Vargas Llosa e Isabel Preysler, listos para el compromiso
El autor viaja a Per¨² con su pareja para participar en el Hay Festival de su ciudad natal, al que tambi¨¦n acudi¨® su exesposa Patricia Llosa
La primera vez que Mario Vargas Llosa vio los camarones de un delicioso chupe arequipe?o parece que llor¨®. Luego, ese manjar de la gastronom¨ªa peruana se ha convertido en su plato favorito. Lo malo es que cuando suele regresar a la ciudad que le vio nacer y donde s¨®lo pas¨® el primer a?o de vida, resulta imposible conseguir el ingrediente principal. Hay veda en el r¨ªo y no se pueden pescar cangrejos. Trata de volver con frecuencia en la fecha de su cumplea?os ¡ªel 28 de marzo¡ª pero entonces no se cocina chupe ni ocopa a base de crust¨¢ceos. Ahora, s¨ª. Y fueron precisamente los dos platos que comi¨® ayer en la ciudad donde se encuentra junto a Isabel Preysler, su actual pareja, para participar en el Hay Festival.
M¨®nica Parra lo conoce desde hace a?os. Es due?a de la picanter¨ªa La Nueva Palomino y se lo prepar¨® a su gusto como gran especialidad de la casa: queso, leche, zapallo, yuta, habitas, choclo, ajo, cebolla, papa, repollo, arroz y camarones. De ah¨ª sale un delicioso y nutriente caldo rojizo con el que el premio Nobel se chupa los dedos. De hecho, en vez de cualquier banquete en un restaurante de post¨ªn, Mario quiso celebrar la conquista del galard¨®n en la picanter¨ªa de su amiga. ¡°Eso le define¡±, afirma Parra, despu¨¦s de pasarnos sin que faltara detalle la receta.
A la comida le acompa?¨® Isabel Preysler y convoc¨® Penguin Random House, su editorial. Es la segunda vez que ella viaja con Vargas Llosa a Arequipa. Aterrizaron el pasado jueves, se cambiaron y acudieron al Monasterio de Santa Catalina (siglo XVI) para acaparar todos los flashes en la inauguraci¨®n de Hay Festival. La fiesta congreg¨® a m¨¢s de mil asistentes a los largo del espacio que es patrimonio de la humanidad y recibi¨® a la pareja entre pisco y cumbia. No hab¨ªa ojos para Shalman Rushdie o Helen Fielding, autora del Diario de Bridget Jones, otras dos estrellas del festival. S¨®lo para el hijo pr¨®digo en traje con corbata y Preysler, enfundada en un vestido negro estampado.
Por Arequipa, ella ya hab¨ªa conocido la Biblioteca Vargas Llosa, donde ¨¦l ha cedido gran parte de sus libros y cada a?o env¨ªa un nuevo cargamento para mantenerla convenientemente surtida. Tambi¨¦n su casa natal, hoy museo, en la Avenida Parra 101. Fue all¨ª, en ese cruce hoy bullicioso, anta?o m¨¢s campestre, donde el autor vino al mundo en el segundo piso alquilado del edificio, en 1936. All¨ª pas¨® sus primeros meses de vida ante la imponente vista del Misti y el Chachani, dos de los volcanes que rodean la ciudad, con 5.822 metros de altura el primero y 6.057, el segundo.
De hecho, el d¨ªa de su nacimiento, la radio tronaba con la acechante actividad del Ubinas, otra boca de fuego de los alrededores. Apenas afect¨® la labor de Miss Pitzer, la comadrona m¨¢s reconocida de la ciudad, aunque quiz¨¢s s¨ª los dolores de parto de Dorita, su madre, con quien un a?o despu¨¦s partir¨ªa junto a ¨¦l y sus padres a Cochabamba (Bolivia) tras certificar que su marido los hab¨ªa abandonado.
Mario volvi¨® a Arequipa de ni?o en sucesivas visitas familiares. Con tiempo para aficionarse all¨ª al chupe de camarones que le prepararon por primera vez en casa de su t¨ªo Eduardo Garc¨ªa. Tambi¨¦n para palpar con los pies y la mirada toda la iconograf¨ªa del recuerdo que atrapaba a su madre y a sus abuelos cuando salieron hacia Bolivia, aquejados de frecuentes ataques de nostalgia. Pero hoy, el lugar no es un triste pozo de memorias para Vargas Llosa. M¨¢s bien una ciudad que lo celebra como a uno de sus nativos ilustres y a quien esta semana esperaban con orgullo.
El Hay Festival lleva cuatro a?os celebr¨¢ndose en la ciudad blanca, que llaman, tallada a base de piedra volc¨¢nica y recia pese al embate frecuento de los terremotos. Se gan¨® el apelativo por su impacto reluciente en mitad de un agreste valle des¨¦rtico, como un oasis atravesado por varios r¨ªos de cuencas habitualmente secas. El autor particip¨® en el impulso inicial del evento cultural junto a su entonces esposa, Patricia Llosa. Ella ha acudido a todas las ediciones anteriores, como tambi¨¦n lo ha hecho en?esta ocasi¨®n. El divorcio?no propici¨® un acercamiento del escritor en las fechas que se suele celebrar el evento literario pero el viernes ambos acompa?aron a su hija Morgana en la inauguraci¨®n de Indomables, su exposici¨®n fotogr¨¢fica en el festival.
Este a?o, Vargas Llosa es el invitado estrella. ¡°Ten¨ªa una deuda con nosotros¡±, coment¨® en la apertura del Hay la gobernadora de la regi¨®n, Yamila Osorio. Ahora ha cumplido. Adem¨¢s de conversar en p¨²blico hoy s¨¢bado con Rushdie, ayer viernes lo hizo con la periodista cubana Yoani S¨¢nchez y junto a escritores peruanos de generaciones posteriores a la suya como Santiago Roncagliolo, Jerem¨ªas Gamboa, Karya Adaui, Mariana de Althaus y Renato Cisneros.
Una agenda apretada que no le impedir¨¢ pasearse por la amplia Plaza de Armas o perderse de nuevo por el asombroso laberinto sacro en perfecto estado de conservaci¨®n del Monasterio de Santa Catalina. Con rumores de boda desde no hace muchos d¨ªas, despu¨¦s de que la pareja apareciera en las portadas de varias revistas sin ataduras y listos para un nuevo compromiso.
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