?Y las instituciones? Uno de los grandes consensos respecto al diagn¨®stico de la reciente crisis en Espa?a es que la excesiva politizaci¨®n de las instituciones (reguladores, Cajas, administraci¨®n, ayuntamientos, diputaciones, Justicia, Tribunal de Cuentas, etc) por parte de los partidos result¨® en un debilitamiento de los checks and balances necesarios para controlar al poder. Esas instituciones d¨¦biles, en interacci¨®n con el boom de cr¨¦dito potenciaron las din¨¢micas perversas de la burbuja y llevaron a que se disparara la corrupci¨®n y el despilfarro.
La primera obligaci¨®n de un gobernante progresista y regenerador deber¨ªa ser abordar las causas de ra¨ªz de la corrupci¨®n, reduciendo la politizaci¨®n excesiva. Pues bien, hasta ahora S¨¢nchez ha hecho igual que el PP: colocar a m¨¢s de 500 personas en altos cargos (incluyendo al 45% de su Ejecutiva). En muchos casos con un objetivo deliberado de poner las instituciones a servir al partido, en detrimento del inter¨¦s p¨²blico, como en el caso del CIS. Adem¨¢s esta misma semana el PSOE se ha opuesto a la moci¨®n de Ciudadanos para limitar los ¡°dedazos¡± y primar la meritocracia en la administraci¨®n.
?Y qu¨¦ sucede con la educaci¨®n? Para reducir nuestro alt¨ªsimo abandono escolar y mejorar nuestros resultados, debemos mejorar la carrera profesional docente, haciendo m¨¢s exigente la selecci¨®n y dotando de mejores herramientas a los profesores para hacer su trabajo. Ese fue uno de los pocos, pero importantes, consensos transversales que emergieron tras 15 meses de trabajo con expertos y sociedad civil en la mesa del Pacto Nacional por la Educaci¨®n.
?Y qu¨¦ sucede con la educaci¨®n? Debemos mejorar la carrera profesional docente dotando de mejores herramientas a los profesores para hacer su trabajo
Sin embargo, el PSOE se levant¨® de la mesa del Pacto con la coartada de que los compromisos de financiaci¨®n eran insuficientes (cuando en realidad aumentaba la financiaci¨®n por alumno), dilapidando los avances conseguidos. Un gobernante pragm¨¢tico y progresista, sabr¨ªa que mejorar la financiaci¨®n es importante, pero que se pueden lograr acuerdos enormemente transformadores con el dinero disponible. Cuando Ciudadanos trajo la Ley para crear un MIR docente, el PSOE vot¨® en contra. Por desgracia, algo parecido ha sucedido recientemente con la Universidad. En lo que va de legislatura, el Gobierno ha ejercido su derecho de veto sobre una sola Ley: la Ley por la transparencia y la regeneraci¨®n de la Universidad de Ciudadanos.
Finalmente, hay dos cuestiones que afectan al coraz¨®n de los valores de cualquier proyecto de progreso: la igualdad y la libertad. La primera se refiere al c¨¢lculo del Cupo Vasco. PP y PSOE acordaron con el PNV reducir la contribuci¨®n que hace Euskadi a la hacienda com¨²n, de tal manera que la segunda comunidad m¨¢s rica es ahora receptora neta de recursos del resto de Espa?a. Cualquier gobernante preocupado por el progreso y la igualdad sabr¨ªa que ahondar en esos desequilibrios resulta profundamente regresivo. Hoy un ni?o que nace 10 kil¨®metros al sur de la frontera del Pa¨ªs Vasco (en la Rioja, por ejemplo) tiene acceso a casi la mitad de financiaci¨®n en la escuela que uno que ha nacido 10 kil¨®metros al Norte.
La segunda se refiere a la delicada cuesti¨®n de la gestaci¨®n subrogada. Ahora en Espa?a las parejas homosexuales o heterosexuales que quieren tener un hijo y no pueden, se van fuera de Espa?a. Obviamente, solo pueden hacerlo aquellos que tienen dinero para costearse un proceso largo en el extranjero. En algunos casos a lugares donde se respetan muy poco los derechos de las mujeres. En pa¨ªses con gobiernos progresistas como Canad¨¢ o Reino Unido, en vez de ponerse una venda en los ojos y criminalizar a los que optan por esta opci¨®n (como hace sistem¨¢ticamente S¨¢nchez y su Gobierno), han regulado la gestaci¨®n para asegurar que se hace de manera altruista y con todas las garant¨ªas posibles para la mujer que decida libremente ser gestante.
Antonio Rold¨¢n es diputado, portavoz de Econom¨ªa y Secretario de Programas de Ciudadanos.
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