El dique verde
El auge de los partidos ecologistas se debe a que ahora son m¨¢s transversales y centrales que anta?o
La extrema derecha sigue creciendo en cada elecci¨®n y su avance se dibuja incontenible. Sin embargo, algo parece que se mueve en la otra orilla. Lento, pero con paso seguro, se est¨¢ levantando un dique verde. Junto a la extrema derecha, los partidos ecologistas ganan cada vez m¨¢s espacio en los Parlamentos nacionales. Sus resultados en las elecciones de Baviera, Hesse, Luxemburgo, en las locales belgas o, en fechas recientes, su crecimiento en Islandia y en Pa¨ªses Bajos, apuntan en esa direcci¨®n.
Los verdes son una familia pol¨ªtica que comenz¨® a surgir a partir de los a?os ochenta al calor de las nuevas demandas de mayo del 68. Mucho m¨¢s horizontales que las organizaciones cl¨¢sicas, algunos autores hablan de ellos como ¡°partidos movimiento¡±, organizaciones con un pie en las instituciones y otro en la calle, si bien con el tiempo se han vuelto partidos m¨¢s convencionales. Tradicionalmente han sido cr¨ªticos con la econom¨ªa de mercado, abogando por la sostenibilidad del consumo y del medio ambiente, y reclamando con insistencia una democracia m¨¢s participativa.
Aunque se tiende a amalgamar a los partidos verdes con la izquierda, eso va por barrios. En algunos lugares como Pa¨ªses Bajos o Islandia, es cierto, se habla de estas formaciones como partidos sand¨ªa (verdes por fuera, rojos por dentro) dado que conforman alianzas con grup¨²sculos de izquierdas. Ahora bien, en otros sitios, como Alemania, los verdes han operado con autonom¨ªa, llevando su propia agenda y siendo perfectamente capaces de pactar a izquierda y derecha. En Baviera, sin ir m¨¢s lejos, los Verdes arrebataron casi tantos votos a la CSU como al SPD.
Lo interesante es que, al margen de esta distinci¨®n, los verdes se caracterizan por defender sin remilgos posiciones abiertas, europe¨ªstas y cosmopolitas. Quiz¨¢ justamente su auge se deba a que estos partidos tienen posiciones que anta?o eran radicales, pero hoy son muy transversales y m¨¢s centrales ¡ªcomo el feminismo, los derechos de minor¨ªas o el medio ambiente¡ª. Adem¨¢s, se trata de los partidos m¨¢s impermeables a las llamadas reaccionarias de la extrema derecha y que conectan mejor con el electorado joven, acomodado y urbano, uno al que los partidos tradicionales no llegan con facilidad.
Est¨¢ claro que no puede haber una sola causa detr¨¢s del crecimiento de los verdes. Sin duda el contexto nacional matiza cualquier an¨¢lisis, pero el hecho es que les est¨¢ dando resultado en las urnas. ?Anticipa esto que la apuesta ecologista puede ser tan ganadora como la reaccionaria? ?Ser¨¢ la nueva normalidad las pugnas entre verdes y extrema derecha como la de las presidenciales austriacas? Tal vez no estemos tan lejos de un escenario en el que los verdes sean el dique que salvaguarde las libertades al norte del Rin.
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