Una flor no trae la primavera
El r¨¦gimen de Pek¨ªn domina el arte de definir un mensaje y transmitirlo homog¨¦neamente con todos sus medios y el de pensar y planificar a largo plazo
En 1978 Deng Xiaoping puso en marcha el conjunto de reformas que ha hecho posible la radical transformaci¨®n de China, y con ella, del mundo entero. En estos 40 a?os, el pa¨ªs ha desarrollado uno de los mayores experimentos pol¨ªticos de la historia, el socialismo con caracter¨ªsticas chinas, un proceso que le ha permitido convertirse en la segunda econom¨ªa global ¡ªla primera ya en muchos frentes¡ª y en el que, de paso, ha logrado sacar a m¨¢s de 700 millones de personas de la pobreza.
Pero el entorno internacional que ha hecho posible tales avances se ve hoy amenazado por un proteccionismo y un aislacionismo rampantes liderados nada m¨¢s y nada menos que por Estados Unidos. De ah¨ª que China est¨¦ desplegando todos sus esfuerzos en defender y asegurar un orden mundial abierto y multilateral. En ese contexto se ha celebrado esta semana el Foro Internacional de Imperial Springs (Cant¨®n) bajo el lema Avanzando las reformas y la apertura; promoviendo una cooperaci¨®n que beneficie a todos. Organizado por el Club de Madrid ¡ªla mayor asociaci¨®n de expresidentes y ex primeros ministros de pa¨ªses democr¨¢ticos de todo el mundo¡ª en colaboraci¨®n con otras entidades, en ¨¦l han participado 40 l¨ªderes pol¨ªticos y un nutrido grupo de expertos.
Tan relevante ha sido el encuentro para las autoridades chinas que fue inaugurado por el mism¨ªsimo vicepresidente, Wang Qishan, uno de los hombres m¨¢s poderosos del pa¨ªs. Wang hizo una apasionada defensa de lo conseguido en estas cuatro d¨¦cadas gracias al esfuerzo y el sacrificio del pueblo chino: ¡°Solo las civilizaciones que han sufrido adversidades conocen el valor de la renovaci¨®n¡±. Pero tambi¨¦n insisti¨® en la determinaci¨®n y la apuesta por la cooperaci¨®n en un mundo abierto: ¡°Seguimos comprometidos con la construcci¨®n de un futuro compartido para la humanidad. La hegemon¨ªa, las pol¨ªticas duras y el juego de suma cero no son la respuesta¡±.
El mensaje de todos los participantes chinos ha sido un¨¢nime, una muestra m¨¢s de c¨®mo el r¨¦gimen de Pek¨ªn domina el arte de definir un mensaje y transmitirlo homog¨¦neamente con todos sus medios y el de pensar y planificar a largo plazo, algo que el cortoplacismo de la pol¨ªtica occidental perdi¨® hace tiempo. Un mensaje ratificado tanto por los expertos como por los l¨ªderes pol¨ªticos internacionales. En los tiempos que corren, resulta gratificante escuchar semejante canto al multilateralismo y la cooperaci¨®n. ¡°Una flor que se abre no trae la primavera; cien flores s¨ª¡±. As¨ª lo describi¨® Yukio Hatoyama, ex primer ministro, ?japon¨¦s! (?qui¨¦n lo iba a decir, estando en China?) la necesidad de trabajar conjuntamente por una globalizaci¨®n ordenada.
Por cierto, tambi¨¦n ha sido llamativa la falta de cr¨ªtica a otros aspectos m¨¢s controvertidos del reciente desarrollo chino, ya sean ciertas pr¨¢cticas competitivas o el trato a los derechos humanos. Una nueva fase del debate global.
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