Cuando Ava Gardner quemaba Madrid

La Espa?a de Vespa y crucifijos, polio y ferias con mujeres forzudas que describe Arde Madrid, acog¨ªa tambi¨¦n exilios ilustres, bien fueran impuestos o voluntarios. Alrededor de ellos pululaba una corte de anfitriones que congregaba en Chicote, Villa Rosa, Torres Bermejas o en casas con licencia para reuniones a tonadilleras, ni?os prodigio, toreros, gitaner¨ªa flamenca de altura, productores, estrellitas de cine, canaperos y gorrones¡­ La serie de Paco Le¨®n y Anna R. Costa les ha cogido el punto y los ha hecho desfilar por un atolladero con ecos de Rafael Azcona, donde todo gira alrededor de la lib¨¦rrima voluntad de Ava Gardner y sus despiporres.

LOS PER?N

En la casa de la calle Doctor Arce 11 donde vivi¨® la actriz hab¨ªa otros dos vecinos ilustres: Juan Domingo e Isabelita Per¨®n. El mandatario derrocado esperaba regresar a Argentina, pero deb¨ªa soportar a menudo el jolgorio de los fiestorros de Gardner sin que pudiera pegar ojo. El exilio de su segunda mujer dura a¨²n porque actualmente vive a las afueras de Madrid. Ella no hab¨ªa convocado en ese tiempo todav¨ªa las sesiones de espiritismo que, aseguran, hizo en torno al cad¨¢ver profanado de Evita. La di¨¢spora de su cuerpo embalsamado convivi¨® con su viudo y su otra esposa en el chalet que habitaron despu¨¦s en Puerta de Hierro, ya sin el ruido de vecinos incontrolados. Hab¨ªa que mantener lejos de las profanaciones y a salvo el cad¨¢ver del mito. Como a Isabelita no se le peg¨® ni rastro de Evita, tuvo que entregar el poder a la Junta Militar que descuartiz¨® su pa¨ªs en los setenta. Dej¨® Argentina en manos de carniceros, se lav¨® las manos y volvi¨® a Espa?a.

LOS FLORES

De bautizo se va Ava Gardner invitada por Lola Flores y el Pesca¨ªlla en uno de los cap¨ªtulos de Arde Madrid. Recibe su hijo Antonio el santo sacramento all¨¢ por 1961 y por ah¨ª andan tambi¨¦n Carmen Sevilla, Marujita D¨ªaz, Marisol, la duquesa de Alba... Aparte del gin-tonic, a la artista norteamericana y a la andaluza les un¨ªan la raza y el instinto para comerse las c¨¢maras, los escenarios, al p¨²blico y a varios hombres. De ah¨ª su complicidad y su cercan¨ªa. Lola form¨® un clan de artistas y afortunadamente no vio morir a su hijo 15 d¨ªas despu¨¦s de ella, en 1995.

SINATRA Y HEMINGWAY POR TEL?FONO

No aparecen pero se les intuye en largas conferencias detr¨¢s del tel¨¦fono. Con el primero, Ava mantuvo una fogosa y atormentada relaci¨®n que les hac¨ªa explotar de celos. Luis Miguel Domingu¨ªn fue uno de los detonantes. Cuando Gardner estaba casada con el cantante comenz¨® su romance con el torero. La noticia doli¨® tanto a Frank que viaj¨® a Madrid y le tir¨® un fajo de billetes a la cara: ¡°?Aqu¨ª tienes los 19.000 d¨®lares que me prestaste!¡±.

Las discusiones segu¨ªan y Ava no pudo convencerle de que regresara con ella a Madrid. A Sinatra, aquella Espa?a extra?a, humillada y brava al tiempo, le ol¨ªa demasiado a ajo. Justo lo que no le parec¨ªa a Ernest Hemingway, que adoraba el pa¨ªs, por comuni¨®n sangu¨ªnea. Cuando Ava se entera del suicidio de Papa Hemingway, como le llamaba, le monta un homenaje que es todo menos un funeral: pura juerga flamenca en la que corren el whisky y el champ¨¢n para regar el recuerdo del escritor.

SAMUEL BRONSTON Y CHARLTON HESTON

La ¨¦poca que retrata Arde Madrid es el periodo previo al rodaje en Espa?a de 55 d¨ªas en Pek¨ªn. Samuel Bronston ya hab¨ªa montado sus estudios en Las Matas (a 30 kil¨®metros de Madrid), donde sacaba buena tajada de las ventajas del r¨¦gimen y la Espa?a negra de Franco aprovechaba para darse un ba?o tecnicolor, cara a la galer¨ªa. Bronston iba por entonces de la mano junto a un despistado Charlton Heston. Antes de su declive pat¨¦tico como presidente de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle, tuvo su recorrido como estrella de cine potable. ?Le convertir¨ªa el franquismo en un retr¨®grado sin remisi¨®n? Encarnar al Cid imprime car¨¢cter. M¨¢s que a Ben-Hur, en su caso. Pero con respecto a sus juergas en compa?¨ªa de Ava Gardner, que le quiten lo bailao. Los 400.000 d¨®lares que cobr¨® la actriz por su papel en la pel¨ªcula de Bronston, a quien detestaba, le dio para sus buenas celebraciones.

CARMEN CERVERA Y LA DUQUESA DE ALBA

La primera a¨²n no hab¨ªa adquirido t¨ªtulo de nobleza pero la otra llevaba sobre sus hombros a las fiestas el linaje de los Alba. Carmen Cervera aparece como aspirante a miss en un concurso de belleza que del ardiente Madrid traslada a Ava Gardner a una lluviosa Mallorca. En esa carrera por la corona, Tita Cervera lleg¨® a ser tercera como Miss Mundo. Luego se cas¨® con Lex Baxter, Espartaco Santoni y, finalmente, con el bar¨®n Thyssen. Contin¨²a hoy su pasi¨®n por el coleccionismo, algo que compart¨ªa con Cayetana de Alba. A su vez, la duquesa de los 46 t¨ªtulos compet¨ªa con Gardner en su afici¨®n por los toreros. Eso les llevaba a ambas a frecuentar los mismos tugurios y acudir juntas a las corridas, aparte de quedar habitualmente con un grupo de amigas en el que incluyeron a la actriz junto a Luc¨ªa Bos¨¦ ¡ªque fue quien se cas¨® finalmente con Domingu¨ªn¡ª, Natalia Figueroa, la propia Lola Flores o Aline Griffith, la condesa de Romanones.