El Gobierno m¨¢s ultra de la historia de Israel entra en descomposici¨®n

Benjam¨ªn Netanyahu no ha conducido a Israel a otra guerra durante su cuarto mandato como primer ministro, con el que suma ya m¨¢s de 12 a?os en el poder, y la econom¨ªa crece a un ritmo superior al 3% anual, con una tasa de desempleo por debajo del 4%. Hac¨ªa tiempo que los israel¨ªes no viv¨ªan un periodo tan prolongado de relativa calma y sostenida bonanza. Hasta hace apenas una semana, las encuestas asignaban al partido Likud, que lidera el mandatario, una tercera parte de los esca?os de la Kneset (Parlamento), un 50% m¨¢s de los que obtuvo en las legislativas de marzo de 2015, dando a entender que los ciudadanos hab¨ªan condonado los casos de corrupci¨®n que le salpican. Pero en un inesperado giro ¡ªel fiasco de una operaci¨®n militar encubierta en la franja de Gaza¡ª, el Gobierno m¨¢s derechista constituido en la historia del Estado jud¨ªo ha entrado en un imparable proceso de descomposici¨®n.

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Israel ha bordeado esta semana el estallido de la cuarta guerra a gran escala en Gaza en la ¨²ltima d¨¦cada. Entre la madrugada del lunes y la tarde del martes m¨¢s de 40 bombardeos de la aviaci¨®n israel¨ª golpearon 160 objetivos, como las sedes del canal de televisi¨®n Al Aqsa y de los servicios de inteligencia interior de Ham¨¢s. Las milicias palestinas dispararon a su vez 460 proyectiles, entre cohetes y granadas de mortero, contra zonas colindantes de Israel, como las ciudades de Sderot y Ashkelon. El alto el fuego entre ambas partes, tras la mediaci¨®n de Egipto y de la ONU, ha acabado de agrietar el pacto de seis partidos conservadores, ultrarreligiosos, nacionalistas y de extrema derecha que ha sostenido a Netanyahu en el poder durante m¨¢s de tres a?os. Israel se ve abocado a acudir a las urnas.

El ministro de Defensa, el ultraconservador Avigdor Lieberman, fue el primero en romper filas con su dimisi¨®n en desacuerdo con la tregua, que tach¨® de ¡°rendici¨®n ante el terrorismo¡±. La salida de su partido ¡ªIsrael, Nuestra Casa (cinco diputados)¡ª de la coalici¨®n ha dejado al Gabinete con una exigua mayor¨ªa de 61 votos en una Kneset de 120 esca?os.

El l¨ªder de la derecha nacionalista religiosa, el ministro de Educaci¨®n Naftali Bennett, se apresur¨® a reclamar el Departamento de Defensa a cambio de que su formaci¨®n pol¨ªtica ¡ªHogar Jud¨ªo (ocho diputados)¡ª siga apoyando al Gobierno. Despu¨¦s de reunirse el viernes con Bennet, Netanyahu decidi¨® reservarse la cartera bajo su exclusivo control, con lo que suma otro ministerio clave a su gesti¨®n directa sobre Asuntos Exteriores.

Otros barones del Ejecutivo, como el ministro de Finanzas, Moshe Kahlon (centroderecha, con 10 esca?os en su partido Kulanu en la Kneset), y el de Interior, Aryeh Deri (ultraortodoxo, con siete parlamentarios en el partido Shas), le han urgido a que disuelva la C¨¢mara y anticipe los comicios para no generar m¨¢s inestabilidad durante el resto de la legislatura, que debe extinguirse dentro de un a?o.

Netanyahu hizo llegar a la prensa israel¨ª antes del comienzo del sabbat (la festividad jud¨ªa que paraliza la actividad del pa¨ªs) que, en contra de los "rumores¡± que circulaban no hay ninguna decisi¨®n tomada sobre el adelanto electoral. El primer ministro pretende mantener el actual Gobierno de coalici¨®n al menos hasta final de a?o, para poder aprobar el previsto relevo de dos altos cargos esenciales: el jefe de las Fuerzas Armadas, cuyo mandato vence dentro de un mes, y el de la polic¨ªa, que concluye a comienzos de diciembre. El l¨ªder del Likud quiere saber de primera mano qui¨¦n ser¨¢ el m¨¢ximo responsable de la investigaci¨®n de los cuatro casos de corrupci¨®n en los que se halla involucrado, en dos de los cuales los agentes de la brigada antifraude han recomendado al fiscal general su inculpaci¨®n.

El Ejecutivo tiene previsto reunirse este domingo, al inicio de la semana laboral israel¨ª, momento en el que Netanyahu ¡ªque tiene la ¨²ltima palabra en la convocatoria de elecciones¡ª deber¨¢ tomar una decisi¨®n sobre la continuidad del pacto pol¨ªtico gubernamental. En un ¨²ltimo intento de mantenerse a flote, el mandatario reuni¨® el jueves a las autoridades de poblaciones pr¨®ximas a la franja de Gaza, donde ha estallado un movimiento de protesta tras las recientes hostilidades, para prometerles un paquete de inversiones y ayudas econ¨®micas.

Una encuesta difundida ayer por el diario Maariv refleja que el 70% de los israel¨ªes cuestionan la gesti¨®n adoptada por Netanyahu durante la crisis de seguridad. La mitad de los consultados estima que el movimiento islamista Ham¨¢s ¡ªque gobierna de facto en el enclave costero desde 2007¡ª ha salido ¡°victorioso¡± en su mayor enfrentamiento armado con Israel desde la devastadora guerra de 2014. Parece comprensible que Netanyahu no sienta la misma urgencia que sus socios de coalici¨®n a la hora de decretar la llamada a las urnas.