Dif¨ªcil de entender
Que unos sujetos tomen las calles con pasamonta?as, amedrentando a todo el mundo e imponiendo su dominio sobre el espacio p¨²blico cuando les parece oportuno y conveniente, y que no se sepa c¨®mo evitarlo, nos pone a todos en situaci¨®n de extraordinaria vulnerabilidad. Es como si nuestros hijos, en el recreo del colegio, tuvieran que sentarse en un rinc¨®n porque unos cuantos matones impiden jugar a todos los dem¨¢s y ni los profesores, ni la direcci¨®n del colegio, ni la polic¨ªa de barrio supieran c¨®mo evitarlo. Cuando reina el matonismo, el resto de la sociedad, aquellos sobre los que se impone el terror, lo perciben, leg¨ªtimamente, como abandono, como indefensi¨®n, como complicidad con los matones. Una sociedad cobarde no es una sociedad democr¨¢tica, porque es incapaz de imponer el orden y la ley, porque abandona a los que no ejercen la fuerza.
Mar¨ªa Pilar P¨¦rez Garc¨ªa
M¨¦rida (Badajoz)
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