Una duda
OCULTA EN EL interior del marco hab¨ªa una trituradora que se activaba desde afuera con un mando a distancia semejante, suponemos, al que abre o cierra la puerta del coche y del garaje. El mando a distancia es uno de los inventos m¨¢s inveros¨ªmiles de la humanidad, pues rompe el v¨ªnculo f¨ªsico entre el usuario y la m¨¢quina. De s¨²bito, ya no era preciso moverse del sof¨¢ para encender o apagar la tele. Pod¨ªas hacerlo a trav¨¦s de unas ondas invisibles, lo que proporcionaba una experiencia de poder cercana a la de la telequinesia, donde los objetos se mueven sin causa f¨ªsica aparente. De ah¨ª a cambiar de canal con el pensamiento hab¨ªa un solo paso que a¨²n no hemos dado, pero estamos en ello. Entre tanto, el mando a distancia se populariz¨® y se diversific¨®: lo mismo serv¨ªa para hacer estallar una bomba que para programar las horas de encendido de la calefacci¨®n.
Lo que ven en la foto es un cuadro de Banksy que acababa de ser adjudicado por un mill¨®n y pico de euros en una subasta. Apenas un segundo despu¨¦s de que el martillero sancionara la venta con un golpe de maza, se escuch¨® en la sala un pitido electr¨®nico y la obra de arte comenz¨® a deslizarse hacia el exterior del marco atravesando un juego de cuchillas invisibles que la trituraba al tiempo de caer. Daba la impresi¨®n de que hubiera decidido suicidarse al escuchar la cifra alcanzada. Significa que lo que se vend¨ªa no era un cuadro, sino una performance o, si ustedes lo prefieren, una acci¨®n de car¨¢cter art¨ªstico, realizada en vivo y en directo, que nos hizo dudar de la calidad de la obra y de la de los compradores.
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