La pugna por su herencia marc¨® el final de la vida de Stan Lee
El creador de los h¨¦roes de Marvel se despidi¨® de sus personajes rodeado de demandas, desencuentros con su ¨²nica hija y sospechas de abusos de un entorno que quiso aprovecharse de su fortuna
Stan Lee era como los superh¨¦roes que cre¨® y le han garantizado un lugar inmortal en el reino de los creadores m¨¢s imaginativos y prol¨ªficos de la historia del c¨®mic. Debajo de sus mallas, escudos o corazas, escondi¨® lo que otros ni siquiera llegaron a considerar adecuado para personajes destinados a salvar el mundo: debilidades, complejos y problemas muy humanos. Los mismos a los que Lee tuvo que enfrentarse en paralelo a su ¨¦xito y riqueza y que no eran capaces de resolver ninguno de los disfraces con los que visti¨® a sus ¨ªdolos de ficci¨®n.
La madrugada del pasado lunes el creador de Los Cuatro Fant¨¢sticos, Thor, Spiderman o Hulk solt¨® las amarras de sus h¨¦roes para siempre cuando muri¨® en un hospital de Los ?ngeles a los 95 a?os. Los ¨²ltimos meses de este hombre de imaginaci¨®n y energ¨ªa desbordantes hab¨ªan sido tortuosos a causa de una sucesi¨®n de enredos, personajes interesados, demandas y contrademandas derivadas de la ambici¨®n que despierta una fortuna cifrada entre 50 y 70 millones de d¨®lares (entre 44 y 62 millones de euros).?Una fortuna en la que tienen un papel relevante tanto los derechos de sus creaciones para Marvel como, sobre todo, los beneficios que generan las pel¨ªculas nacidas del mismo universo.
El pasado mes de abril Hollywood Reporter publicaba un amplio art¨ªculo con un significativo titular: Stan Lee necesita un h¨¦roe. El motivo no fue el brote de neumon¨ªa que le mantuvo alejado temporalmente de su habitual fren¨¦tica actividad un par de meses antes, sino la sucesi¨®n de conflictos a los que se estaba enfrentando desde que en 2017 falleciera su esposa. Joan Clayton, que no fue solo su compa?era de vida durante m¨¢s de 60 a?os, sino tambi¨¦n quien controlaba las finanzas de un genio que le daba la importancia justa al dinero y era muy desordenado con todo lo que ten¨ªa que ver con ¨¦l.
Lee demand¨® a Pow! Entertainment, la compa?¨ªa que fund¨® en 2001 para desarrollar propiedades de pel¨ªculas, televisi¨®n y videojuegos por fraude, aunque la acusaci¨®n se retir¨® solo unas semanas m¨¢s tarde. Tambi¨¦n present¨® causas judiciales contra quien hab¨ªa sido gerente de sus negocios y otras personas de su entorno que hab¨ªan abusado de su confianza en cuestiones monetarias. Pero el gran desenga?o part¨ªa de su entorno m¨¢s pr¨®ximo, de la ¨²nica hija viva que le quedaba, Joan Celia Lee, de 68 a?os.
Seg¨²n documentos conseguidos por Hollywood Reporter, Lee y su esposa hab¨ªa dispuesto que su herencia no pasara directamente a su hija y para ello hab¨ªan creado un fideicomiso que controlaba sus gastos excesivos porque no era extra?o que llegaran cargos de entre 20.000 y 40.000 euros mensuales de sus tarjetas de cr¨¦dito. Stan lleg¨® a contar entonces, con su esposa todav¨ªa ejerciendo el papel de intermediaria, que era normal que Joan Celia le gritara y llorara hist¨¦ricamente si no ced¨ªa y le daba m¨¢s dinero. Tambi¨¦n que ella le exig¨ªa mayor confianza y que le pusiera propiedades a su nombre, cosa que Stan Lee rechazaba para evitar ¡°su mayor temor: que despu¨¦s de mi muerte se quede sin hogar y sin dinero¡±.
Lee hablaba de un tr¨ªo masculino (Jerardo Olivarez, Keya Morgan Kirk Schenck ¨Cabogado de su hija¨C) que influ¨ªan negativamente sobre ella y en los que ve¨ªa intenciones?interesadas.?¡°Quieren ganar control sobre mis bienes, propiedades y dinero¡±. Se lleg¨® a hablar de que existi¨® una investigaci¨®n por malos tratos y posible secuestro de personas mayores. Un extremo que el mismo Lee desminti¨® con un v¨ªdeo en el que afirmaba que ¡°la relaci¨®n con su hija estaba mejor que nunca¡±.
Pero personas que conocen el entorno en el que viv¨ªa Stan Lee en estos ¨²ltimos meses llegaron a calificarlo como ¡°un espect¨¢culo de mierda¡±. Relaciones t¨®xicas, alianzas y enfrentamientos repentinos y abusos que llegaron a alertar a las autoridades.
<blockquote class="twitter-tweet" data-lang="es"><p lang="und" dir="ltr"><a href="https://t.co/dTdDjRvXbs">pic.twitter.com/dTdDjRvXbs</a></p>¡ª stan lee (@TheRealStanLee) <a href="https://twitter.com/TheRealStanLee/status/1062078268319268864?ref_src=twsrc%5Etfw">12 de noviembre de 2018</a></blockquote>
<script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
La vida p¨²blica de Stan Lee era brillante, la vida familiar hac¨ªa aguas desde que su esposa Joanie falleci¨® de un derrame cerebral el 6 de julio de 2017 a los 95 a?os. Se acab¨® la liturgia de su Martini diario en su casa de las colinas de Hollywood y se impuso el car¨¢cter diletante de su hija y sus adl¨¢teres. Por cari?o fraterno o necesidad, Stan Lee termin¨® negando que entre todos estuvieran abusando de un anciano pero sus colaboradores de siempre fueron apartados poco a poco de su vida y el famoso creador de superh¨¦roes ha desaparecido sin llegar a saber a ciencia cierta si encontr¨® alg¨²n h¨¦roe que le salvara de sus fantasmas reales o imaginarios. Habr¨¢ que esperar un tiempo para saber si su hija recibe finalmente la totalidad de la herencia o si su padre ten¨ªa alg¨²n as guardado en la manga para protegerla de s¨ª misma.
De momento Stan Lee se ha despedido a lo grande: dejando grabados algunos de los famosos cameos para que sus admiradores disfruten de ¨¦l despu¨¦s de muerto en varias pel¨ªculas que se estrenar¨¢n pr¨®ximamente y enviando un tuit p¨®stumo que se ha vuelto viral con solo dos cifras y una palabra: ¡°1922-2018: Excelsior¡±, la expresi¨®n que utilizaba para despedirse y a la que daba un significado que dice mucho sobre su personalidad: ¡°?Hacia arriba y hacia adelante por la gloria mayor¡±.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.