?Qu¨¦ separa a la sofisticada civilizaci¨®n maya del zafio mundo de hoy? Todo. O nada, gracias a este complejo, que toma el nombre de la antigua ciudad maya de Calakmul y fue dise?ado por Agust¨ªn Hern¨¢ndez en 1997 con altas aspiraciones simb¨®licas. El cuadrado representa la tierra y el c¨ªrculo, el cielo. Y los locales lo llaman "la lavadora".Getty ImagesOtro ejemplo de arquitectura animalista. Suponemos que cuando un arquitecto se empe?a en levantar un elefante con bloques de Lego, el resultado es este: un mastodonte de 102 metros de alto, que desaf¨ªa las leyes de la naturaleza, a base de suites de lujo y zonas de recreo con piscina y jardines. Contra todo pron¨®stico, los vecinos de Bangkok -que creen que este tipo de mam¨ªfero es sin¨®nimo de buena suerte-, lo consideran una bendici¨®n.Getty ImagesEn realidad es imposible estar en contra de una empresa que fabrica cestas y decide instalarse en una. Lo ¨²nico malo si trabajas dentro es que seguramente tengas ganas de salir a fumar constantemente para poder ver desde fuera la cesta gigante donde trabajas, lo cual va en contra de la salud. Y de la productividad. No sabemos si por eso pero Longaberger cerr¨® sus puertas este a?o.Pues ya est¨¢. Aqu¨ª lo tienen. Seg¨²n algunos, el edificio m¨¢s feo del mundo. Por fuera es lo que ven: un drag¨®n con la cresta al viento como dise?ado con piezas de Tetris. Por dentro¡ ?Ay, por dentro! El hotel Pangu tiene siete estrellas y, seg¨²n sus responsables, cultiva "el 'feng shui' chino y el glamur europeo". O sea, que tiene l¨¢mparas de ara?a de Baccarat y grabados de dragones de la suerte. Y no solo eso. Si uno se cansa de mirar alrededor, siempre puede mirar por la ventana: el hotel da al Nido de P¨¢jaro, el estadio nacional de Pek¨ªn que dise?aron Herzog & De Meuron, y que es otro buen l¨ªo.Getty ImagesEl actual presidente de Estados Unidos ser¨¢ recordado por muchas cosas, pero sobre todo por haber jalonado el mundo de cosas de oro, desde el interior de sus casas a su propio pelo, pasando por el pelo de su ex, Ivana. Trump se mueve en unas coordinadas est¨¦ticas muy precisas, que oscilan entre dos polos: el barroco franc¨¦s del siglo XVII y su revival, versi¨®n fachada acristalada, de alg¨²n momento de los a?os ochenta. La torre Trump de Las Vegas, que parece de oro, pero falso, es un genial ejemplo de lo ¨²ltimo.Getty ImagesCon ustedes, el primer edificio circular de Oriente Medio. Uno que dice estar inspirado est¨¦tica y funcionalmente en la secci¨®n ¨¢urea y brilla al solecito de Abu Dhabi. Igual que una enorme galleta de cristal guateada como un bolso de Chanel. Como una moneda de un futuro XXL. O como una superalmeja.Para quien no lo sepa, Detroit tiene el sobrenombre de Motor City desde que el siglo pasado se instalaron all¨ª los grandes fabricantes de autom¨®viles de Estados Unidos. Cuando no queden coches en el mundo, el edificio del Motor City Casino Hotel permanecer¨¢ como un amable recuerdo iluminado en color pastel de aquellos d¨ªas en los que los autom¨®viles ten¨ªan alerones, nombres evocadores escritos con letras de metal cromado en los laterales y¡?El front¨®n vagamente cl¨¢sico de un antiguo banco? ?Un momento!Getty ImagesMide 330 metros, tiene 105 pisos, llevan construy¨¦ndolo desde 1987 y se parece a dos emojis a la vez: la gr¨¢fica que sube y la que baja. Todo es ¨¦pico en este ¨¦pico ejercicio de retrofuturismo, o como quiera que se llame el estilo de este enorme cacharro que naci¨® con la voluntad de ser el edificio m¨¢s alto del mundo. El caso es que alto es un rato, pero todav¨ªa no lo han logrado terminar.Getty ImagesSi esta sucursal de Kentucky Fried Chicken parece un l¨ªo entre la deconstrucci¨®n y el pop es porque lo es: Jeffrey Daniels y Elyse Grinstein quisieron rendir tributo a la arquitectura retrofuturista de los a?os cincuenta (era dorada Estados Unidos en general y de la comida r¨¢pida en particular) y la metieron en la picadora de estilos de Frank Gehry, de quien Grinstein hab¨ªa sido becaria. Les sali¨® bien. Igual si Kentucky Fried Chicken hubiera promocionado este tipo de arquitectura avanzada, en vez de esas casitas blancas con el toldo rojo, hubieran dado tal imagen de modernidad que se habr¨ªan librado de la leyenda urbana de los pollos con seis muslos. O no, claro.La arquitectura religiosa ha sido capaz de darnos los m¨¢s excelsos ejemplos de lo que es capaz de conseguir la raza humana. Tambi¨¦n de lo contrario. Ambas cosas son l¨®gicas porque la religi¨®n en general se presta a los extremos. Pero entonces llega esta iglesia, una inexplicable construcci¨®n en medio de Silao. Aunque en realidad la culpa es nuestra por intentar comprender lo insondable. Pare, que nos bajamos.
