Eretz Israel y Airbnb
No esperen milagros en la cuna de las tres religiones monote¨ªstas. Las bondades de los dioses limitan con el odio y el fanatismo de los hombres
El boicot es un instrumento de presi¨®n. Erosion¨® el poder blanco en la Sud¨¢frica del apartheid, pero no movi¨® un cent¨ªmetro el r¨¦gimen cubano. En su caso se llama embargo, al parecer m¨¢s rotundo. Est¨¢ en vigor desde octubre de 1960. Los l¨ªderes que reciben sanciones se quejan del impacto que tienen en su poblaci¨®n. A los Estados que m¨¢s les gusta castigar les enfada que les castiguen.
Al Gobierno de Israel (no confundir con todos los israel¨ªes ni con todos los jud¨ªos) le preocupa la campa?a BDS (Boicot, Desinversi¨®n, Sanciones), impulsada por una variedad de organizaciones civiles de todo el mundo, y a la que se est¨¢n sumando empresas. Para Netanyahu es estrat¨¦gicamente casi tan peligrosa como Ir¨¢n.
En el movimiento BDS hay de todo. Algunos consideran ¡°territorio ocupado¡± a la Palestina del mandato brit¨¢nico; otros se alinean con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que limitan la ocupaci¨®n a Cisjordania, Gaza y Jerusal¨¦n Este. Los primeros niegan la existencia de Israel; los segundos, no.
Se ha organizado un revuelo en torno a Airbnb, y no por su impacto en las ciudades. El Gobierno israel¨ª va a pedir ayuda a Trump (no confundir con todos los norteamericanos) para revertir la situaci¨®n. Est¨¢ indignado porque Airbnb ha decidido dejar de ofertar en su web alojamientos tur¨ªsticos en los territorios ocupados (en 1967), que son zonas bajo r¨¦gimen militar.
La empresa de San Francisco ha cedido a la presi¨®n de Human Rights Watch, una ONG estadounidense de defensa de los derechos humanos, cuya campa?a rezaba: ¡°alojamiento y desayuno en tierra usurpada¡±. Airbnb basa su decisi¨®n en que las autoridades israel¨ªes impiden a los palestinos acceder a la oferta, algo que resulta discriminatorio, y viola el c¨®digo ¨¦tico de la compa?¨ªa.
Son significativos los argumentos. El Gobierno israel¨ª denuncia que la decisi¨®n de Airbnb est¨¢ vinculada al movimiento BDS, un intento de darle una cobertura legal a su queja dentro de EE UU. Ya se ha escuchado la recurrente acusaci¨®n de antisemitismo (la misma que tendr¨¢ este texto).
El mar de fondo es la ideolog¨ªa de la exclusi¨®n. Para Netanyahu, un sionista revisionista como su padre, no existen los territorios ocupados. Forman parte del Israel b¨ªblico, del Eretz Israel. Nacieron en 1920 en oposici¨®n al sionismo socialista que cre¨® Israel y firm¨® la paz con Yasir Arafat (Rab¨ªn, Peres). A los revisionistas siempre les sobraron los palestinos. Sostienen que la soluci¨®n de los dos Estados es contraria a sus intereses. Su problema es que ya no son posibles las expulsiones en masa.
No esperen milagros en la cuna de las tres religiones monote¨ªstas. Las bondades de los dioses limitan con el odio y el fanatismo de los hombres.
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