Incluso en Polonia la vida es bella

Hace una semana, cuando se reincorpor¨® a su puesto de presidenta del Tribunal Supremo, del que el Gobierno le hab¨ªa expulsado junto a otra veintena de magistrados, Malgorzata Gersdorf respir¨® profundamente. ¡°De momento, somos los ganadores; veremos qu¨¦ pasa, pero hoy la situaci¨®n es buena y la vida es bella¡±, manifest¨®, aliviada.

Para procurar esos alivios frente a los atropellos sirve la Uni¨®n Europea. Fue la Comisi¨®n, esa presunta banda de bur¨®cratas desalmados, quien el 24 de septiembre pidi¨® al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que suspendiese con urgencia la ley de reforma del Supremo polaco fabricada por el Gobierno iliberal del partido Ley y Justicia. Porque bajaba la edad de jubilaci¨®n de 70 a 65 a?os para desembarazarse de los jueces que no hab¨ªa podido ahormar, incrementaba de 93 a 120 los puestos magistrales y permit¨ªa publicar 44 vacantes a proveer a su gusto.

Bruselas iba escaldada por Hungr¨ªa. Pleite¨® antes contra Viktor Orb¨¢n, que hab¨ªa bajado la jubilaci¨®n a 62 a?os. Sin solicitar cautelares. El Gobierno facha de Budapest hizo de su capa un sayo: al llegar la sentencia, los jueces ya hab¨ªan desaparecido del mapa o sus puestos hab¨ªan sido ocupados por togados d¨®ciles.

La magistrada espa?ola de Luxemburgo Rosario Silva dict¨® el d¨ªa 19 el auto (caso C-619/18R) en que suspendi¨® la reforma del Supremo polaco, orden¨® la devoluci¨®n de las sillas a sus leg¨ªtimos ocupantes y prohibi¨® el nombramiento de otros jueces, hasta que se vea el fondo del asunto.

Varsovia ha reaccionado en desorden y con dispersi¨®n. Lleva una semana sin reacci¨®n oficial. Se espera que en esta diga esta boca es m¨ªa. Mientras, Malgorzata, que ya desobedeci¨® este verano y sigui¨® unas horas en su puesto, lo ha recuperado.

Pues Luxemburgo aplica el Tratado de Lisboa (art¨ªculo 19: los Gobiernos deben garantizar la tutela judicial efectiva) y la Carta de Derechos Fundamentales: si no hubiese tomado medidas urgentes, el nuevo Supremo polaco habr¨ªa adoptado decisiones ¡°sin las garant¨ªas inherentes al derecho fundamental de todos los justiciables a un juez independiente¡±, que es factor clave del ¡°contenido esencial del derecho a un juicio justo¡±.

Frente a los Gobiernos autoritarios, el peso de la ley democr¨¢tica. Ya se va viendo c¨®mo la Carta de Derechos no solo rige ante las instituciones comunitarias. Tambi¨¦n nos protege de nuestros Gobiernos. Un avance copernicano.