La iniciativa privada en Cuba respira
El Gobierno de Miguel D¨ªaz-Canel suaviza de forma sorpresiva un conjunto de normas que restring¨ªan el trabajo por cuenta propia
No son comunes en Cuba los anuncios p¨²blicos de medidas oficiales que derogan otras adoptadas por decreto-ley en la direcci¨®n contraria, m¨¢s cuando esas van en la l¨ªnea socialista al uso y son recientes, pero eso es precisamente lo que acaba de suceder en La Habana. En un giro inesperado, el Gobierno del nuevo presidente cubano, Miguel D¨ªaz-Canel, modific¨® un conjunto de normas que restring¨ªan la iniciativa privada y aumentaban los controles sobre el ejercicio del trabajo por cuenta propia, regulaciones que hab¨ªan sido muy criticadas por la poblaci¨®n en los ¨²ltimos meses.
Las normas para ¡°perfeccionar¡± el trabajo no estatal entraban en vigor el 7 de diciembre, y entre las m¨¢s impopulares estaban las que restring¨ªan la capacidad de los restaurantes privados a 50 sillas por establecimiento, prohib¨ªan a los cuentapropistas tener dos licencias para ejercer actividades distintas y obligaban a los trabajadores a abrir una cuenta en el banco en la que deb¨ªan reflejar todas sus actividades.
Muchos de los cuentapropistas y due?os de paladares hab¨ªan expresado su descontento en los seminarios organizados por las autoridades para explicar las nuevas regulaciones, y los negocios m¨¢s boyantes hab¨ªan comenzado a despedir a sus empleados debido al freno burocr¨¢tico que les obligaba a reducir la capacidad. Pero, la noche del mi¨¦rcoles, el anuncio de la derogaci¨®n se vivi¨® con verdadera euforia en estos establecimientos. En una conocida paladar italiana, el propietario apretaba los pu?os y saltaba de alegr¨ªa al escuchar a la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Margarita Gonz¨¢lez: ¡°?Mama m¨ªa! Se salvan los que ten¨ªan que irse ma?ana¡±.
La propia Gonz¨¢lez, encargada de defender las restricciones hasta d¨ªas antes, fue quien dio a conocer la marcha atr¨¢s en televisi¨®n con el argumento de que se hab¨ªan tenido en cuenta las opiniones cr¨ªticas de los cuentapropistas y que, adem¨¢s, se hac¨ªa para no discriminar a los trabajadores privados de los estatales, donde s¨ª est¨¢ permitido el pluriempleo. Las contramedidas fueron publicadas de inmediato en La Gaceta Oficial, algo que tambi¨¦n llama la atenci¨®n, pues normalmente en Cuba los tiempos legales son m¨¢s pausados.
Aunque no s¨®lo de paladares vive el hombre ni de ellas depende el desarrollo del pa¨ªs, lo hecho tiene impacto nacional
Aunque no fue publicado en la prensa oficial y s¨®lo lo sab¨ªan los m¨¢s informados, el cambio se precipit¨® el lunes en la Facultad de Derecho, durante una visita que realiz¨® el presidente Miguel D¨ªaz-Canel. Durante un intercambio con estudiantes y profesores, el heredero de Ra¨²l Castro critic¨® sin ambages el l¨ªmite de las 50 sillas y la prohibici¨®n de que una persona no pudiera tener m¨¢s de una licencia, dijo que aquello no ten¨ªa pies ni cabeza y anunci¨® al auditorio que lo iba a derogar. En ese momento, cuenta uno de los juristas all¨ª presente, el auditorio se puso en pie y le ovacion¨®. Con este sorpresivo cambio de rumbo, rectificaci¨®n, actualizaci¨®n o como se le quiera llamar, D¨ªaz-Canel adopta, sin duda, la medida m¨¢s popular de su mandato, que comenz¨® en abril al suceder en la presidencia a Ra¨²l Castro, que impuls¨® en 2010 una apertura del sector privado. Ese a?o hab¨ªa en Cuba 157.000 trabajadores por cuenta propia; hoy son 589.000, el 13% de los ocupados en el pa¨ªs.
Aunque el alcance es limitado, pues no s¨®lo de paladares vive el hombre ni de ellas depende el desarrollo del pa¨ªs, lo hecho tiene impacto nacional y muchos lo han le¨ªdo en clave pol¨ªtica: ¡°D¨ªaz-Canel ha sabido escuchar las cr¨ªticas y rectificar algo que era un desprop¨®sito, y en ese sentido expresa una voluntad y se legitima¡±, comentaba el propietario de un negocio privado habitualmente cr¨ªtico con las decisiones del Gobierno. Se?alaba, adem¨¢s, otra cosa interesante: lo normal hasta ahora, cuando hab¨ªa un decreto impopular que se decid¨ªa no aplicar por contraproducente, es que no se ejecutara y punto. Pero lo de reconocer en p¨²blico y con leyes el error, es una novedad. ¡°Y eso, en las condiciones de Cuba, es algo valiente¡±, apuntaba.
Hasta ahora la restricci¨®n de las 50 sillas exist¨ªa, pero los due?os de paladares se val¨ªan de diversos resquicios legales para ampliar la capacidad, por ejemplo teniendo dos o tres licencias en el mismo local. La nueva resoluci¨®n establece que el l¨ªmite ahora estar¨¢ ¡°en correspondencia con la capacidad de los locales¡±. Muchos quisieran en Cuba que se continuara con esa l¨ªnea.
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