Los bichos que viven con usted
Una exposici¨®n en el Museo Nacional de Ciencias Naturales explora la fauna dom¨¦stica
Por las noches, cuando nadie le ve, el ¨¢caro Demodex folliculorum, una diminuta ara?a de aspecto extraterrestre, sale de los fol¨ªculos pilosos y poros de su rostro y se pasea por ¨¦l, como quien camina por un descampado. Incluso se aparea en ese universo que es nuestra cara, sin que nos demos cuenta. Al mismo tiempo hay un intenso ajetreo de bacterias entre su almohada y su boca: en su cavidad bucal pueden habitar hasta 600 especies de bacterias, muchas beneficiosas para nuestra salud. Mientras, en el cuarto de ba?o, protegido por la oscuridad, el pececillo de plata (Lepisma saccharina) hace su vida cotidiana: por eso, al encender la luz, que no le gusta, siempre le pillamos escapando.
Y no solo de noche: en nuestro domicilio, aunque pensemos que vivimos solos los humanos y alguna mascota, compartimos espacio con miles de especies de animales de diversos tipos. No estamos solos, les pagamos el alquiler. Se ve en la exposici¨®n Compa?eros de piso, la biodiversidad dom¨¦stica, que se puede ver en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN, calle Jos¨¦ Abascal, 2) hasta el pr¨®ximo 30 de septiembre.
¡°Queremos poner de relieve la cantidad de animales que viven en nuestras casas¡±, dice Antonio G. Valdecasas, investigador cient¨ªfico del museo y responsable de la exposici¨®n, ¡°algunos son inocuos, otros perjudiciales, otros tienen una funci¨®n muy positiva para nosotros¡±. El llamado microbioma, por ejemplo, consiste en hasta dos kilos de peso en bacterias, la mayor¨ªa en el sistema digestivo, sin los cuales no ser¨ªa posible nuestra vida. La cucaracha, en cambio, puede transmitirnos enfermedades.
As¨ª, la exposici¨®n propone un recorrido por las diferentes estancias de una vivienda a trav¨¦s de ejemplares de las colecciones de entomolog¨ªa, invertebrados y aves del museo, paneles informativos y recortables de cart¨®n (es una exposici¨®n reciclable y ecol¨®gica).
La vida bulle invisible por todas las esquinas de la casa, como una selva decorada de Ikea. La polilla (Tineola bisselliella) est¨¢ en su salsa entre la ropa, en la moqueta o las alfombras. En las algunas cabezas habita el piojo (Pediculus humanus) y tambi¨¦n en algunos pubis (el Pthirus pubis, o ladilla). La chinche (Cimex lectarius) puede ser un grave problema, como se ve con frecuencias en algunas viviendas del barrio de Lavapi¨¦s: aunque no suelen transmitir enfermedades peligrosas, son inc¨®modos, se nutren de la sangre y pueden provocar reacciones al¨¦rgicas.
Seg¨²n explica Valdecasas, una soluci¨®n para problemas dom¨¦sticos de este tipo es la aplicaci¨®n en las paredes de pintura especial con insecticida, como la espa?ola Inesfly, desarrollada por la cient¨ªfica espa?ola Pilar Mateo, que se usa con ¨¦xito para combatir la enfermedad de Chagas, transmitida por un insecto llamado vinchuca. Las mascotas como perros y gatos acarrean una buena cantidad de organismos, lo que puede reforzar nuestro sistema inmune: ¡°Hay investigadores que los llaman los nuevos probi¨®ticos¡±, dice el cient¨ªfico, ¡°aunque tampoco es que haya que andar d¨¢ndose besos con el perro¡±.
Uno de los lugares m¨¢s frecuentados por esta fauna cotidiana es nuestra comida. ?Qui¨¦n no ha ido a buscar fresas al frigor¨ªfico y las ha encontrado llenas de moho? Los mohos son hongos microsc¨®picos cuyas esporas se encuentran flotando en el aire y a veces, con alta humedad, proliferan sobre los alimentos, existen m¨¢s de 300.000 especies. ¡°Los mohos son muy importantes en la existencia humana, si no hubiera mohos vivir¨ªamos rodeados de materia org¨¢nica en putrefacci¨®n, porque ellos se alimentan de eso¡±, apunta el investigador.
Y aunque usted suela tirar las fresas mohosas a la basura, estos hongos tienen su utilidad para los humanos: los del g¨¦nero Penicillium han salvado miles de vidas tras ser investigados por Alexander Fleming, y otros le confieren su particularidad a quesos azules como el Cabrales o el Roquefort. Las ara?as tambi¨¦n nos son ¨²tiles: ¡°Las que encontramos en el hogar en zonas como Madrid no suelen ser peligrosas¡±, dice Valdecasas, ¡°adem¨¢s, como dicta la sabidur¨ªa popular, hacen una labor de limpieza de moscas, mosquitos y otros insectos¡±.
Se ha estudiado cu¨¢les son los lugares con m¨¢s n¨²mero de especies de la casa: el pomo de la puerta principal, el suelo y el interruptor de la luz en el ba?o, la encimera de la cocina, nuestras manos o nuestras narices. En las suelas de nuestros zapatos viven hasta 400.000 colonias de bacterias. Tambi¨¦n se dedica una secci¨®n al ¡°Microrreino de las migas y de las pelusas¡±. ?Qu¨¦ son exactamente esas pelusas que aparecen insistentemente como por arte de magia por las esquinas de la casa? ¡°Consisten en pelos, polvo, restos de piel, ¨¢caros, bacterias, esporas etc¡±, confirma Valdecasas, ¡°son un mundillo interesante¡±.
¡°Conocer la biodiversidad de nuestro apartamento nos sorprender¨¢¡± concluye Santiago Merino, director del MNCN, ¡°volveremos a nuestro hogar con otra mirada¡±. Lo que no est¨¢ claro es si esa mirada no estar¨¢ llena de inquietud ante tanta vida invisible por doquier, hasta en nuestra propia cara.
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