El palacio contra Meghan Markle: se acaba su a?o de gracia
La esposa del pr¨ªncipe Enrique quiere imponer su estilo personal y muy profesional en la casa real brit¨¢nica
El pr¨®ximo martes 27 de noviembre se cumple un a?o del anuncio del compromiso entre el pr¨ªncipe Enrique de Inglaterra y su novia, la actriz estadounidense Meghan Markle. Un a?o en el que ha habido boda, anuncio de embarazo, actos oficiales, vestidos de gala, sonrisas junto a la reina Isabel II y hasta un largo y exitoso tour real por Australia, Fiji, Tonga y Nueva Zelanda. Un a?o en el que ¡ªexcepto su propia familia¡ª todos han sido benevolentes con la reci¨¦n estrenada duquesa de Sussex y sus muchas sonrisas y gestos de cercan¨ªa. Pero esa benevolencia parece estar tocando a su fin.?
Cuando va a cumplirse un a?o de su imparable salto medi¨¢tico, la prensa le ha perdido ese reverencial respeto de los comienzos a esta actriz convertida en miembro de la realeza. Los despiadados tabloides brit¨¢nicos llevan semanas empezando a dar cuenta de la primera crisis que ha azotado a la duquesa: la de la salida de una supuesta asistente de nombre Melissa que no habr¨ªa aguantado las exigencias de Markle. Pero ahora han ido a m¨¢s.?
Seg¨²n un documentado reportaje publicado por The Daily Mail, las exigencias de la duquesa son altas, y el personal de palacio se ha visto sorprendido por lo que parece ser un alto nivel de profesionalidad. Acostumbrados a manejar la agenda del pr¨ªncipe Enrique, ahora la llegada de Meghan Markle "m¨¢s que un soplo de aire fresco, se ha convertido en un vendaval", afirman.?
La duquesa es una profesional, algo que ha demostrado a lo largo de su carrera. Y ahora que ha llegado a la familia real m¨¢s famosa y medi¨¢tica del mundo no va a parar ni va a bajar sus necesidades ni sus exigencias ni va a moderarse. Seg¨²n los cortesanos, ha cambiado algunas de las costumbres de palacio. La duquesa se levanta cada d¨ªa a las cinco de la ma?ana para preparar su jornada a conciencia y les manda "seis y siete mensajes al d¨ªa" para proponerles ideas o encuentros discretos que est¨¢ teniendo con algunos brit¨¢nicos.
Seg¨²n los periodistas que la han seguido en la gira real por Ocean¨ªa, Markle escribe sus discursos. Algo que puede no parecer llamativo, pero que es muy poco habitual en la familia real brit¨¢nica, que cuenta con ayudantes que se dedican exclusivamente a ello. En el caso de los dos que ofreci¨® en Fiji y en Suva, ella misma los escribi¨® e incluso llev¨® notas manuscritas. Una tarea que, seg¨²n los ayudantes palaciegos, le llev¨® d¨ªas. Tambi¨¦n llama la atenci¨®n la tem¨¢tica: versaron sobre la igualdad, el sufragio femenino y las oportunidades educativas para las ni?as. Temas muy poco comunes para la familia real brit¨¢nica.
Seg¨²n quienes la ayudan en palacio, poco acostumbrados a la forma de trabajar actual, Meghan tiene "much¨ªsimas ideas" y toda la "energ¨ªa de la Costa Oeste". Habla de lo que le gusta (de hecho, ya hab¨ªa hablado ante la ONU, precisamente de feminismo), trabaja como le gusta y viste como le apetece. Hace unas semanas, tambi¨¦n se filtraba que su supuestamente id¨ªlica relaci¨®n con Isabel II al parecer no lo ser¨ªa tanto. En su primer viaje juntas (algo que la reina no ha hecho ni siquiera con Kate Middleton) a bordo del exclusivo tren real, la reina se sinti¨® molesta porque la mujer de su nieto no llevara sombrero, seg¨²n algunas informaciones. Al parecer, Markle, poco habituada al protocolo real, no termin¨® de entender las indirectas que le avisaban de que llevara este complemento y se dej¨® ver con el pelo suelto, algo que le result¨®, adem¨¢s, bastante inc¨®modo durante la visita.?
Los roces por la vestimenta, algo con lo que la soberana suele ser muy estricta, empezaron desde la boda, cuando la actriz quiso usar una tiara que no era la m¨¢s apropiada y cuando llev¨® un vestido completamente blanco, algo que a Su Graciosa Majestad no le parec¨ªa del todo correcto al tratarse del segundo enlace de Markle. Ella, en cambio, decidi¨® seguir adelante.
Adem¨¢s de sus discursos y las causas que ella elija, la ropa es el ¨²nico modo de hablar de Meghan. Con ella puede expresar sus intenciones, gustos y preocupaciones, de ah¨ª que no siga a rajatabla el protocolo y opte por prendas?m¨¢s cortas de lo com¨²n, de dise?adores no siempre, ni mucho menos brit¨¢nicos, o de marcas con mensaje o ecol¨®gicas. Seg¨²n algunos de estos citados miembros de palacio, deber¨ªa usar menos ropa de color negro, poco habitual entre los Windsor, y tambi¨¦n vestir?"menos como una estrella de Hollywood y m¨¢s como un miembro de la familia real". En alguien como ella, que tiene claro c¨®mo quiere dejar su huella, parece poco probable que suceda.
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