Am¨¦rica para los americanos, otra vez
Brasil y M¨¦xico van camino de replegarse en s¨ª mismos, atendiendo, sobre todo, a un vecino del norte poderoso y caprichoso
El 1 de diciembre Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (AMLO) tomar¨¢ posesi¨®n como presidente de M¨¦xico. El 1 de enero, Jair Bolsonaro lo har¨¢ como presidente de Brasil. Tras unos largos meses de fren¨¦tica actividad electoral en Am¨¦rica Latina, los dos mayores pa¨ªses de la regi¨®n inician un camino pol¨ªtico hasta ahora desconocido.
Los dos nuevos hombres fuertes del continente est¨¢n en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas. El primero, representante de una izquierda viejuna te?ida de autoritarismo; el segundo, de una ultraderecha militarista y evang¨¦lica. Sin embargo, adem¨¢s del populismo como modo de estar en pol¨ªtica, ambos comparten algunos puntos que pueden ser cr¨ªticos para el futuro. Para empezar, ninguno tiene demasiado inter¨¦s en la pol¨ªtica exterior. Para AMLO, ¡°la mejor pol¨ªtica exterior es una pol¨ªtica interior fuerte¡±. Algo parecido opina Bolsonaro. Es cierto que los enormes desaf¨ªos a los que se enfrentan ambos pa¨ªses ¡ªdesarrollo econ¨®mico, desigualdad, seguridad, violencia, corrupci¨®n¡ª requieren un esfuerzo descomunal. Pero tambi¨¦n lo es que siendo los dos gigantes geogr¨¢ficos, demogr¨¢ficos, energ¨¦ticos y humanos cabr¨ªa esperar de ellos un peso determinante en las cuestiones regionales y globales.
M¨¦xico lleva a?os inmerso en su propia espiral de la guerra contra el narco; un tiempo en el que Brasil se ha erigido como potencia de un Sur global que reclamaba su espacio en el cambiante orden internacional. Est¨¢ por ver si aspira a seguir desempe?ando ese papel.
Otro punto en com¨²n de ambos l¨ªderes es su obsesi¨®n por Donald Trump, por motivos muy distintos, eso s¨ª. Para AMLO ser¨¢ la bestia negra con la que tendr¨¢ que desplegar su mejor pragmatismo para lidiar con cuestiones tan espinosas pero existenciales como la migraci¨®n o el comercio. Para Bolsonaro, es el espejo en el que se mira y con el que sue?a formar un eje ultraconservador que recorra el continente.
Por ¨²ltimo, tanto AMLO como Bolsonaro comparten desinter¨¦s por el multilateralismo. ?C¨®mo evolucionar¨¢ la Alianza del Pac¨ªfico ¡ªuna iniciativa de integraci¨®n regional entre M¨¦xico, Colombia, Per¨² y Chile¡ª con gobiernos tan alejados ideol¨®gicamente? M¨¢s dudas a¨²n se ciernen sobre las organizaciones sudamericanas, Unasur y Mercosur, con un Brasil en retirada que cuestiona adem¨¢s el sistema de Naciones Unidas.
La previsible ausencia de Am¨¦rica Latina de las cosas del mundo es una mala noticia. Con sus reservas de recursos naturales, con una poblaci¨®n joven y con un enorme potencial, la regi¨®n deber¨ªa participar activamente en los principales debates y en la b¨²squeda de soluciones globales, desde la desigualdad hasta el cambio clim¨¢tico, desde los modelos de crecimiento sostenible hasta el futuro de la educaci¨®n. Y, sin embargo, parece que sus dos grandes potencias van camino de replegarse en s¨ª mismas, atendiendo, sobre todo, a un vecino del norte poderoso y caprichoso. Am¨¦rica, de nuevo, para los americanos.
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