Un animal ensartado por una lanza es el primer dibujo figurativo de la humanidad
La pintura, de 40.000 a?os, se encuentra en una cueva remota en la jungla de la isla indonesia de Borneo
En su pel¨ªcula La cueva de los sue?os olvidados, de 2010, el cineasta alem¨¢n Werner Herzog mostraba ¡°uno de los mayores descubrimientos en la historia de la cultura humana¡±: la gruta francesa de Chauvet, donde, hace unos 35.000 a?os, sus ocupantes empezaron a pintar rinocerontes lanudos, bisontes, osos y leones en las paredes. Era ¡°el lugar secreto donde el arte comenz¨®¡±. O, en palabras del artista franc¨¦s Ernest Pignon-Ernest, ¡°el Big Bang de los creadores¡±.
Pero la realidad est¨¢ m¨¢s alejada del ombligo de Europa. Un equipo internacional de cient¨ªficos ha identificado, en un rinc¨®n remoto de la isla de Borneo (Indonesia), la pintura figurativa m¨¢s antigua que se conoce hasta la fecha. El dibujo, con una edad estimada de 40.000 a?os, muestra un animal indeterminado ¡ªposiblemente un banteng, un buey salvaje local¡ª aparentemente ensartado por una lanza. El hallazgo se publica hoy en la revista Nature, el principal escaparate de la ciencia mundial.
Los investigadores, encabezados por el arque¨®logo Maxime Aubert, ya pelearon por el r¨¦cord de antig¨¹edad hace un lustro, cuando anunciaron el hallazgo en la vecina isla indonesia de C¨¦lebes de otro par de pinturas figurativas de poco m¨¢s de 35.000 a?os, que representaban a dos animales similares a un cerdo. Hoy se confirma el fin del monopolio europeo sobre el primer arte refinado. El animal m¨¢s antiguo datado en la cueva espa?ola de Altamira es un caballo de al menos 22.000 a?os.
El nuevo hallazgo en Borneo se suma al aluvi¨®n de recientes descubrimientos de obras prehist¨®ricas. En 2014, un equipo europeo anunci¨® la aparici¨®n del primer dibujo de la historia: un sencillo trazo en zigzag presuntamente elaborado hace 400.000 a?os por un Homo erectus en una concha de molusco de la isla indonesia de Java. Este febrero, cient¨ªficos espa?oles aseguraron que un signo lineal, parecido a una escalera, fue pintado por neandertales hace unos 65.000 a?os en la cueva de La Pasiega (Cantabria). Y, en septiembre, investigadores europeos y africanos mostraron el que ser¨ªa el primer dibujo abstracto de nuestra especie, Homo sapiens: nueve diminutas l¨ªneas rojas pintadas hace 73.000 a?os en la cueva sudafricana de Blombos.
El animal de 40.000 a?os de Borneo se encuentra en la cueva de Lubang Jeriji Sal¨¦h, un lugar de dif¨ªcil acceso situado a 200 metros de altura en una monta?a en medio de la jungla. La caverna, de 140 metros de longitud, tambi¨¦n alberga unos 20 dibujos posteriores de animales y humanos, adem¨¢s de unas 300 impresiones de manos, realizadas pegando las palmas a una pared y soplando pigmento encima. El buey ensartado, de color naranja rojizo y pintado con el dedo o una brocha, ser¨ªa el primer dibujo figurativo conocido, pero no la primera obra de arte figurativa. Las pinturas de Borneo ¡°tienen una edad similar a unas estatuillas talladas de Alemania datadas en 35.000-40.000 a?os¡±, reconoce el propio Maxime Aubert, en referencia a varias figuritas de marfil de mamut, como la llamada Venus de Hohle Fels.
El prehistoriador alem¨¢n Nicholas Conard, de la Universidad de Tubinga, fue uno de los descubridores de esas esculturas. ¡°Estuvimos solos durante mucho tiempo teniendo las mejores pruebas de un arte figurativo temprano: instrumentos musicales, imaginer¨ªa m¨ªtica y ornamentos tridimensionales en la Jura de Suabia, una sierra al suroeste de Alemania. Uno esperar¨ªa que aparecieran innovaciones similares en muchos contextos alrededor del mundo, a medida que los humanos modernos se expandieron desplazando a los arcaicos¡±, afirma Conard.
Hace 40.000 a?os, durante la ¨²ltima glaciaci¨®n, Borneo no era una isla, sino la punta oriental del continente euroasi¨¢tico, seg¨²n subraya el equipo de Aubert, de la Universidad Griffith, en Southport (Australia). ¡°Parece que el arte cavernario se desarroll¨® y evolucion¨® m¨¢s o menos de la misma manera y al mismo tiempo que en el otro extremo del mundo¡±, se?ala el arque¨®logo. La duda es si los habitantes de lo que hoy son Indonesia y Europa occidental inventaron el arte simb¨®lico cada uno por su cuenta o si los humanos modernos que colonizaron el planeta desde ?frica ya eran unos artistas solventes.
¡°Est¨¢ claro que en torno a los 50.000-60.000 a?os hay una poblaci¨®n que tiene capacidad simb¨®lica clara y entre las manifestaciones de esta capacidad simb¨®lica est¨¢ el arte rupestre. A una especie la define su biolog¨ªa y su cultura. Al Homo sapiens, culturalmente, lo define el arte¡±, opina Mar¨ªa Martin¨®n Torres, directora del Centro Nacional de Investigaci¨®n sobre Evoluci¨®n Humana, en Burgos. ¡°Homo sapiens ya es capaz de hacer arte, est¨¦ donde est¨¦, esa capacidad art¨ªstica es parte del pack sapiens y de ah¨ª la simultaneidad de las expresiones art¨ªsticas en Europa y el sureste asi¨¢tico¡±, sostiene.
El prehistoriador Marcos Garc¨ªa Diez, de la Universidad Isabel I (Burgos), particip¨® en la investigaci¨®n de las pinturas presuntamente neandertales en la cueva c¨¢ntabra de La Pasiega. A su juicio, el hallazgo de Borneo ¡°rompe la visi¨®n eurocentrista de que el arte surgi¨® en Europa¡±. Las obras indonesias confirman que el arte refinado no fue un fen¨®meno espec¨ªfico de Europa. Y, seg¨²n subraya Garc¨ªa, las pinturas neandertales demuestran que tampoco era una exclusiva de nuestra especie.
?Maestro neandertal, disc¨ªpulo sapiens?
Los neandertales se extinguieron hace unos 40.000 a?os en sus ¨²ltimos reductos del sur de la pen¨ªnsula ib¨¦rica, pocos milenios despu¨¦s de la llegada de los Homo sapiens a Europa. "Es posible que el origen del arte de los sapiens provenga del conocimiento del arte rupestre previo de los neandertales o de interacciones con ellos", especula el prehistoriador Marcos Garc¨ªa Diez. Hace un par de meses, sin embargo, el arque¨®logo Maxime Aubert puso en duda la dataci¨®n de las pinturas de la cueva c¨¢ntabra de La Pasiega, los 65.000 a?os que justifican su atribuci¨®n a los neandertales. El equipo de Garc¨ªa Diez acaba de publicar en la revista Science una defensa de sus resultados.
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