...Y Draghi ten¨ªa raz¨®n
El BCE certifica la vuelta a la normalidad monetaria a pesar de los pron¨®sticos de desaceleraci¨®n
El Banco Central Europeo (BCE) ha cerrado 2018 como se esperaba: su presidente, Mario Draghi, anunci¨® la suspensi¨®n del programa de compra masiva de deuda, aunque mantendr¨¢ el stock de endeudamiento durante un tiempo prudencial. La pol¨ªtica monetaria excepcional, que tantos enfrentamientos le cost¨® con el Bundesbank, el Gobierno alem¨¢n y los partidarios de la ortodoxia, llega a su fin. La interpretaci¨®n de Draghi, compartida por los mercados, es que la excepcionalidad monetaria aplicada desde 2015 ha inyectado 2,6 billones de euros en la econom¨ªa europea, ha reducido las primas de riesgo de las econom¨ªas nacionales, ha conjurado la amenaza de deflaci¨®n y ha contribuido a recuperar el crecimiento en la eurozona. La sugerencia en el aire es que los tipos volver¨¢n a subir en el oto?o de 2019.
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Los hechos han dado la raz¨®n al presidente del BCE. Es inevitable felicitarse por la vuelta a la normalidad monetaria. En primer lugar, porque la vuelta ser¨¢ gradual, como prueba la promesa de Draghi de que el BCE seguir¨¢ reinvirtiendo los vencimientos de los bonos. Despu¨¦s, porque la clausura de la excepcionalidad supone reconocer que las consecuencias de la crisis financiera se han superado. Aunque en el terreno social la brecha se ha hecho enorme, hoy resulta dif¨ªcil reproducir los intensos temores que recorrieron los mercados en 2014 y la inquietud que provoc¨® la amenaza de deflaci¨®n.
La situaci¨®n de la econom¨ªa internacional no permite detenerse demasiado tiempo en las complacencias. La normalidad monetaria se hace necesaria hoy porque si el BCE prolongara las medidas excepcionales y en un plazo corto previsible, por ejemplo 2020, rebrotara una recesi¨®n, el euro carecer¨ªa de instrumentos monetarios para combatirla. Hay amenazas ciertas para el crecimiento de la eurozona. Las previsiones apuntan a una desaceleraci¨®n en 2018 y 2019. La guerra comercial declarada por Trump y los conflictos tecnol¨®gicos abiertos con China pueden agravar esa desaceleraci¨®n. Es prudente tener los instrumentos monetarios afinados en un ¨¢rea econ¨®mica que apenas dispone de mecanismos fiscales.
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