La flor de S¨¢nchez
El presidente del Gobierno encaraba un oto?o muy caliente y ahora parece venir un invierno m¨¢s apacible
El azar, aunque Trump predique maquiav¨¦licamente contra su influencia, es un factor determinante en pol¨ªtica. Y hay que saber estar a los caprichos de la rueda de la Fortuna como aconsejaban nuestros viejos estoicos, como Cicer¨®n, que era muy ciceroniano, o S¨¦neca, que no eran tan senequista. Ahora parece girar otra vez a favor de S¨¢nchez. Cuando ya se hab¨ªa arrojado la toalla de los presupuestos, e incluso Iglesias hab¨ªa hecho sonar el tam-tam de la tribu para poner a los suyos en pie de guerra electoral, el tablero se ha agitado por un vuelco: el estallido social en Catalu?a. Las protestas son una invitaci¨®n a negociar los presupuestos; o al menos, lo cual tal vez sea a¨²n mejor, a escenificar que se negocian. El bochornoso comentario de Eduard Pujol calificando las listas de espera o los recortes como distracciones ha retratado a ese establishment indepe dispuesto a no ahorrar en embajadas o propaganda, y por supuesto altos cargos, para cargar el sufrimiento en la gente. ¡°Migajas¡±, desprecia Pujol como el b¨ªblico Epul¨®n. Esto no va a pasar de Espanya ens roba a El proc¨¦s ens roba, pero altera los equilibrios.
No es el ¨²nico fen¨®meno que ha agitado el tablero. Tambi¨¦n la irrupci¨®n de Vox, y adem¨¢s en el campo de batalla de la campa?a andaluza, el m¨¢s propicio para los socialistas. Vox se ha convertido en una amenaza virtual, con expectativas de pocos esca?os, incluso ninguno. No es equiparable a la irrupci¨®n efervescente de Podemos con un mill¨®n largo de votos en las europeas de 2014 hasta liderar el CIS en lo m¨¢s crudo de aquel crudo invierno. Eso s¨ª, Vox va a sumar votos, y por tanto a restar a otros. Y por eso el Partido Socialista, tal como hizo Rajoy con Podemos en 2015, da protagonismo a Vox para debilitar al PP parafraseando el grito guerrista de ?que viene la derecha! Por supuesto Vox derechiza a la derecha, y sobre todo polariza, lo cual acent¨²a la percepci¨®n de Podemos en la extrema izquierda. M¨¢s all¨¢ de los debates taxon¨®micos, ?extrema derecha? ?derecha extrema? ?ultraderecha?... es seguro que est¨¢ en el extremo de la derecha, como Podemos en el extremo de la izquierda, y los extremos act¨²an de moderadores para los partidos de la zona central. Eso conviene a S¨¢nchez, con el estigma de la moci¨®n radical, mientras ¨¦l blanquea su imagen con? la p¨²rpura de mandatario internacional, de Marruecos a Cuba o Bruselas, de Xi Jinping al G-20¡
Los movimientos en el tablero reabren los an¨¢lisis estrat¨¦gicos. S¨¢nchez encaraba un oto?o muy caliente y ahora parece venir un invierno m¨¢s apacible. No hay que descartar nada, porque el momento es tentador; pero mientras se especula con marzo o con mayo, entre que marzo mayea o mayo marcea, el viento de cola da para ir a oto?o y con datos de las europeas y municipales. S¨¢nchez, capaz de sobrevivir incluso a los suyos, parece otro buen depositario de ese mandamiento tan espa?ol sintetizado por Cela: ¡°El que resiste, gana¡±. Y como se dec¨ªa de Zidane o antes de Cruyff, ganadores no siempre justos, tiene flor.
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