Hipersensibles

UNA LECTORA, X., me manda una afectuosa y muy interesante carta sobre un tema cada d¨ªa m¨¢s visible: ¡°He descubierto que soy PAS (persona altamente sensible) y de repente las piezas del puzle encajan. Aun as¨ª, estoy agotada¡±. S¨¦ de lo que habla; la llamada alta sensibilidad es una caracter¨ªstica de la personalidad que fue definida en la d¨¦cada de los noventa por la psic¨®loga norteamericana Elaine Aron. Seg¨²n ella, entre el 15% y el 20% de la poblaci¨®n mundial es as¨ª, sin diferencias apreciables entre mujeres y hombres. No se tratar¨ªa de un trastorno, no es una enfermedad, tampoco implica que las personas PAS sean superdotadas. Para Aron no es m¨¢s que un rasgo de car¨¢cter, una manera de ser. Las PAS ser¨ªan capaces de percibir y procesar m¨¢s informaci¨®n sensorial simult¨¢nea, lo que, seg¨²n algunos cient¨ªficos, podr¨ªa suponer un avance evolutivo para la especie.

Claro que tambi¨¦n hay otros cient¨ªficos que consideran que a la clasificaci¨®n de Elaine Aron le falta rigor. Que no hay investigaciones fiables que la sustenten. Lo cual no es del todo cierto: las nuevas t¨¦cnicas de exploraci¨®n que han revolucionado la neurociencia posibilitaron que Aron y otros colegas contrastaran su teor¨ªa en 2014 por medio de resonancias magn¨¦ticas funcionales. En cualquier caso, su definici¨®n de la alta sensibilidad nos remite a una realidad evidente. A algo que todos conocemos. Si buscas en Internet, puedes encontrar un test de 22 preguntas para saber si posees este rasgo. Yo lo hice hace tiempo y doy positivo en 20 y a las otras 2 me aproximo bastante. Las PAS re¨²nen estas cuatro caracter¨ªsticas: una profunda y rumiante capacidad de reflexi¨®n (obsesiva, a?adir¨ªa yo); tendencia a sobreestimularse o incluso saturarse porque reciben y procesan m¨¢s informaci¨®n; emocionalidad y empat¨ªa elevadas; habilidad para captar sutilezas. Vamos, lo que viene siendo el hipersensible de toda la vida. No revela nada nuevo, en realidad. Antes te dec¨ªan que eras una chica nerviosa e impresionable. Ahora te puedes colocar en la solapa la flamante etiqueta de PAS.

Y la verdad es que tengo mis dudas sobre si es bueno etiquetarnos. Vivimos en una sociedad cada vez m¨¢s patologizada, m¨¢s reducida a un conjunto de s¨ªndromes. Por m¨¢s que la doctora Aron insista en que el PAS no es un trastorno sino un rasgo de la personalidad, creo que mucha gente lo percibe como una condici¨®n cercana a lo anormal. Incluso la l¨²cida X. dice: ¡°Aun as¨ª, estoy agotada¡±. Pues s¨ª, pero es que yo pienso que la vida nos agota a todos. La vida puede convertirse en ocasiones en un tren que te pasa por encima, seas hipersensible o no. As¨ª que no s¨¦ si es bueno que uno se vea como un individuo m¨¢s fr¨¢gil que los dem¨¢s. Y tampoco s¨¦ si ponerte la etiqueta no te estar¨¢ forzando a ¡°adaptarte¡± a un troquel que nunca coincidir¨¢ del todo contigo. En los comentarios a un blog sobre la alta sensibilidad publicado en EL PA?S en 2016, un lector dice: ¡°Yo a?adir¨ªa: a las PAS (¡­) no les gusta la noche para salir y divertirse, dan preferencia al d¨ªa, tienen m¨¢s alergias y son muy, muy incomprendidos¡±. Pardiez, pues no. Supuestamente yo soy PAS y soy una noct¨¢mbula irredenta, tengo pocas alergias y no me siento muy incomprendida. De hecho, teniendo en cuenta que un 20% de la poblaci¨®n es as¨ª, lo que hay que hacer es intentar buscar tu propia tribu. Tu gente. Tu familia. En eso consiste la madurez vital: en ir encontrando tu lugar en el mundo.

Pero, por otra parte, es cierto que las personas con estas caracter¨ªsticas de excitabilidad emocional no somos la mayor¨ªa, lo que hace que, sobre todo en la infancia o la adolescencia, te puedan tachar de inestable, de exagerada o de blando. En los comentarios de ese blog de EL PA?S otra lectora dec¨ªa: ¡°Cuando descubr¨ª que era una persona PAS me sent¨ª mejor, porque siempre pens¨¦ que no encajaba con este mundo y me cre¨ªa un bicho raro¡±. Comprendo que es mejor saberse honrosamente PAS que aguantar que un cretino te llame hist¨¦rica. Aunque ser¨ªa a¨²n mejor ignorar al cretino. En fin, cada existencia es un mundo. Arrimada la lupa, todos somos raros. La cuesti¨®n es conocerse y aceptarse. Y aprender a vivir con lo bueno y lo malo que uno tiene.?