El tal¨®n de Aquiles de AMLO
L¨®pez Obrador gan¨® las elecciones con una contundencia sin precedente hist¨®rico, y con un discurso digno del canon populista: hab¨ªa triunfado el pueblo bueno, en contra de la ¡°mafia del poder¡±
El triunfo de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (AMLO) se incub¨® en un liberalismo condescendiente y mediocre que llevaba dos d¨¦cadas pidiendo paciencia para dar resultados. Una ortodoxia de libro de texto que desestimaba las exigencias populares como ignorantes, y que defend¨ªa el status quo de desigualdades y pobreza por ser ¡°menos malo¡± que otros escenarios imaginados.
Fue la falta de visi¨®n de estos liberales, la que les impidi¨® crear plataformas pol¨ªticas que cuestionaran los magros resultados econ¨®micos del pa¨ªs y que entendieran la ra¨ªz del descontento. Encogidos, peque?os, los autonombrados liberales no atinaron m¨¢s que a llamar a los seguidores de L¨®pez Obrador ¡°los enojados¡±. Y ello lo empoder¨® a¨²n m¨¢s.
As¨ª, Andr¨¦s Manuel gan¨® las elecciones con una contundencia sin precedente hist¨®rico (30 millones de votos; mayor¨ªa en ambas c¨¢maras), y con un discurso digno del canon populista: hab¨ªa triunfado el pueblo bueno, en contra de la ¡°mafia del poder¡±.
Y su triunfo deton¨® lo que ser¨¢n, a lo largo de su presidencia, sus dos talones de Aquiles: el p¨¢nico de sus adversarios y las desmesuradas expectativas de sus seguidores.
El primero puede tener a AMLO sin cuidado, por ahora. La bancarrota intelectual y pol¨ªtica de la oposici¨®n es profunda y precede a la elecci¨®n. Faltos de tacto social y pol¨ªticas p¨²blicas ambiciosas, la oposici¨®n solo ha propuesto, una y otra vez, plataformas basadas en cambios ¨ªnfimamente marginales. Algo para lo que el M¨¦xico de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n cotidianos y lacerantes ya no tiene paciencia.
El partido del presidente saliente (PRI) est¨¢ tan desacreditado que discute si se debe cambiar el nombre a fin de camuflarse como algo fresco (la propia propuesta es irrisoria y digna representante de su sin-rumbo).
La derecha (PAN) y la izquierda no lopezobradorista (PRD) se fusionaron en un intento por ser competitivos, logrando con ello una plataforma esquizofr¨¦nica de luchas tribales internas que no les permiten reinventarse.
M¨¢s all¨¢ de ello, durante los cinco largos meses que han pasado entre el d¨ªa de la elecci¨®n (julio) y la pr¨®xima toma de protesta (diciembre), la oposici¨®n no ha atinado a encontrar c¨®mo exigir que L¨®pez Obrador los tome en cuenta. A diferencia de otros presidentes electos, Andr¨¦s Manuel comenz¨® a adelantar decisiones (nombramientos de gabinete, por ejemplo) antes de comenzar oficialmente su mandato. Ante ello, la din¨¢mica pol¨ªtica entre el pr¨®ximo presidente y la oposici¨®n ya puede evaluarse y no deja buenos resultados.
La oposici¨®n no da una. Piden que los planes de AMLO cambien con base en ¡°recomendaciones expertas¡± de una tecnocracia desacreditada por su falta de resultados. Critican a L¨®pez Obrador por dar muestras de no confiar en las instituciones aut¨®nomas, sin reconocer que algunas de ¨¦stas instituciones han sido aut¨®nomas del poder pol¨ªtico pero no del econ¨®mico. Tildan a Andr¨¦s Manuel de poco democr¨¢tico sin darse cuenta de que, en el M¨¦xico de las desigualdades y la falta de oportunidad, las personas ya est¨¢n dispuestas a sacrificar algunos procesos democr¨¢ticos con tal de ver resultados. Siguen pregunt¨¢ndose por qu¨¦ la gente no est¨¢ desencantada con L¨®pez Obrador, sin darse cuenta de que el mayor desencanto es con el status quo.
