Cuando los chips sienten miedo
Los personajes de un videojuego pueden haber cruzado un umbral y los humanos sin enterarnos
La compa?¨ªa islandesa Crowd Control Productions ha revelado ahora un episodio acaecido en noviembre de 2017 que, como m¨ªnimo, da que pensar. La empresa, cuyo lema es ¡°no tenemos miedo¡±, se dedica al desarrollo de videojuegos masivos online, es decir, juegos dise?ados para albergar a miles ¡ªo millones¡ª de jugadores a la vez. Su producto estrella es EVE Online,una aventura espacial donde el jugador explora, conquista y explota los recursos de diferentes mundos. Todav¨ªa nadie le ha acusado de pol¨ªticamente incorrecto y exigido una estrategia de mutuo descubrimiento colaborativo y comunitario. Todo se andar¨¢.
El caso es que en el juego hay grupos de personajes que no manejan los jugadores, sino que quedan a las ¨®rdenes, digamos, del programa que rige todo ese universo virtual. Se trata, entre otros, de colectivos como mineros, que sirven para explotar los recursos, o diversos grupos de piratas, que pueden robar al jugador esos recursos. Tambi¨¦n hay una flota de naves m¨¢s o menos organizada y con aspecto serio que quien escribe esto se ha visto incapaz de entender qu¨¦ es lo que hace exactamente, pero que al parecer es importante.
Lo interesante es que hace m¨¢s o menos un a?o, la empresa introdujo una actualizaci¨®n que hac¨ªa un poco m¨¢s listos a estos grupos manejados por el ordenador. El resultado fue inesperado. Sin que nadie se explique por qu¨¦, los mineros se cansaron de los piratas ¡ªestaban un poco hartos de sus amenazas¡ª, se organizaron y comenzaron pelear contra ellos. Llamaron a la flota, pero no les fue bien. Los piratas casi conquistan a los mineros cuando apareci¨® otro grupo: los vagabundos. No han sido citados antes para evitar en la medida de lo posible el galimat¨ªas. Todo esto sucedi¨® sin intervenci¨®n humana alguna... y sin que nadie supiera qu¨¦ estaba pasando. Fue descubierto solo por casualidad.
?En qu¨¦ momento la inteligencia artificial que regula el juego decidi¨® jugar por s¨ª misma? ?Y si tal vez ni siquiera fue decisi¨®n de ella, sino de cada de uno de esos grupos de personajes? ?Qu¨¦ demonios pensaban los mineros para lanzar un ataque preventivo? ?Acaso tuvieron miedo? Si fuera as¨ª, se habr¨ªa cruzado un umbral de consecuencias que no podemos ni imaginar. Si EVE ha mordido la manzana y conocido el miedo, preparemos las maletas.
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