Tan espa?ol como la tortilla de patatas, en este art¨ªculo explicaba Mario Su¨¢rez la omnipresencia de esta t¨¦cnica de pintura de paredes con acabado en grano: en una de las ¨¦pocas de mayor furor constructivo en nuestro pa¨ªs ¨Cen los a?os sesenta y provocada por el ¨¦xodo rural¨C los bloques de pisos y apartamentos se constru¨ªan con rapidez y sin prestar demasiada atenci¨®n a remates y acabados. El gotel¨¦, con su rugosidad, era perfecto para disimular defectos, impurezas, grietas e incluso paredes no todo lo rectas que cabr¨ªa desear. De ah¨ª pas¨® a moda que iba desde gotel¨¦s discretos a texturas agresivas que parec¨ªan cuadros de Jackson Pollock en relieve (especialistas, adem¨¢s, en despellejar nuestros codos en la ni?ez). Eliminarlo sale caro ¨C3.000 euros para una vivienda de 80 metros cuadrados¨C y se ha convertido en un elemento tan extendido que todav¨ªa hoy buena parte de los pisos nuevos que se construyen lucen gotel¨¦ en sus paredes. (En la imagen, una escena de 'Los abrazos rotos', donde tambi¨¦n se reivindica el apartamento vacacional de playa)