A pesar de ello, no es del todo descabellado que la oposici¨®n pueda reinventarse en el mediano plazo, sobre todo si AMLO no cuida su segundo, y m¨¢s delicado, tal¨®n de Aquiles: las expectativas desmesuradas de sus votantes.
L¨®pez Obrador llega a la presidencia con el mayor nivel de aprobaci¨®n desde la transici¨®n democr¨¢tica mexicana (66%), y con alt¨ªsimas esperanzas de cambio inmediato. El 63% de los mexicanos cree que lograr¨¢ resolver los problemas de corrupci¨®n, y 70% espera reducciones en la pobreza y mejoras en la econom¨ªa.
Ser¨¢ dif¨ªcil que AMLO logre cumplir con las expectativas. Sobre todo porque, como parte de un esfuerzo por satisfacer al poder econ¨®mico, prometi¨® evitar una reforma fiscal durante sus tres primeros a?os de gobierno.
Esta promesa, le at¨® las manos. M¨¦xico es uno de los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina que menos impuestos recauda como porcentaje de su PIB, similar a para¨ªsos fiscales como Panam¨¢. Sin una herramienta para lograr una recolecci¨®n m¨¢s progresiva de impuestos, ser¨¢ dif¨ªcil que AMLO logre implementar su ambiciosa propuesta de inversi¨®n p¨²blica y programas sociales.
M¨¢s a¨²n, algunas decisiones recientes le han costado el apoyo de muchos de sus votante de centro. La organizaci¨®n de consultas populares sesgadas, la presentaci¨®n de planes de gobierno que militarizan la fuerza p¨²blica, y la creaci¨®n de alianzas con pol¨ªticos y empresarios de dudosa reputaci¨®n, lo alejan de un grupo que lo llev¨® al triunfo y le han bajado 9 puntos de popularidad en un mes de acuerdo a algunas fuentes.
La com¨²n desconfianza de los mercados internacionales a los gobiernos de izquierda fungir¨¢ tambi¨¦n como una limitante al cambio. Cuando hace unas semanas el l¨ªder de la bancada de Morena (partido de L¨®pez Obrador) present¨® una muy burda iniciativa para eliminar las comisiones del oligopolio bancario, la Bolsa Mexicana de Valores perdi¨® 5.8% puntos. Efectos similares sucedieron cuando se habl¨® de regular la contaminaci¨®n ambiental de las mineras y, cuando reiter¨® su programa de aumento de pensiones en un mitin p¨²blico, el peso perdi¨® valor debido a temores financieros.
M¨¢s a¨²n, es com¨²n que durante el primer a?o de un nuevo gobierno la econom¨ªa se desacelere por la curva de aprendizaje. Esta vez, la desaceleraci¨®n va a acentuarse porque AMLO planea recortar al 70% los empleos p¨²blicos y reducir el sueldo de los mandos altos poder aumentar el gasto p¨²blico sin aumentar los impuestos. La falta de capacidad y la desmotivaci¨®n de la burocracia le pondr¨¢n el pie.
El futuro pol¨ªtico de M¨¦xico est¨¢ por escribirse. Hay mucho en juego. Un Andr¨¦s Manuel sin resultados y una oposici¨®n sin br¨²jula pudieran llevar a M¨¦xico hacia el Brasil de Bolsonaro. Recordemos que las democracias ya no perecen, como antes, en manos de generales que toman el poder de forma violenta. Lo hacen cuando la desesperanza empodera a quien proponer soluciones radicales, sin un balance opositor.
Viridiana R¨ªos es acad¨¦mica y analista mexicana (@Viri_Rios).
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